Enrique Pallares, Perfiles de la cultura contemporanea. Filosofia de la cultura.

AutorHernandez Marquez, Victor M.
CargoResena de libro

Universidad Autónoma de Chihuahua, Chihuahua, 2000, 172 pp.

Este libro es una extensión de la concepción ideacional de la cultura a cuestiones importantes presentes en el panorama social contemporáneo. Los tres primeros capítulos los dedica el autor a exponer su versión de dicha postura, la cual no difiere en sustancia de aquella presentada en nuestro idioma por Jesús Mosterín en Filosofía de la cultura. (1) Los dos restantes capítulos, junto con la segunda mitad del tercero, hacen frente a planeamientos recurrentes en la mayoría de los ámbitos del discurso social (i.e, el relativismo, la identidad cultural, etcétera), si no es que en todos.

En el primer capítulo, el autor discute algunos significados asociados al término 'cultura', y extrae de algunos de ellos la concepción ideacionista. Como la mayoría de los defensores de este enfoque, las explicaciones vienen dadas en términos de sus respectivas semejanzas y diferencias con relación al paradigma biológico; es decir, se habla de la cultura como información transmitida socialmente, a diferencia de la información transmitida por medio de los genes; de igual forma, tal como existe una evolución por selección natural, también se habla de una evolución cultural, y así sucesivamente.

La información cultural se clasifica en tres tipos: a) descriptiva (información acerca del mundo); b) práctica (información acerca de cómo hacer), y c) valorativa (información sobre qué hacer). El lenguaje conceptual se considera el rasgo cultural más importante, ya que es a través de él como se transmite socialmente la información.

En el segundo capítulo, el autor explica cómo este lenguaje conceptual (el cual se distingue del lenguaje a secas porque permite no sólo comunicar, sino también pensar, y, según el autor, son lenguajes conceptuales tanto el lenguaje ordinario como la aritmética) ha hecho posible la cultura y la acumulación de bienes culturales. De ahí, el autor pasa a explicar cómo la cultura da forma y sentido a la sociedad. En relación con esto, la cultura se entiende ahora como un conjunto de rasgos, cada uno correspondiente a una dimensión cultural (i.e., la familia, la escuela, la religión). En este apartado final se habla de selección e incompatiblidad de rasgos culturales y se dan pautas para establecer cuándo una cultura es mejor o preferible a otra (2.4). En mi opinión, aquí se omite la existencia de jerarquías de rasgos en el interior de los sistemas culturales; y se olvida que la aceptación o el rechazo de la transferencia o difusión de rasgos entre distintos sistemas culturales depende de si los cambios se encuentran, para decirlo en términos sociolingüísticos, motivados desde arriba, desde abajo o...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR