Derecho Mercantil Mexicano. Parte 4

Páginas61-80
62
J.A.CINTO
P.A.LL.A.RES.
'
poder
mereantH
ya
co:m1
bati<.>
al
coneiuir
la
'
Edad
Media
por
los-ca-
italan.es,
cuando
Españ:a y Fo:rtuga:1 se ihicie:ron
lQs
dueños de los ma-
.
res
y
del
camino
marítimo
: e
la
·1ndfa Orientall,-como veremos al ha-
b1a:r
del
siguieRte período.
P'.A.ISES
BA:JOS,
45.
Pero
no solo Ía It,alia ,
despertaba
del
letargo
tristísimo
de
la
barbaFie_,
ta~bieu
!Qs
d'ema.s
-p.
uebl@s
de E~ro]>a
en
·
su
afan
por
cons-
... ti'tuirse ~n nacionalidades, si:imbraban
la
semma
de
la
moderna ctvi-
lizaci0n y abrían_ senderos.no conoéidos
por
el
:Í!n1perfo
romano
al.co-
mercio y á
la
industria.
Les
néorlandeses y foisones
que
ocapaban
el
territorio
que hoy·se llama P~íses·Bajos y Holamta, bajo el ·cetro
de
J.a
casa
de
Bor
-
g:oña
c0nvktiero:n
e-n
plazas
de
tl
:epósito las ciudades
de
-
Bmbante;
:Fiamdes; Brujás, .:Amheres, estableciend0 almacenes,
bancos, escritorios, atJmy.endo á .todos los extranje:cos
por
me.dio ·
de
. li-bera,les disposü;iiones aduanales; y compensan.ele
por
medio
de sun-
. tuosas fábricas de paños, li:nes, armás,
buques
y vajiHa, , el
poC'o
ó li-
mitado
-comercio ,que direc-tamen.
te
haoian los regm:ie:olas de esas-ciu-
. d~des-(1
),
Pero más
tarde
y. con motivo· de la;crnQ;ad:as
que
llevaron
, .
al
;conde· de Flan!J;es·
al
trono
de
J erusalen,
su
comercio
adqui,11ió
·
u-na
. e;x:tension considera,bJe,
S1!1'
nayegacion y .arsenales ·
penetraron
hasta
el
mar
glacial y
la&
islasOrcades
en
el siglo
r;x,
así·como· á
la
líslaridfa,
á,
la
. Groelandia y
:;¡,)
· :náitieo; se hioieron- los
inter
,mediarios del '
CO-
'
merc\"9
,
Europi,,,
cqn.
el
Oriente·
que
entónces· se pus0 ·
en
contacto
. de
nue-yo
«;l!)D
~l
Occidente; estableGier.on pri:acipios
de
gran.libertád
para
el cpruercio extranjero y naciona1 .
en
una
·época :·en que
las
d_~mas -naciones . (G.éuov,a,
Veme
.ofa, ·
el
Hansa) se
hacian
la
guerra
por
,
m.edio
d(l nwnopolios y p11ohfüichmes;
establecieron
. sucursales
ó fact~rfa.e ,
en
,
ll@;l).dres,
.;aristol, A viñon, Lisboa;
Bare
.el0nª',·
fisa,
Gén:ova,, 'Ve,»ecia
-y
OGrás
cifülades; . instJiüuJer0n ·coruedor.es
para
qJ.J.e
iuter\íil).Lese~
ep.
.
las
"'transaoei:ones,
..
pr
.o
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·
te
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r,oµ
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eon;t;vatp
, d,
e:
.
se-g:ur-0.s
, tm,arítimos y,
hadan
un
..
inmenso
··
con-
1?'\lmo
.
de
·.
Íanas
:,y
,linos
In.g}at.e:i;ra,
.
Espáña
y .
Ber
be:11ía,
·
El
·
c:o-
mercio
que
sostenian
era
muy
variado: los alemanes les suministra-
ban
hie.r:r
.
o;
acero,_ c.obre;~
fatfln
¡
:;n1aderas
pcereáfos,
li;no,
,
cáñ~o,
-pez
,_
1 Pasaiban 1
de
SO
~
la;s
co'rp.
