Derecho, moral y política

Páginas57-57
Derecho, moral y política
Carlos Nino
Siglo XXI Editores, Buenos Aires, 2014
Carlos Nino sostiene que el Derecho
es un asunto político. Pretender
que es objetivo y reducirlo a rígidas
normas que se aplican a rajatabla —el
positivismo jurídico— es ingenuo. En el
peor de los casos, peligroso: a la hora de
emitir sus fallos, añade el antiguo pro-
fesor de filosofía del Derecho de la Uni-
versidad de Buenos Aires, un juez debe
hacer una profunda reflexión teórica de
lo que buscan los justiciables y lo que
permite que una sociedad sea funcional.
Esto, más allá del texto de las normas.
Debe buscar justicia e igualdad, sin pre-
texto de que “sólo aplica la norma”.
El fundador de la iusanalítica argen-
tina, corriente influida por la Escuela de
Oxford para examinar el Derecho a la
luz del lenguaje, no está de acuerdo con
Montesquieu, quien aseguraba que los
jueces debían limitarse a ser la boca por
la que hablaba la ley, sin interponer sus
propias opiniones y valoraciones. Lo
anterior tendría sentido si la ley fuera la
expresión del pueblo, como se pensaba
entonces. El problema es que la ley suele
ser instrumento para garantizar la hege-
monía de las élites.
Además, nos guste o no, un juez siem-
pre interpreta. Aun cuando asegure que
sólo aplica la norma. Aun cuando lo crea
sinceramente. “Positivismo ideológico”
llama Nino a la práctica donde ni el juez
advierte lo que hay detrás de sus fallos. En
un régimen dictatorial —y el autor sabe de
lo que habla— un juez que dice aplicar la
ley “a secas” suele convertirse en el peor
enemigo de la sociedad. El discurso jurídi-
co no es neutral en sí mismo, insiste Nino.
De aquí que sea indispensable interpretar-
lo a la luz de la moral.

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