¿Qué es la constitución?
| Autor | Enrique Uribe Arzate |
| Páginas | 18-23 |
La Constitución del pueblo y para el pueblo: reminiscencias y desafíos
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Muchos autores han escrito sobre esto. Incluso en la Declaración de
los Derechos del Hombre y del Ciudadano de 1789 encontramos una
denición que sin duda identica la esencia de una constitución: “Una
Sociedad en la que no esté establecida la garantía de los Derechos, ni
determinada la separación de los Poderes, carece de Constitución”1.
La constitución es, por tanto, los derechos de los habitantes y la segu-
ridad de que serán respetados y, por otra parte, el ejercicio del poder y
el control sobre quienes lo ejercen.
Para los mexicanos nuestra Constitución tiene idéntico signicado, aunque
con el valor agregado de que la nuestra es un texto que emanó de múltiples
procesos sociales a lo largo de la historia de la patria. De este modo, podemos
decir que la Constitución que hoy nos rige nació en 1917, pero su contenido esencial
comenzó a madurar desde antes. Esta idea del contenido esencial de la Constitu-
ción nos lleva a decir que algunos artículos de nuestra Carta Magna “contienen”
los elementos vitales de nuestro ser y forma de ser como pueblo; y de este modo, las
aspiraciones que comenzaron a brotar en el ánimo del pueblo desde antes de 1810
tenían ya una historia cuyos ecos deben buscarse en el contexto de la opresión, la
injusticia y el envilecimiento del pueblo propiciados por el régimen de la corona
española.
Esta explicación es oportuna en la medida que generalmente las armaciones so-
bre el ser de la Constitución se ofrecen de manera descontextualizada, mirando so-
lamente el texto sin advertir las condiciones y fenómenos de todo tipo que incidieron
en su redacción.
Dicho esto, cualquier ciudadano debe entender que la palabra constitución se ree-
re a los aspectos fundamentales del país, a los derechos de los habitantes, a la forma
de organizar y llevar el gobierno, a la manera de recabar dinero del pueblo que luego
se vuelve público y a los controles sobre quienes gastan esos recursos.
Algo tan elemental como esto, nos permite advertir que la Constitución de Mé-
xico es un texto —el único, además— que puede contener en sus páginas las reglas
para el funcionamiento de la sociedad. Aquí, hay que referirnos a dos palabras que
son clave en el funcionamiento de la sociedad mexicana: poder y derecho. El poder per-
tenece al pueblo y se llama soberanía y el derecho, a través de los legisladores, nace
para regir la vida de los habitantes. El poder y el derecho pertenecen al pueblo, a to-
dos los habitantes. Ese poder y ese derecho están escritos en la Constitución.
¿Por qué estos temas esenciales no pueden estar en otra “ley”? La respuesta es
bastante obvia, aunque a veces por elemental, se olvida o se tergiversa: Esos temas
1 Véase https://www.conseil-constitutionnel.fr/sites/default/les/as/root/bank_mm/espagnol/es_
ddhc.pdf
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