óra:éi:on~s
·
(rtnUJii'éipi~
's de iridirstriale's·orga;nii~dos. y
:reglamentados. ' · ' '
DERECHO
MERCANTIL
M.EXICANO.
63
y alquitran, peleterías, potasa, sebo, velas, ·cordajes, telas, crisfal,
te~
jidos de ·algodon, cuero, materias colorantes, sal, vestidos confeccio-
nados y otros artículos. de Nuremberg, ·
á:m
,
bar
amarillo, arenques,
carne, vino del Rhin, aceite, cera, miel;
España
y Portugal, vinos,
higos, pasas, dátiles, regalía, azúoar, aceite, jaoon, cera, hierro, mer-
curio, lana, seda carmesí, pieles de cabra; Inglaterra, fana, plomo,
estaño, cereales y pieles; Francia, sal, ·vinos, papel, aceite, paños,
materias colorantes y telas de seda y lana; Italia, especias, drogas,
azúcar, arroz, algodon, lana, materias 'colorantes, sederías, terciope-
los, telas de oro y plata,· canela, té, joyería, bisutería, alambre, azu-
fre y vinos de Grecia.
LA
LIGA
HANSEÁTICA.
46.
Miéntras que Flanliles,· Amheres, Brujas, etc.,
arrebataban
á
Italia
el dominio del mundo ·comercial en Europa,
la
Alemania,
re-
cientemente sometida al poder de Carlo Magno;
wbrió
su rela-0iones
comerciales
co,r1
-el Báltico, el Elba, el Wiser y la Escandinavia. ·
La
pesca, algunos cereales, los metales,
entói:J.ces
más abundantes,
eran
el
objeto de aquel tráfico favorecido por el imperio y por l0s peque-
ños ·soberanos, por medie de privHegi0s acordados á los industria-
les y á los comerciantes; sin embargo, y como dice un escritor, hasta,
el siglo noveno la
Europa
no tenia un verdader@ comercio en gra-nde;
y todos los distritos de la Alemania p0clian ·ser provistos ,por ·el
surtí-
-do
de
un
bnhonero, dadas las pocas necesidades y
de los
pueblos. Pero el industrial y el comerciant/3
se
organizaron
en
gre-
mios bajo la influencia ,de las instituciones municipáles de
Italia,
el
imperio les,otorgó:privilegios, los
seí'ioFes
feudales, procurando atraer-
se á esa clase,
la
acordaro» tambien.alguna próteccion. Eri aquella
época elpocler·-público era,irnpotente,'pam,hacer llegar á todos'los
súbditos las .garantías ·de
Ja
segutídad; 'los· pueblos :organizados en
. corporaciones
tenían
que defenderse
ya
en
sus ciudades· y en · les
oamin0s expuestos al ataque,del
band
.ido ó,del señor feuclal,ya 1
en
-l0scma:res
frecuentad·os por pi:tatas¡'estas,as0c1acioues sedesi'gmalfanen
Alemania con el
nO'mbre
· de
JJI'a
,
:ns~,
que
inás
tarde·
se
·
'.
bi.
zo
,
e,x:tensivili
á,
u.n:a
·agrupacion más·
podESF.osa.y:
un:-ive11sal;
·
el
labráaovsy •
e1
ag:vi-
cu!tor,
ca~i
siemp:i;~
sie¡;vo
en.Ja¡
~dad
Medí~,
'.Q.O
'.
sin~ió la ,con~hmcia
ni
, el :
a:gu
·ijon ·tie .la,
Iib.ertatLcon
ta11ta
:energfa:
'.(l.omo
,,
el
,c.
m:~:er
,ciante,
',,
64
J A.CINTO P A.LLARES.
cuya
activida1l necesita seguridad y libertad, y
aquí
por qué el
comQrcio
ha
sido uno de los agentes de
la
libertad
política.
Las
ciu-
dades de
la
Baja
Alemania,
Rhin
y Danubio,
fueron
las primeras,
por
su
comunicacion con
Italia,
en
copiar sus instituciones munici-
pales,
en
,&ustraerse
{\
las tiranías dél feuda1i.smo y á las
trabas
y obs-
táculos
fasuperables de la accion despótica del imperio.
