El español zapoteco

AutorAndrés Henestrosa
Páginas163-164
las vacas, las ovejas, los cerdos, el trigo, el arroz, la caña de azúcar, el uso del
fierro, y otros muchísimos entre los animales y vegetales, en gran manera
útiles; y nosotros les dimos los g uajolotes, el maíz, el cacao, el jitomate, el
tabaco, la zarzaparrilla, la cochinilla, el añil, el palo campeche, la caoba, el gra-
nadillo, el tapicerán, el lináloe y otros muchísimos vegetales muy útiles, y les
dimos tierras inmensas y feracísimas, desde un mar hasta otro mar y desde el
Cabo Catoche hasta el río Sabinas; tierr as con muchos lagos y rodeadas de
mares abundantes en deliciosas pesca y muy a propósito para la navegación
y el comercio…
Y así, con esa devoción a España que no esconde el fervor a México, con-
tinúa por un largo trecho el relato de los bienes y los males que mexicanos y
españoles se hicieron. Una página, lector, que usted debe propagar, porque
ayuda a poner en paz a nuestros dos abuelos.
9 de agosto de 1953
El español zapoteco
Algo que me he propuesto siempre, pero que hasta ahora no he podido hacer,
es escribir un pequeño estudio sobre el sistema que presidió la incorporación
de las voces españolas al caudal del idioma zapoteco que, frecuentemente, el
mismo que operó en otras lenguas indígenas de nuestro país. No he podido
hacer otra cosa hasta ahora que la nómina de esas voces y el establecer las
leyes filológicas que desde el primer momento imperaron en aquel fenómeno.
La lista de estas voces es muy larga y formarla constituyó un trabajo de mu-
chos años, pues algunas están alejadas de la palabra que les dio origen y sólo
después de laboriosas pesquisas y reiteradas insistencias, se convence uno de
su origen español y no indio. Dos caminos siguió el zapoteco para incorporarse
las dicciones que nombraban las cosas nuevas que los españoles trajeron: uno,
fue sumarla, acomodándola a su genio propio; el otro, formar una voz nueva con-
forme a las leyes de la lengua indígena. Así, por ejemplo, de misa hizo mixá,
con una pronunciación acomodada a las características del zapoteco: larga la
primera sílaba, y con clausura glotal o saltillo la segunda; en el segundo caso,
se hizo una palabra que señalaba la diferencia específica del animal u objeto
que quería nombrar, en una fidelidad a la ley fundamental que presidió el
AÑO 1953
ALACE NA DE MINUC IAS 163

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