Análisis de la discriminación salarial de la mujer en Hermosillo, Sonora

Autor1.Reyna Elizabeth Rodríguez Pérez - 2.Mario Camberos Castro
Cargo1.Estudiante del doctorado en ciencias de CIAD, Coordinación de Desarrollo Regional. - 2.Investigador Titular del Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo, AC
Páginas220-250

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Introducción

La teoría del capital humano1 se refiere a que tanto el tiempo de permanencia en la escuela como en el trabajo incrementan de manera lineal la productividad de los trabajadores y su salario futuro. Por lo tanto, se entiende la relación positiva que existe entre la educación y el salario, y a partir de esto se ha deducido que la educación es una inversión en donde se calculan sus costos y beneficios. Los gastos en educación y formación como una inversión en capital humano son exactamente igual a los gastos en equipo de capital que puede concebirse como una inversión en capital físico o financiero. La característica que distingue a la inversión en capital humano es que incurre en costos o gastos actuales con la idea de un aumento en los futuros salarios o rendimientos compense con creces estos costos. Sin embargo, un tema de la mayor relevancia lo constituye el encontrar y explicar las diferencias de rendimientos de la educación en el mercado laboral segmentado por sexo.

Respecto a las causas teóricas que se han esgrimido para explicar la discriminación salarial, Becker habla de unas prácticas discriminatorias del empresario en contra de la mujer que tan sólo se podrían mantener en mercados con una gran concentración del empleador.2 Por lo tanto, existe una gran carga de juicios de valor que se traduce en la hipótesis de la discriminación de la mujer en el mercado de trabajo, donde la selectividad, de acuerdo a la teoría del capital humano, debería ser solamente por diferencia de grados de educación. La teoría del capital humano se refiere a que existe una menor remuneración de las mujeres y la segregación por sexo porque prefieren ciertos tipos de trabajo y las empresas prefieren emplearlas en ciertas ocupaciones. En este sentido, Rendón asevera que cada vez más comienza a reconocerse el carácter social y no natural de la división social del trabajo3; siendo producto de una construcción social, conocida como el sistema sexo/género. El género constituye una construcción social creada a partir de las diferencias de sexo, que distinguen culturalmente a las mujeres de losPage 221hombres y les atribuye características diferentes. Tales diferencias provocan determinadas conductas, que orillan a desempeñarse en ciertas profesiones y ramas de actividad económica según el género.

Por lo tanto, existe un vacío de información sobre el análisis de la discriminación salarial de la mujer en el mercado laboral de Hermosillo, y más aún es importante conocer cómo se comportan los rendimientos de los individuos que cuentan con estudios universitarios, ya que en este nivel es donde se invierten más dinero y esfuerzo en terminar. Ello hace necesario realizar un estudio completo del fenómeno, lo que nos lleva a incursionar en el campo de la discriminación salarial por sexo, con la técnica de Oaxaca y Blinder4, así como el de la selectividad de Heckman5, análisis pionero en nuestro medio. Este tipo de estimaciones permite tener una visión más amplia de los rendimientos que el tradicional referido al de la diferencia salarial.

El objetivo de este trabajo es hacer un análisis de la discriminación salarial de la mujer en el mercado laboral de Hermosillo. Específicamente conocer cuál es el rendimiento promedio por cada año de educación, por nivel educativo, así como de los profesionistas por área de estudio y sexo. Asimismo se pretende probar si el rendimiento esperado en el mercado laboral en Hermosillo es mayor a medida que aumentan los grados de educación y, específicamente, si en la educación profesional, a igual número de años, es diferente por áreas de estudio debido a las incidencias en la demanda del mercado como: la ocupación, rama de actividad económica, el numero de horas trabajadas. Se busca de igual manera demostrar, dado el caso, si el rendimiento de la inversión en capital humano es menor para las mujeres en relación a los hombres, por efecto de la discriminación de género. Para esto se emplea la información de la Encuesta nacional de empleo urbano (ENEU) 2001.

El estudio se encuentra organizado de la siguiente manera: en la sección dos se presenta una discusión sobre la teoría del capital humano y la discriminación. En la sección tres se discute el modelo econométrico y cómo se van a comparar estas teorías. En la sección cuatro se discute acerca de la muestra. En la sección cinco se presentan los resultados de las estimaciones yPage 222se interpretan los resultados. En la sección seis se presentan las conclusiones.

