La economía política de la nación

AutorDr. Alberto Montoya Martín del Campo
Páginas117-119
La economía política de la nac ión
Doctor Alberto Montoya Martín del Campo*
* Alberto Montoya Martín del Campo. Es licenciado en Ciencias
de la Comunicación por el Instituto Tecnológico de E studios
Superiores del CIDEN. Tiene maestría en Comunicación y De-
sarrollo por la Universidad de Stanford, y doctorado en Edu-
cación, por la misma universida d. Se desempeña como aca-
démico de la Dirección de Investigación de la Universidad
Iberoamericana, y docente del Programa de Doctorado en
Ciencias Sociales y Políticas. Es vicepresidente ejecutivo del
Centro de Estudios Estratégicos Nacionales (constituido en
1999), en la que participa en sus sesiones académicas, e m-
presariales, sindicales, profesionales y de productores agro-
pecuarios que cooperan para construir análisis, propuestas
y referentes para el desarrollo nacional, con una perspectiva
estratégica a corto, mediano y largo plazo.
El neoliberalismo nunca fue “un modelo” y tampoco
lo es “de desarrollo” ni en el sentido de teoría, ni tam-
poco en el sentido de paradigma; fue una imposición
bajo condiciones particulares en las que se encontra-
ba el país posteriores a la renegociación de la deuda
externa.
En realidad, lo que se ha construido en los últimos
treinta años es una economía tributaria y dependien-
te; y México está en una involución en la que se ha re-
ducido el Estado-Nación a una condición de colonia
estadounidense, postmoderna con un régimen de
apartheid.
El problema de la dependencia alimentaria no es úni-
co en el ámbito de la alimentación, México no tiene
política scal autónoma, en México las corporaciones
globales no tributan. Hay un estudio muy importante
de la Auditoría Superior de la Federación del año 2005
que muestra que los 50 mayores contribuyentes en ese
año pagaron en promedio 64 pesos de impuesto sobre
la renta empresarial y en promedio 50 pesos de IVA.
De manera que si nosotros consideramos la macroeco-
nomía, la economía política de la nación, nosotros
somos una colonia. No hay una nación que tenga un
nivel de gasto público tan reducido como México que
se redujo del año 82 de nivel de 44 por ciento del PIB al
nivel actual de 24 por ciento del PIB.
El promedio en los países de la OCDE es 42 por cien-
to, mientras que el Estado mexicano se ha reducido a
una condición de impotencia para que la sociedad ge-
nere riqueza y para que esa riqueza se distribuya con
equidad.
De ese nivel de gasto de 24 por ciento, se sufraga con
dilapidación de la renta petrolera en el orden de ocho
o nueve por ciento el PIB, aproximadamente entre 35
y 38 pesos de cada 100 pesos de gasto público; lo es-
tamos dilapidando utilizando los ingresos de la renta
petrolera, exportando crudo sin valor agregado, ese
dinero se destina a gasto corriente y no hay inversión;
en el gobierno anterior, con los precios extraordinarios
del petróleo, se recibieron más de 250 mil millones de
dólares de impuestos pagados por Pemex, eso se gastó
en gasto corriente.
Éste no es por lo tanto un modelo de desarrollo, es un
sistema de economía tributaria independiente, carac-
terizado por la socialización de las pérdidas; 100 mil mi-
llones de dólares que nosotros estamos pagando del
rescate bancario para que estas corporaciones fueran
compradas, entregadas a inversionistas extranjeros.
No tenemos sistema bancario, sino un sistema de pa-
gos con costos extraordinarios, con diferenciales de
tasas de interés pasivas y activas que no existen en nin-
guna parte del mundo y que las matrices que operan
en nuestro país, generan las mayores utilidades de los
mayores grupos nancieros en el mundo: Citygroup,
Banco Bilbao Vizcaya, HSBC, Santander, etcétera.
La economía política ha establecido la prelación donde
la rentabilidad del comercio nanciero prevalece sobre
el comercial y sobre el sector productivo, cuando todo
debería ser exactamente al revés; lo que se observa en
la dependencia alimentaria, existe también, en el sec-
tor industrial y en el sector energético (a pesar de tener
petróleo, importamos 45 por ciento de las gasolinas,
La economía política de la nación / 117

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