Fundaron
la
liga
conocida con el nombre de liga rehenana; más
tarde
las ciu-
dades de Nuremberg, Ausburgo, etc., hicieron lo mismo, dando orí-
gen
á
la
liga llamada sirnva (
en
el siglo trece
_la
primera
y en el catorce
la
segtinda) y estas asociaciones que prepararon
la
liga
hanseática, no
tenian
más
.objeto que mantener
la
paz pública y
librar
al comercio
de los peajes arbitrarios de
la
alta
y de
la
baja nobleza. Más de
90
ciuday señores espirituales y temporalefl aparecen en 1?§5 for-
mando
parte
de la primera asociacion, y la, segunda contaba
entre
sus miembros las ciudades de Suiza y
ele
Alsacia, y así constituyeron
un
po_
der
casi polí-tico á cuya sombra
la
navegacion floreció,
la
in-
dustria
de lapoblacion alemana adquirió grande
importancia
y
las
expédiciones al Danubio, al Mediterráneo, á
Italia,
al
Oriente, á los
Países
Bajos, etc., hicieron á Ausburgo, NLuemberg, Colonia y
otras ciudades, centros de comercio intermediario
con
los italianos,
que tenían el monopolio
~lel
tráfico europeo con el Oriente, llegando
á
tal
gi;ado su riqueza, que establecieron bancos y
factorías
en las
:plazas más importantes de Europa.
La
éonsolidacion
del
poder im-
perial ó de
la
monarquía puso término á estas vastas asociaciones en-
tre
las que ninguna fué
tan
grandiosa y
potente
como
la
llamada li-
ga
hanseática.
47.
El
Bansa
(sociedad de mercaderes), debe
su
orígen, segun
se
.3ree,
á
una
alianza de las ciudades de
Lubek
y
Hamburgo
en
1241
para
defenderse contra la
piratería
y el vandalismo; y
esta
alianza
fué lentamente extendiéndose, de manera que
en
1361 contaba
ya
con
más
de
79
~iudades y extendía_ su
\:lo
minio
desie
la
ribera
.
del
Manso y de las islas de Zelandia
hasta
Reval en Sthonia, contando
- ¡
en
el
intererior
con ciudades
tan
imp'<>rtantes corn? Colonia, Dort-
mand, Munster, Soest,. Brunswick, Magdeburgo y con varios cen-
tros mercantiles de los Países Bajos, cuyo inmenso comercio acaba-
mos de describir, y penetrando
hasta
Inglaterra
(1
).
Su
poder pro-
. ' '
1 'Parece que en 1370 se ·
redactaron
los estatutos 6
la
constitucion' de ·
la
liga
hanseática; lentamente corregidos 6 adicionados .
hasta
1450,
y segun los
que
b¡o de vinos,
pai;ios,
telas; género§ coloniales,'frutas1 c,
ere31les,
cristak
papel y artfoulos
µ¡:i
lujo,.
J.i}n
}if ornega tenia¡n
1ft,
cé!ebr€)
faGtorfa de
Bei;gen (1} con más
~1~
22 departamento!'\
qu!:)
no
solo
eran habitacion
del
per;s{n3:~l,
sipo el punto de carga y descarga, y sobre
toc1o
plaza de
depósito· obligatorio_, pues solo por su interr.nedio podía ejercerse
el
CO:
··
mercio con el interior. Este· comercio cousistia en materias alil)'lenti-
cias, granos., harinas, paja cle'cebada, llidrQlllel, cérveza, tejidos tle .lino,
-y
lana,
en
caro
bio delo que
la
liga exportaba de Noruega, pieles, forros,.
manteca, cebo, aceite,
1nac1eras,
alquiti·an, p
ez,
p,
eAca
rlo
i~bumado
, y
sa,ll;l
En
Dinamarca
soJo
export¡¡,ban e n gran e
.s:ca
ila
. el
ga
na
c)9
. y
el aren.que de Escauia, en
preparadon
emn
ha.
bilí~ill?-OS
los ale-
ma:i¡i.es.
En
lps
PaJses
BfliiOS.
Ja
liga adpptó. ·
no
wrn
p,oJític¡¡,
de ;violen-
-cia, sino
el
e ~
iplom.,a
.cüJ;
y de
cálculo,,
y
obt~1
..
o, tle los concles
(le
F
lalJ.
