El enfoque del desarrollo económico sostenible

AutorMiguel Moreno Plata
Páginas113-141
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Capítulo III
El enfoque del desarrollo económico sostenible
Al escuchar a la mayoría de los políticos y
de los economistas, parece que la expansión
ilimitada no sólo fuera posible sino también
deseable. Los líderes políticos buscan el
crecimiento como la respuesta al desem-
pleo, la pobreza, las industrias en decaden-
cia, la crisis fiscal y a muchas otras enfer-
medades sociales. Cuestionar la sabiduría
del crecimiento parece casi blasfemo: así de
arraigada está en el pensamiento popular la
manera en que el mundo funciona.
Desarrollo económico sostenible. Avan-
ces sobre el Informe Brundtland (1992).
INTRODUCCIÓN
El análisis conceptual del DS desde el enfoque de las ciencias sociales, particu-
larmente desde la economía y de las ciencias ambientales en general, así
como el estudio de los principales ámbitos de aplicación del mismo nos permi-
tirá vislumbrar sus contornos principales dentro de la congénita complejidad
en el que aparece envuelto en las primeras aproximaciones teóricas.
Al comenzar este apartado es preciso advertir que, como lo señalan
algunos autores en el sentido de la tentación del analista indolente, especie
abundante entre los pensadores, es diseccionar sus conceptos principales,
demostrar su vaciedad o contradicciones para concluir en su absoluta in-
utilidad. Sólo cuando este análisis va acompañado de propuestas positivas
que superen lo que no fueron capaces de hacerlo los primeros, nos encon-
tramos ante alguien que construye o trata de construir algo útil para el
extraordinariamente complejo mundo que nos ha tocado vivir.217
Dicho lo anterior cabe señalar que muchos de los autores que han
analizado el concepto de DS coinciden en la necesidad de considerar las
siguientes tres dimensiones: económica, social y medioambiental. Para los
217 Loperena Rota, D., Desarrollo sostenible y globalización, op. cit., pp. 51-52.
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Miguel Moreno Plata
defensores de esta interpretación, el DS, para poder calificarlo como tal,
debería reunir las siguientes condiciones:
Ambientalmente sano: Debe ser un desarrollo sin destrucción, ya
que los costes que el desarrollo tiene en la actualidad no son ambien-
talmente aceptables.
Socialmente justo y equitativo: Debe ser solidario con las generacio-
nes futuras, que deberían contar con la misma reserva de recursos
naturales y funciones ambientales que la generación actual.
Económicamente viable: Hay que ecologizar la economía, ya que las
causas de la crisis ambiental no son ecológicas sino fundamental-
mente económicas.218
Dicho lo anterior coincidimos en el hecho de que hay tres pilares funda-
mentales sobre los que se asienta el DS: el desarrollo económico, la equidad
social y la protección ambiental. En este tenor en el presente trabajo anali-
zaremos estas tres vertientes, empezando por la dimensión económica.
LAS CIENCIAS ECONÓMICAS Y EL MEDIO AMBIENTE
Las amenazas de la actual crisis económica
y ambiental están arraigadas en modalida-
des de desarrollo imperfectas: la economía
de la opulencia y el despilfarro en el Norte
y la economía de la pobreza, la desigualdad
y necesidades apremiantes de superviven-
cia a corto plazo en el Sur. El reto es dise-
ñar una estrategia de desarrollo en armo-
nía con la Naturaleza y con las necesidades
de las futuras generaciones[...].
Nuestra propia agenda sobre desarrollo
y medio ambiente
Comisión de Desarrollo y Medio Am-
biente de América Latina.
Si bien el énfasis sobre el DS es relativamente reciente, en ningún modo
implica que el tema no haya sido abordado por la ciencia económica. Gran
218 Artaraz Miñon, M. (2003), “Hacia una economía sostenible: interpretaciones, teorías e
indicadores de desarrollo s ostenible”, en Ciudad y territ orio. Estudios territoriales, vol. XXXV,
tercera época, núm. 138, p. 555.

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