Editorial
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El concepto diversidad se reere, principalmente, a las diferencias, las
cuales, en términos sociales, contrastan con las prácticas sociocul-
turales hegemónicas o predominantes; se relaciona con las nociones de
pluralidad, conciliación y tolerancia, mas no con los preceptos segregacio-
nistas.
La diversidad sociocultural se maniesta por, entre otras formas, la identidad
de género, la cual puede entenderse como la construcción física, emocio-
nal o sexual, así como las prácticas sociales y culturales en un contexto de-
terminado, es decir, se reere a la percepción que una persona tiene de su
cuerpo; por otro lado, la orientación sexual es la interacción física, emocio-
nal o sexual entre quienes son homosexuales, bisexuales o heterosexuales;
sin embargo, al expresarse éstas transgreden los paradigmas tradicionalis-
tas de la sociedad.
La comunidad LGBTTTI se enfrenta constantemente a los estereotipos
construidos por la sociedad que, en la mayoría de los casos, son denigran-
tes; inclusive, a agresiones físicas, psicológicas y emocionales, las cuales
rearman la estigmatización de este colectivo, es decir, se fomenta la into-
lerancia con acciones y conductas que vulneran l a dignidad humana de
cada persona; esta problemática sin fundamentos se ejemplica en la diver-
sidad social y cultural en la que actualmente se vive, la cual se expresa en
sus múltiples modos de vida.
Por lo anterior, este grupo vulnerable de la población ha buscado los me-
dios y las acciones para encontrar espacios donde haya reconocimiento,
respeto y tolerancia, valores que estructuran las bases para una sana con-
vivencia en sociedad. Dichos espacios, sean físicos o virtuales, públicos o
privados, deben permitir en los procesos de socialización expresarse, com-
partir información, promover el diálogo y propiciar un contexto seguro, en el
cual se reconozca la libertad de expresión de las identidades de todos los
seres humanos .
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