Epílogo

AutorEfraín Lechuga Santillán
Páginas195-196
195
EPILOGO
Las circunstancias que vivimos son adversas, pero
éstas no pueden definir el destino de nuestras empre-
sas, y nosotros, no podemos quedarnos con los brazos
cruzados esperando que cambien; por lo que en forma
responsable, y respaldados por una gran preparación,
debemos tomar el timón empresarial y conducir nuestra
nave a un destino glorioso.
Como empresarios, necesitamos renovarnos; debe-
mos demostrar que contamos con los recursos mentales
para convertirnos en las columnas del desarrollo econó-
mico; necesitamos inventar nuestro futuro y contribuir al
futuro de esta nación, por encima de los problemas que
tenemos; estamos obligados a ser los promotores de
nuevos grandes empresarios, a exhibir ese enorme po-
tencial creativo de que hemos sido dotados como seres
humanos, así como “a borrar de nuestro diccionario la
palabra imposible”.
Recordemos siempre que el empresario de excelen-
cia disfruta de su actividad, se divierte llevándola a cabo,
se siente orgulloso de ser empresario, es capaz de llevar
a cabo las más gloriosas hazañas en su campo, y más
que pensar en el México en que vive, piensa y lucha por
construir el México que desea.
Señores empresarios, tenemos ante nosotros un
enorme reto, la construcción de un futuro digno para
nuestras empresas, a pesar de los imponderables del

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