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~.
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1~n
,:-
-,
nar
en
la
misma
Aleµiania,
centro
de
la
iga.
. . '
DERECHO
MERCANTIL
MEXICANO.
67
desarrollar la
industria
nacional,
lo
que
por
otra
parte
s13
explica
fácilmente,
fü,dQ
,,.
que
la liga era
una
SOGjedad
de individ2alid
ades
q
ue
buscaban
un
int
eres·
particular
y
:r;i.9
un
potler político encarga-
do de los intereses generales.
·
48
.
Aquí
concluye el período d e
la
Edad
M:ecl
ta
del
comercio;
durante
él
ha
dominado, como se
ha
visto, el
espíritu
y
la
iniciativa
individual, pues no con
st
ituidas
aún
las nacionafülaues, los
intere
-
ses mercantiles de éstas, consideradas como cuerpos políticos, no tie-
n
en
un
jefe que los dirija, impulse y defienda. Sin embargo, esa ini-
ciativa
individual de los municipios, corporaciones, ciudades
libr
es,
cofradías, etc.,
ha
preparado
ya,
aumentando
la
riqueza y fomentan-
do
la
industria,
el
conocimiento y
la
-conciencia
ele
los intereses na-
cionales y
la
necesidad
ele
convertir
en
cuestion. de defensa nacional
las
libertades
é inmunidades mercantiles; htt
preparado
la.,s
moder-
nas
codificaciones
de
derecb,o mercantil, iaiciad0
la
formacion de
cuerpos de leyes y reglamentos q,tle destacágdose y separ:1
\~
_e
del
der
echo romano, se emancipan cada
dia
·
mái;i
y
má,s
de
las sntUezas
jurídic
,:i
para
poner
en armonía la Iegislacion con las necesidades del
tráfico;
ha
proclamado el principio del pabellon
neutral
amparando
la
mercancía
neutral
y condehando
la
iniquidad
de los
impu
estos arbi-
.
trarios
y de los derechos feudales de naufragio y otros
no
ménos
bárbaros;
ha
inventado
la
letra
de cambio, establecido y
desarrolla-
do sistemas bancarios y conocido los beQ.eficios
del
comercio
por
co-
mision;
ha
reanudado el comercio con Oriente, visitado y enriqueci-
do
la
Eseandinavia,
penetrado
en las Américas, comunicado, á Ale-
mania
y Rusia con el resto
ele
Europa, y llevado á
Inglaterra
los ·
rmenes de su
futuro
·poder mar.ítimo;
ha
aprovechado,ó '
inventado
la
brújula, familiarizándose con todos los manes de
Enr9pa,
Asia
y ,
Africa, y establecido, i;ivaliüades y
luchas
:por el m~mopolio del
co-
mercio de Oriente,
que
impulsarán m
~s
tardé
al
gento á descubr-ir
nuevos horizontes
para
la
oivilizacion;
ha
creado las nacionalidades
-
de
Holanda
y las
Países
Bajos y derrrumado,
la
riqueza por todo;; los
ángulos
ele
Europa.
Los
, griegos, primero, conservan.
por
el cpmercio ·
los únicos vínculos
que
·
pueden
unir
á
la
bárbara
Europa
con
fa
.
a¡fü
tigua
civiliz:;icion; vencidos los griegos
por
la
conqu,ista de los
Atabes
· y
por
la
inteligencia
de los pueblos mercantiles de l'talia,
continúan
éstos · ( Pisa,
florenoia,
Génova y Venecia) como
los
únicos deposi:
tarios
del comercio
entre
Europa
y
el
viejo Oriente;
en
lucha
los
68
JAC:j:NTO
PALLARES.
