El porqué del efecto CSI: apuntes desde media criminology

AutorAbel González García
Páginas121-130

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Abel González García*

Introducción

La televisión produce imágenes y anula los conceptos, y de este modo atrofia nuestra capacidad de abstracción y con ella toda nuestra capacidad de entender.

GIOVANNI SARTORI

LA FASCINACIÓN por los estudios de criminología a nivel mundial no se debe en exclusiva a la serie CSI, o por lo menos eso considero, ya que se debe ir un poco más allá y pensar en la fascinación del público en general por el mundo del crimen. Hecho que se produce mucho antes de que la serie CSI apareciera en las televisiones de medio mundo, allá por el año 2001. Aunque, por otra parte, sí podríamos considerar que un gran número de personas empezó a interesarse por el desarrollo profesional del criminólogo a raíz de esta serie (confundiendo las funciones con el criminalista, pero de esto hablaremos más adelante). De hecho, recuerdo que antes de aparecer la serie recibíamos una o dos consultas a la semana de jóvenes de bachillerato que se interesaban por conocer en detalle los estudios de Criminología mediante la página web de la Asociación de Estudiantes de Criminología de Salamanca; y después, desde la aparición de la serie CSI, empezamos a recibir entre veinte y treinta consultas diarias. Evidentemente la publicidad que esta serie hacía de los estudios de Criminología era patente.

Otro aspecto que tampoco debemos olvidar es que el boom por la especialidad fue aprovechado por diferentes centros de estudios y universidades para ofrecer Criminología sin un plan de estudios con-* Universidad a Distancia, de Madrid. Departamento de Criminología.

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gruente y muy relacionado con el ámbito de la criminalística, como se aprecia en los estereotipos de los “criminólogos” de la serie de televisión mencionada. El hecho de que criminología no haya sido una titulación reglada hasta hace muy poco tiempo y que cada universidad pudiera impartir su propio plan de estudios ayudó a crear esta total desorganización de la formación criminológica. Pero este despropósito no acabó en el año 2003 con la creación de la licenciatura de Criminología, porque una vez instaurada la titulación oicial han seguido proliferando los estudios de Criminología no oiciales (títulos propios, aunque universitarios), hasta tal punto que, por ejemplo, la Universidad de Salamanca llegó a tener un elevado número de personas (cerca del millar) matriculadas en el título propio, mientras que ya existía el título oicial. Éste es un ejemplo claro de la vertiente mercantilista de los responsables de las titulaciones de Criminología en algunas universidades españolas.

Por otra parte, en las titulaciones de Criminología encontramos que hay un gran número de miembros de fuerzas y cuerpos de seguridad matriculados, hasta tal punto que las propias autoridades académicas y del Ministerio del Interior llegan a confundir a policías con criminólogos; ejemplo de ello es una titulación de Criminología por la Universidad Rey Juan Carlos en la que policías obtenían un grado oicial de Criminología cursando un año a distancia —por suerte, ha sido suprimido por el Ministerio de Educación español—; o el caso del curso de adaptación al grado de Criminología de la Universidad de Salamanca, que permite obtener dicha titulación en un sólo año para quienes han cursado un título propio “no oicial”, y en el que además el 75% de las plazas se destina a policías. Son ejemplos claros de la devaluación de los estudios de Criminología en la función policial.

La tesis fundamental que sostengo en este capítulo es que la fascinación por el crimen por medio de la visión distorsionada de las series de televisión y del tratamiento de la información criminológica por parte de los medios de comunicación ha hecho que la sociedad no sepa con claridad cuál es la función del criminólogo, a la vez que ha servido de publicidad para que los futuros estudiantes se interesasen por esta carrera. A consecuencia de todo ello las autoridades académicas no han sabido canalizar esta demanda hacia planes de estudios consecuentes con las funciones sociales de los criminólogos, por su desconocimiento en la materia, y actualmente tenemos titulaciones de Criminología llenas de alumnos, con profesores con escasos conoci-

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mientos criminológicos y/o que no desarrollan su actividad investigadora en el ámbito criminológico. Otra de las consecuencias es que la sociedad desconoce por completo lo que puede aportar la criminología en la prevención del delito, por poner un ejemplo, o en la modificación de políticas en este sentido; siendo la frase más repetida por parte de cualquier persona: “ah, eso de las huellas”, cuando algún alumno dice que estudia Criminología.

Desarrollaré esta tesis con base en nuestro conocimiento sobre la influencia de los medios de comunicación en la percepción de seguridad/ inseguridad mediante la parte de criminología que se encarga de este análisis: media criminology. Creo que puede ser interesante conocer qué hacen los medios en la representación de la delincuencia, para extrapolar todo ello a lo que han hecho con la visión de los criminólogos y de las titulaciones de Criminología.

Espero que con esta reflexión, además de muchas otras acciones, estemos en condiciones de cambiar esta tendencia y hacer que las titulaciones de Criminología en España y en México realmente formen a profesionales que sepan desarrollar sus cometidos en la sociedad. Es un camino arduo, lento y difícil, pero creo que lo podemos conseguir si empezamos a invertir en investigación y formación de calidad en el ámbito de la Criminología. Todo ello, con el objetivo de delimitar las funciones de otros profesionales (un criminólogo no es...

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