Desarrollo del capital social tecnológico y humano como estrategia del impulso al desarrollo agrícola, social, comunitario y rural en México
| Autor | Dr. Ernesto Lozano Martínez |
| Páginas | 348-352 |
348 / Foros para la transformación y ...
de abril de 2012, en el Senado de la República, se
tomó un punto de acuerdo donde la miel se consi-
dere como producto estratégico y se incluya en la
Ley de Desarrollo Rural. Hasta ahorita desgra-
ciadamente no hemos tenido respuesta. De inte-
grarse a esta relación de nueve productos más la
miel, tendríamos la oportunidad de que seamos
atendidos más ampliamente por el presupuesto
nacional.
Desarrollo del capital social tecnológico y humano como estrategia del impulso
al desarrollo agrícola, social, comunit ario y rural en México
Dr. Ernesto Lozano Martínez*
* Director de la Maestría en F inanzas del EGADE en el I TESM.
I. Antecedentes
En este documento se entiende como “capital social”
a las instituciones, relaciones, prácticas comercia-
les y normas que dan forma a la calidad y canti-
dad de interacciones que potencian la generación
de valor. Se entiende como “capital tecnológico” a la
incorporación regional de conocimientos para ele-
var la productividad que potencial la generación
de valor. Se entiende también por “capital humano”
al nivel de conocimientos, competencias, habilida-
des y atributos del personal en una organización
que potencian la generación de valor.
La política agrícola y rural en México respec-
to al Desarrollo del Capital Social Tecnológico y
Humano (DCSTH: ex tensionismo, capacitación e
investigación) ha sufrido cambios a lo largo del
tiempo y determinan la manera en que el Esta-
do Mexicano aborda estos temas en la actualidad.
A principios de los años setentas y ante la ame-
naza identificada por Thomas Malthus de que la
población crece geométricamente y la producción
alimentaria crece algebraicamente, y dado que los
productores del campo están demasiado atomiza-
dos como para realizar en lo individual las inver-
siones necesarias en DCSTH, éste fue impulsado
por el Estado. Inclusive, dada la importancia para
la humanidad, algunas organizaciones interna-
cionales toma ron protagonismo organizando y
fondeando centros especializados de investiga-
ción agronómica en alimentos básicos (maíz, tri-
go, papa, etc.) logrando un impacto que se conoció
en los años setentas como la “revolución verde”.
Esto tenía sentido para garantizar la seguridad
alimentaria en el mundo Malthusiano y evitar la
reaparición de trágicas hambrunas que la huma-
nidad enfrentó en su historia. En lo global, estas
inversiones mostraron buena rentabilidad social.
De manera normativa en tema de desarrollo,
México requiere zonas rurales viables, que ade-
más de ofrecer seguridad alimentaria con sufi-
ciencia, seguridad, calidad e inocuidad y generar
un impacto social favorable en la salud pública,
desempeñen un rol multifuncional, ofreciendo bie-
nes y servicios no compensados en los mercados
o que inclusive aporten bienes públicos, servicios
ambientales, conservando la biodiversidad en la
flora y la fauna, velando por el bienestar y los
derechos de las personas y los animales de gran-
ja, reduciendo presiones en ciudades por brindar
servicios urbanos, cuidando recursos estratégicos
nacionales como el suelo; agua; flora; fauna, ofre-
ciendo paisajes agradables y momentos de descan-
so y esparcimiento. El valor socioeconómico de las
zonas rurales como están aquí descritas es supe-
rior al de los kilos o litros entregados multiplica-
dos por el precio internacional y el objetivo central
de la política relevante debe ser el de buscar la
viabilidad de estas zonas rurales, logro que no su-
cederá por efecto del azar.
Al perderse en la estrategia, algunas políticas y
funcionarios han confundido la pobreza rural con
el desarrollo agrícola y eso ha distorsionado los es-
fuerzos de DCSTH tal que muchos de estos esfuerzos
e inversiones cuantiosas se pierden en medio de la
pobreza rural y el desarrollo agrícola limitando los
impactos en reducir la pobreza rural y en promover
el desarrollo agrícola sin lograr ni uno ni otro.
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