I
árabes
con los italianos,
quedan
los
primeros
como los
intermedia
-
rios
del
con1ercio con
la
India,
pero las cruzadas les arreba~án
el
co~
mercio d.e
Palestina,
de Constantinopla y
de
gran
parte
del.Oriente,
difundiendo
en
Europa
por n1edio
de
Venecia
y Génova el · gusto,
el
lujo y
la
cultura; luego se presentan
eu
escena los
Países
Bajos
para
alimentar el comercio y fa
industria
interiores
de Europa, y
su
ejemplo es bien
pronto
seguido por
las
ciudad
es alemanas, que
co-
menzando
por
pequeñas asociaciones
para
defenderse de.los bamli-
dos,
de
los piratas, de los feudales y
de
los
tiranos, llegan á
fundar
la
más rica, poderosa y
activa
asociacion ó confederacion mercantil
que se
baya
conocido y que enseñó á las nacientes nacionalidaües .
cuál
es el camino que debe seguirse
para
conquistar
un
puesto dis-
tinguido
en
la
esfeFlli
de
la
prosperidad y d e
la
riqueza.
Pero
esta
gran
potencia mercantil de
la
.Liga Anseática
iba
ya
á
sucumbir
ante
las nuevas nacional-idacles que
surgían
ya
perfectamente
cons-
tituidas
del caos de
la
Edad
Media y
ante
la
jrivenil
pujanza
del
Nuevo Mq.ndo que
(ll
genio de
un
hombre
hará
surgir
del
cao~
de
un
océano desconocido.
V
ÉPOCA MODERNA.
49. Hasts. el solemne roo.mento en
que
Núñez
de Balboa contem-
pló atónito desde
la
cumbre de las cordilleras
de
Panamá
la
inmen-
sidad
del
Pacífico, pudo medir
1a
·h
umanidacl
la
grandio~a
obra
del
genio Colon, pues éste tmscaba solo
un
camino
para
las
indias
Orien-
tales, creyendo que las
primeras
islas Espáñolas
que
tocó
eran
par-
te
de aquella region asiática. Epoca
de
füfüre en exploraciones maríti-
mas
era
aquella en que
Portugal,
bajo
1a
iniciativa
,
de
Monarcas insig-
, nes,
pre
_
sentabá
al
mundo
navegantes
-
tau
aúevidos
corno el
Infante
D :
Enrique,
Bartolomé Diaz, el primero que dobló el cabo de
Buena
Esperanza, y Vasco de Gama, el primero que hizo el viaje. de circun-
v:alaci@n
del
continente
africano
para
llegar á las Indias; época de
grandes
hechos aquella
en
que
lo¡;
sabios, poniendo á discusiou las
ciencias de Tolomoo sobre
la
configuraciou de
la
tierra,
soñaban con
nuevos mundos
cuya
exi-ste·ucia afi~mabau con
fe
ciega, apoyáudo-
DERECHO
MERCANTIL
MEXICANO,
69
se en reminiscendas
ele
literatura
ant
igua (1), en textos bíblicos in-
terpretados al· capricho y e~ pocos datos verdaderamente científicos;
época de grandes em;ueños aquella en que los navegantes saludaban,
'como si fnera
una
nueva
tierra, las neblinas de los mares que enga-
ñaban
sus deseos y alimentaban sus esperanzas; époc~ de gloria, por,
_ último, aquella en que Pablo Toscanelli,
de
Florencia (llamado Pa-
blo el Físico, muerto en 1482), comunicaba todo el calor de _
su
cien-
cia
, todo el fanatismo
sus presentimientos y todos los datos re-
cogidos en sus profundos estudibs y en sus cartas y planos del
mun-
do al perseverante y tenaz genio de Colon, que despreciado en Ita~
lia,_no amparado
en
Portt1gal y acogido despues de muchos sufri-
mientos
en
Espaiia por
la
reina Isabel, salió
en
pos del deseado ca-
mino marítimo de las
Indias
Orientales del
Puerto
de Palos el 3
de
Agosto de 1492 y llegó á San Salvador,
primera
isla del Nuevo Mun-
do (Grupo de las Lucayas), el
12
'de
Octubr
e del mis¡no añó (1).
Cuando más tarde el Nuevo Mundo se sometió al valor y á
la
au-
dacia de Núñez (le Balboa,
Hernan
Cortés, Américo Vespucio,
Pi-
zarro y Magallanes,
la
silueta de Colon se engrandeció
hasta
la epo-
peya
y se pudo medir
la
inmensa revolucion científica, política, in-
ternacional, comercial y social que 1~ persevernncia de aquel místico
ignorante
habia
causado en el mundo.
