Los empresarios, la apertura y los procesos de integración regional: contradicciones y estrategias en el MERCOSUR

AutorLuis Stolovich
CargoEconomista Uruguayo, Director del Área de Investigación del Centro Uruguay Independiente.
Páginas165-201

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Este trabajo es una parte de la ponencia presentadaala Conferencia Internacional" Experimentos neoliberales de refundación en América Latina" realizada en Río de Janeiro, los días 18 a 20 de agosto de 1992.

Introducción

Las relaciones entre las distintas unidades del capital, entre sus diferentes fracciones y, muy especialmente, entre los componentes de la cúpula del poder económico se rige por el principio de la "cooperación contradictoria". Esto implica cooperación y distintas formas asociativas por un lado, y contradicciones, intereses contrapuestos y competencia por el otro. Estas relaciones intra-clase, que operan en los planos económico, social y político- ideológico, se entrelazan contradictoriamentePage 166 con vínculos, también de unidad y lucha, entre la clase burguesa portadora del capital-y las restantes clases de la sociedad.

Este entramado de relaciones es sometido a prueba, a fuertes tensiones, y tiende a remodelarse en los períodos de crisis, de viraje y de reestructura económico-social.

Los paises del Cono Sur de América, frente a la grave crisis que estaban -y están- sufriendo, respondieron, por Imposición externa pero también por ciertas presiones internas, con políticas de ajuste -con un fuerte componente estructural que está implicando una reestructura de su capitalismo y de sus fuerzas hegemónicas-. Respondieron asimismo con la promoción de procesos de integración regional con un compromiso como el que no habían asumido en toda la historia precedente.

Estos procesos están provocando cambios en el patrón de acumulación de sus economías, puesto que se están generando nuevas condiciones de competencia capitalista, nuevas formas hegemónicas y se está gestando una nueva división del trabajo a escala regional e internamente en cada país, así como una diferente inserción en la economía capitalista mundial. Asimismo, emergen nuevas modalidades de regulación que modifican la intervención del Estado y los mecanismos institucionales y promueven un nuevo tipo de disciplina social.

En este contexto se tienden a modificar las viejas estructuras del capital -y en especial del gran capital-y aparecen nuevas estrategias empresariales, procurando la sobrevivencia en las nuevas condiciones y/o su aprovechamiento para rentabilizar el capital. Paralela y concomi-tantemente se acentúan los antagonismos y las luchas al interior del capital -entre distintas unidades y fracciones- y entre las diferentes clases, así como cobran fuerza nuevas formas de cooperación y asociación empresarial. El viejo "mapa" empresarial se desdibuja y comienza a ser sustituido por uno nuevo, cuyos contornos no son aún nítidos.

El Estado es un protagonista central de estos procesos, como intermediario de las imposiciones internacionales, como activador de los ajustes estructurales y de la integración regional, como participe-no neutral-de los conflictos entre las diferentes fracciones del capital y entre las clases sociales. En la intervención del Estado se manifiestan, entrelazadamente, distintas lógicas.

i. una lógica global, que tiende a asegurar la reproducción y el funcionamiento macro de la economía y de la sociedad capitalistas, preservando ciertos equilibrios básicos necesarios para su continuidad. En las condiciones contemporáneas, en los países dependientes, esta lógica tiende a reflejar las tendencias -e Imposiciones- de los centros dominantes del sistema y, en particular, de los organismos financieros internacionales. La mediación es realizada por unaPage 167 tecnoburocracia identificada ideológicamente con esos organismos en la versión neoliberal- que ha asumido las responsabilidades de conducción económica, con frecuencia enfrentada a los intereses particulares -y particularistas- de la burguesía local y a los representantes del sistema político.

ii. una lógica de fracciones del capital, en la que las acciones estatales tienden a reflejar, con cierta permanencia aunque contradictoriamente, los intereses de determinados segmentos o fracciones de capital -tales como el capital agrario, el industrial, el comercio importador, etc.-. Tal lógica se construye no sólo a partir de las posiciones de quienes ocupan la conducción del Estado, sino también de las luchas y correlaciones de fuerzas entre las distintas fracciones, que logran que sus intereses sean contemplados por la acción estatal. Sobre esta lógica también pueden influir, en alianza con y/o en contraposición a algunas de las fracciones burguesas, las demandas y acciones de otras clases sociales.

iii. una lógica de intereses particulares, en las que juegan un papel determinante los vínculos personales entre quienes ocupan posiciones en la conducción del aparato estatal e intereses empresariales particulares, que tienden a ser favorecidos por el Estado con acciones concretas, aunque frecuentemente disfrazadas.