Marco teórico y evidencia empírica

A finales de 1950 e inicio de la siguiente década, es cuando se retoma el estudio de la educación en la economía. Al respecto, destacan los trabajos de Schultz6 y Gary Becker, éste último reconocido como el autor principal de la teoría del capital humano. Desde entonces, la nueva teoría económica incluye otro factor en su análisis, considerado el más importante: el “conocimiento”, imputado a las personas mediante la educación y la experiencia en el trabajo.

El análisis empírico para conocer los rendimientos del capital humano fue desarrollado por Mincer7 y es a partir de entonces cuando se comienza a hablar de la tasa de rendimiento de la educación. Él propone el método de MCO (mínimos cuadrados ordinarios), sin embargo, en la actualidad se le han encontrado inconsistencias ya que ve a la educación como una variable exógena, por lo que se produce el llamado sesgo de selección y los parámetros tienden a sobreestimarse. Este problema surge al existir una correlación entre los factores no observados que influyen en la decisión de participación y los elementos desconocidos que influyen en la determinación del salario percibido; sin embargo, esta imprecisión fue corregida por Heckman, al analizar la escolaridad como variable endógena, a través de un proceso de dos etapas: primero por medio de la estimación de un probit y, posteriormente estimando una ecuación de ingresos corregida a partir de los resultados de la primera. No obstante, a pesar de las inconsistencias que el modelo “minceriano” pudiera tener, la aportación de Mincer ha sido considerada una de las herramientas más valiosas y utilizadas para hacer este tipo de estimaciones.

A nivel internacional se han hecho incontables indagaciones para conocer cómo se comportan los rendimientos de la educación; baste citar a Psacharopulos y Patrinos8 para ver los estudios realizados a nivel internacional. Más específicamente9: Yamauchi para Filipinas y Tailandia.

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Calvo; Maradona y Calderón; Oliver, et al., fueron quienes realizaron estimaciones para España. Y de los trabajos encontrados para México se encuentra Carnoy y más recientemente Bracho y Zamudio; Zamudio e Islas; Barceinas; Urciaga; Barceinas y Raymond; y Huesca. Todos los trabajos encuentran un mayor rendimiento a medida que se asciende en los niveles educativos y también corrigen el sesgo de selección en las estimaciones. Además, los trabajos que se han enfocado en el nivel universitario son pocos y aún menos los que desagregan dicho estudio por área de estudio, de estos se puede citar a Oliver, et al., para España; y Yamauchi para Filipinas. En el caso de México a Zamudio, quien realizó un estudio donde compara la rentabilidad de la educación media superior y la superior, la cual corrige el sesgo de selección y no desagrega su estudio por áreas. Para Hermosillo no se ha encontrado evidencia que desagregue el análisis de los rendimientos de la educación superior por áreas de estudio.

Asimismo, con los resultados que arrojan los trabajos analizados queda probada la hipótesis de la teoría del capital humano, donde las diferencias salariales observadas entre individuos vendrían explicadas por diferencias en capital humano únicamente, ya que según la teoría, los ingresos son una relación directa de los niveles de escolaridad. De esta manera, Oliver, et al. para España encuentran que la educación es el principal factor que reduce la desigualdad de la renta, sin embargo, existe un elevado porcentaje en la distribución que queda sin explicar. La evidencia en México es coincidente ya que, según Zepeda, encuentra una mayor dispersión salarial entre lasPage 224ocupaciones y dentro de las mismas, que son determinadas por el stock de capital humano y también por otras variables de tipo sociodemográficas.10 Con lo anterior se entiende que aunque las variables de capital humano son sin duda determinantes de los salarios, es importante no descartar otros factores, que también influyen en el nivel salarial del individuo, entre estos cabe destacar la ocupación, el sector al que pertenece la empresa en la que trabaja la persona, la región donde trabaja y también el sexo, sin embargo, esto ha dado pie diversas criticas en torno a esta teoría y con ello un vivo interés entre los investigadores por probar teorías alternativas.

Cuando se analiza las diferencias salariales por sexo, la teoría del capital humano ha sido ampliamente utilizada para explicar este fenómeno, sin embargo, en las estimaciones queda una parte sin explicar, atribuida a la discriminación por sexo en el mercado laboral. De los pioneros en este estudio se encuentra principalmente a Becker.11 Él habla sobre las prácticas discriminatorias del empresario hombre en contra de la mujer. Mide la discriminación por medio de lo que él llama el coeficiente de discriminación, donde capta las diferencias salariales de las mujeres en relación a los hombres; sin embargo, Goldberg argumenta que tal discriminación puede manifestarse en mercados competitivos...

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