La
cosmografía, la geografía
/
y
la
astronomía brotaron
d.el
seno de los errores y aun de las
fábu
-
las para medir con la escuadra
ele
la
ciencia nuestro pla,neta, com-
probar
su figura, calcular con exactitud sus dimensiones y
escrutar
los secretos arcanos de su vida y movimiento; l a historia natural,
la
l
Entre
los
pasajes
clásicos
de
Aristóteles,
PÍinio,
Platon,
etc.,
en
que
se
cree
descubrir
la
profecía
del
Nuevo
Mundo,
ninguno
tali
notable
como
el
sig
uiente
de
Séneca,
en
Medea.
- ·
"Vennient
annis
saecula
seris
uibus
oceanns
vincula
rnm
Laxet
et
i::gens
pateat
tellus,
Thetisque
novos
detegat
orbes
Nec
sit
Terris
ultima
Thule,"
Que en
castellano
dice:
"Vendr
á
un
tiempo
en
que
el
océa
aflojará
sus
'
ata-
duras
y
aparecerá
completa
la
tierra,
y
el
mar
de
scubrirá
nuevos
mundos
y
Thu-
le
no
será
ya
el
fin
del
Orbe." ' · '
l
Lástima
es
encontrar
en
este
desci;;brimiento, eli
que
se
desearia
vér
la
gloria
inm
acu
lad
a.de
un
ap
·
ósto
l,
de
la
ciencia,
el
rasgo
de
codicia
que
,t
uvo Colon
al
ne~ar
a~
primer
marinero
{Rodrigo,
n~tural
de
Tri
ana)
¡q'?,e
desc~bri
ó
tierra,
.,
el
premio
de
una
pension
de
10,000
maravedíes
·
ofrecid
it
por
el
gobierno
-es
pañol.
Este
rasgo
lo
narra
el
historiador
Lophus
Ruge.
H
asta
Agosto
de
1498
no
tocó
Co-
lon
en
su
tercer
viaje
la
tierra
firme
de
Paria,
pero
murió
despnes
en
la
creen-
cia
de
que
era
una
isla
y
de
que
Cnba
_
era
pai'te
del
c?
ntinente
asiático.
/
~.,
70 JACINTO
PALLARES.
antropología,
la
física extendieron el campo
de
sus investigaciones,
pues
.esa inmensa
reg
ion del globo i
gnorada
, con
su
flora, sus ha-
bitantes
y
su
configuracion, descMrió el velo
de
muc'lios misterios,
explicó
1:nuchos fenómenos cósmicos y aumentó el catá\ogo
el
e los
séres
conocitlos;
la
naveg·acion sobre todo y
el
comercio tomaron
rumbos
diverMs y adq1tirieron
nuevas
condiciones de
vida
.y pro-
f greso, pues como dice César
Cantú
(tomo Egipcios),
en
la
antigLie-
clad
el comercio se
reducia
á un simple cabotaje, deptmcliendo este
mezquino impuJso no
tanto
de la carencia
ele
brújula, como
ele
la
ig-
norancia
compleb;i,
ele
que n.ás allá del Atlántico
hubiera
otro con-
tinente,
de
manera que
la
intpóttancia del
descubrimiento
de Colon,
no consistió
tanto
en poner de manifiesto regiones desconocidas,
co
-
mo en el nuevo rumbo que imprimió á
la
navegacion
arrancándo-
la
de sus mezquinos derroteros
para
lan
zarla á
la
iruuensidacl
océ~nu; el comercio cambió por esto sus direcciones, pues ademas
de
comunicar por las
,fas
rápidas del
ma,r
á todos los pueblos, hizo
inútil
el em barazoso comercio
terrestre
que
en
la
an:tigiiedacl
era
el principal .
"I
Úel
que el marítimo solo
era
un
auxiliar.
1 · 5
0.
eete inmé1iso ·
áÍémnte
cimiento fúé
Portugal,
como hemos
dicho,
el
que t6mó la iniciativa de los clesc11bririüentos m
arí
timos,
Jiabiendo liécito el viaje de oircunval
at
ion
del
Africa
el
atrevi-
do navegante Vasco
ele
Gama guíen conquistó
las
primeras
posicio-
u-es
que '
10s
·portugueses tuvieron
en
Orient
e,
las
que
á
vuelta
de
pocos años aüi{iliriercn
gran
extension,.
fu
:ufüí,ndose
un
vi~eiuato
gobern'ad0 al principio por estafüstas
tan
notables. como Albnqnei·-
que.