A partir de estas bases conceptuales, este trabajo estudia las condiciones en que se desarrolla el proceso de integración regional del Cono Sur de América -el MERCOSUR-, comparando algunas características diferenciales básicas entre los cuatro países asociados y, en particular, entre sus fuerzas económicamente hegemónicas, las diversas posiciones en que se encuentran para enfrentar el nuevo proceso competitivo en el marco de una Zona de Libre Comercio o de una Unión Aduanera y en las circunstancias de procesos de reestructuración del capitalismo. Posteriormente se analizan las tendencias de cooperación y de lucha que comienzan a desenvolverse en el marco de la gestación de una nueva división del trabajo regional.

Los países del mercosur Diferentes condiciones competitivas para encarar el proceso de integración regional
1.1. Integración regional Los puntos de partida

La integración regional, aún en su alcance menos ambicioso (Zona de Libre Comercio, que sería el resultado a alcanzar si no se acuerda un arancel externo común), implica un cambio profundo en las condiciones de competencia capitalista a que gran parte de las empresas estaban habituadas. La ruptura de las barreras de protección para las producciones internas significa, a la vez, el levantamiento de las defensas de un espacio nacional de acumulación. Las empresas de cada país ya no dispondrán de una reserva relativa de mercado señalada por los límites delPage 168 Estado nacional, sino que deberán compartir su mercado interno con los capitales de los países vecinos, aunque simultáneamente podrán acceder a mercados mayores. Los mercados oligopó-licos, sobre todo de los países menores, podrán perder ese carácter por el efecto de la competencia regional.

Las nuevas condiciones de competencia, que gradualmente se van imponiendo, tienden a gestar una nueva división regional del trabajo. Diversas ramas productivas tenderán a dislocarse geográficamente; crecerán en algunos países o subregiones y disminuirán o desaparecerán en otras; aparecerán nuevas especializaciones a partir de procesos de reconversión productiva; se multiplicará el comercio íntrarrama como consecuencia de las nuevas especializaciones por país, rama y empresa o grupo económico. Las empresas y grupos tenderán -ya tienden- a recomponer su actividad, reubicándose en la nueva división del trabajo, y estableciendo nuevas relaciones, de cooperación y de competencia, entre sí.

¿Cuáles son los puntos de partida de este proceso? ¿Quiénes se integran y cuáles son sus diferencias estructurales básicas? ¿Qué implicaciones tienen esas diferencias, particularmente en términos de competitividad y de gestación de fuerzas hegemónicas a escala regional? A efectos de aproximarnos a una respuesta consideraremos sucesivamente cuestiones tales como: dimensiones relativas (tamaños-país y tamaños-empresa); importancia relativa de la región para cada uno de los países; desarrollo industrial y tecnológico; las fuerzas económicamente hegemónicas en cada país; factores que afecten las condiciones de competitividad y cómo comienzan a ser afectadas por los procesos de ajuste estructural.

1.1.1. Las cuestiones de tamaño

En el MERCOSUR se integran países de muy diferentes tamaño geográfico, demográfico y económico (ver cuadro 1). El eje del proceso integracionista lo constituyen los dos países grandes -Argentina y Brasil-, pero Brasil por sí solo representa el 71.7% de la extensión territorial, el 79% de la población y el 76.9% del Producto Bruto regional. Paraguay y Uruguay, en conjunto, apenas representan el 4.9%, el 3.9% y el 2.1% respectivamente, caracterizándose por una dimensión provinciana en relación a la de los países-eje.

Las características y la organización del capital, especialmente del gran capital ¿difieren sustancial mente entre países grandes y pequeños? ¿existe un salto de calidad al pasar de unos a otros? Más allá de características comunes, propias de un capitalismo dependiente, las diferencias son significativas. El propio concepto de "gran capital" queda radicalmente modificado al cambiar la escala del país. Si entendemos por gran capital dentro de un país aquél que, por el nivel de acumulación alcanzado y por la...

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