La diplomacia mexicana ante la austeridad republicana

AutorVíctor Emilio Corzo
Páginas56-59

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La diplomacia es el segundo ejército de los Estados. Mientras que las fuerzas armadas nacionales se yerguen como último recurso de defensa, los diplomáticos complementan la defensa nacional como primera línea de protección. De ahí que exista la frase: “La guerra es la falla de la diplomacia”.

Tradicionalmente, la diplomacia ha sido considerada como una profesión elitista. Las razones más comunes son: la reducida cuantía de elementos que la integran; el hecho de que el presidente es quien los designa; los privilegios e inmunidades con los que cuentan; los distintivos que portan y que los hacen sobresalir de la población en general; viven en el extranjero; son respetados por las autoridades extranjeras; tienen una preparación especializada que los separa del grosso de la población; protocolariamente se les refiere como “enviados extraordinarios” o como “sus excelencias”, y sus filas están engrosadas por miembros de la aristocracia o la plutocracia.

En realidad, esta caricatura del diplomático en la psique colectiva se construye a partir de concepciones erróneas que se arrastran por lo exótico de la materia y los paradigmas erigidos históricamente alrededor del ejercicio de la profesión.

Reducida cuantía de elementos que la integran.

En efecto, solamente 194 países son miembros de las Naciones Unidas. Si se cuenta por lo menos con una embajada en cada uno, entonces sólo pueden llegar a existir 194 vacantes de embajadores por cada país. Si bien también hay representaciones consulares y misiones permanentes ante organismos internacionales, el número de titularidades no aumenta de manera significativa.

De esta manera, en el caso mexicano sólo se tienen 80 embajadas, 67 consulados y siete misiones permanentes.

• Cercanía con el grupo en el poder. En la mayoría de los sistemas legales el jefe de Estado o de gobierno, dependiendo del país de que se trate, es quien ostenta la facultad de definir la política exterior y, por ende, quien retiene la potestad de designar a los embajadores. No obstante, la mayoría del cuerpo diplomático —especialmente en aquellos países donde éste ha sido profesionalizado— está conformada por personal de carrera que ingresa a través de exámenes públicos por oposición y que es asignado a sus diferentes adscripciones por medio de decisiones colegiadas.

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- Disfrutan de privilegios e inmunidades. Éstos derivan para garantizar que el diplomático pueda realizar sus funciones sin presiones ni amenazas de las autoridades extranjeras. Antiguamente, los diplomáticos eran simples mensajeros, quienes podían ser ejecutados al entregar los mensajes enviados por sus autoridades nacionales. En consecuencia, al ser evidente que nadie quería perder su vida entregando un simple mensaje, los soberanos acordaron dejar de ejecutar a los mensajeros extranjeros y reconocerles ciertas protecciones para evitar la discriminación en sus territorios.

- Distintivos...

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