Estas
posesiones, conquistadas _e~
lucha
s con
~os
natur
arns y
on
los árabes., auxiliados pór los genoveses, cuyo comercio iñtermÉ)-
éj.iario con
la
India
les arrebató
Portugal,
reduciéndolos á simples
piratas,
comprendian Sofala,· ~Iono~otap~, Mozambique, Quiloa,
Melindre
y
la
isla de Socotora
en
la
ee>stru
sudoeste
de
Africa; las
islas de Ormuz, Bahrein,
en
et
golfo pér~ico depe~dientes
de
Goal, .
en
la
Arabia
feliz; en él
Indostan
desde
el
golfo
Cambuya
has,ta
el ,cabo ,co:morin, inclusa
latsia
de
··
CeHan;
en
J,ás
·domas costas del
Indostan,
:.\1.álaca,
N
egapatan
y
Me
Ha
pur;
en
las islas
de
Sonda
eran
.
cltu3ños
de
te>das
'las
MolucMi ·
en
ó-hrn
·a
Mquiriéron
la
isla Maca-
co,,
,y
en
el
Japon
tuvier.ori. ·1i!'princiipio factorías y posesiones
que
"
p~rélte'roli
:iriás
tarde
por
sus.tles'
ru.ane's
y tióteücírís, obligando
al
·
Em-
.
perador foltrtojrurlos del i
ro
perfo y á ,imponerles crmiles 'castigos.
bon
72
JACINTO
PALLARES.
la
compañía
de
las Indias Oriental
es
,
por
la
redencion ó conv
e~
sion
de
los indios y
pQr
la colonia ó falansterio de los
jesuitas
en
et
Paraguay,
que
muy
pronto
fu
é
el
teatro
de
un
·comercio vivísimo
cl
e-
azúcar, cacao, café, vainilla, zarzaparrilla, añil, pieles, algodon,
ma
-
deras
y sobre todo diamantes, cuyas riquísimas minas hacieron
baja
i:
en
toda
Europa
el precio de estas
piedr
~s preciosa
s.
Pero
á diferen~
cia
de lo que
pasaba
en
la
India
,Oriental, el comercio del
Brasil
es-
taba
monopolizado
r,n
favor
-de
la
Compañía de las
Indias,
lo
qu
e
originó
uu
contrabando
en
grande escala con las
posesi
es
portu
-
guesas
de
la
isla M
!/>
dera, las Azores y sobre todo de J a
maica
,
de
don
-
de se
exportaban
para
el Bni,sil esclavos y
otros
productos.
Vin
o.
-
despues el fatal descubrimiento de las minas
qu
e a llí, como
en
M
é-
xico, absorbió
la
actividad de los conquistadores y empo.breció
la
agricultura,
la
indhstria y el comer¿
io,
agravándose
est
a
situacion
co
n-
:µuevos monopolios concedidos por el Gobierno á, dos
compañ
ía
s,
un
a,
~amada
de Amazonas y
Para
(1755), y
otra
de
Pernambuco
(1759)
,.,
cuyos privilegios destruyeron
la
compañía
primitiv
a, á
la
vez
qu
e
~e
concedió el monopolio de la extraccion de
diam
a
ntes
á
otra
com-
pañía
que adquirió el derecho de
recibir
mil
quinientos
francos
por
~.ada esclavo que emplease, y contrajo
la
oblígacion
de
entregar
a
l..
~obierno
los diamantes de ciertas dimensiones que
encontrase.
Es-
te
sistema de monopoFos que
limitaba
á
determinados
puertos,
á
,número de flotas,
en
determinados
.períodos, el comer~
c_lio
del Brasil con Lisboa, fué causa de
la
decadencia
de
esas
inmen
--
sas posesiones americanas que no
entraron
á
una
nueva
senda
de
-
prospericladad] sino cuando
la
·casa
Braganz
~ [
refugiada
en
e1
:Brasil fundó
un
imverio independiente
en
1
SOS,
único
imperio
qui
--
_ convertido hace poco de
una
manera
pacífica
en
.
República
de-
mocrática
. · 1
. 52._ Lisboa era el centro único del comercio de
Portugal
con su
s.
.
posElsiones asiátic'as, africanas y americanas: sus bosques
de
Sieira
á
Mon_dongo-alimentaban s.us arsenales:
su
marina
mercante
y de gue-
rra
era
quizá
la
primera
marina
de aquel siglo: en sus arsenales s
e-
construyó
la
mayor
parte
de
la
Esouadra invencible:
en
la
pesca
de-
tel'.r~nov.a
tenia
cincuenta
l.'rnques
: el comercio de
Oriente
estaba
,
porque 'el cos
to
. de conduccion,
era
fuerte,
dado
el vo'lúmen. de,
la
mercan
cía
,
y,
por
e$O se
usaba
s
bi
en
de
la
miel que del' azúcar,
hasta
que
esta
se
cultiv
ó
en
,,
Amé.rica . . , · · ' . , , · · · .
..
DEREC
_HO
MERCANTIL
MEXICANO.
73
en
sus manos,
pues
á Lisboa
acudiau
los buques italfanos dominado-
res
del
Mediterráneo
y los holandeses y
hanseáticos
dueños-del co-
mercio
delNorte
_y Noroeste
de
Europa.
Pero
vino
la
dominacion
española y con ella
la
decadencia de
Portugal,
pues
Felipe
II
cerró
el
puerto
de
Lisboa, incorporó
la
ma
rina
portuguesa
en
la
española;
el
fanatismo religioso minó
toda
la
actividad
industrial
de esa
nadon,
patria
de M
aga
llanes;_ el calendario
portugués
-tenia; 139
diasfestivos
ó de ocio; la
gue
rra
que sostHvo con
España
empobreció
_s
su
in-
dustria
y comercio; su
agricultura
no
bastó
para
sus
necesidades y
tuvo
que
pedir
trigo
á
Ámsterdam
y vestidos á Holanda, sin
poder
dar
en cambio más que _sal y vinos;
víctima
de
$U inexperiencia,
el
tra-
tado
de
Methuen
(célebre diplomático inglés) de 1703
la
condenó á
un
servilismo económ1.co
á,
favo1
: de Inglaterra.;
pues
habiendo
perdido
la
Bretaña
su mercado de paños
en
Génova, adquirió el derecho
de
im-
.
portarlos á
Portugal
con
mu
y bajos derechos
en
cambio
de
otrasreba:
jas
acordadas á los vinos
portugu
eses, quedando así
destruid
a é
impo;
sibilitada
la
industria
fabril portuguesa.
Este
imprudente
tratado
pro-
dujo sus
natu
ra
les efectos:
Inglaterra
acaparó el comercio con
Por-
tugal
y sus colonias, no solo de paños sino de otros artículos': el Tajo
quedó desierto y el Támesis se
hi
zo el
centro
del comercio europeo:
fundó
la
Gran
Bretaña
su Banco en PórtJugal, donde se colocaba el di-
'nero al 10
por
ciento, que en Lóndres se 'tomaba al 3
por
ciento: el cam-
bio
entre
Lisboa, porque su balanza
mercantil
subia á cinco millones
·
c1e
· pesos, llegó á
ser
de
quince por ciento: casas
ing
_lesas se apodera-
ron
de los negocios de
Portugal:
del
Brasil
sacó
la
Inglaterra
en se-
senta
años 2.400,000 peso·s en oro: ésta
ba
prohibido'
en
Portugal
la
ex-
portacion
de
la
moheda, y _dos buques ingleses, exentos
de
todo regis-
tro, s'alian 'todos los meses de
Lisboa
cargados de metales.
Bajo
tan
desastroso protectoracló,
Portugal
sucumbia
de miseria y fué
en
vario
que
el
gran
estadista
Pombal
conociese el mal y sus causas y quisie-
se remediarlo, pues si en el órden político y1social persiguió los pri-
vilegios de
la
nobleza, expulsó á
lÓs
jl:lsuitas, combatió
la
influencia
clerical, cuyas inmunidades, estancos,
hábitos
de ocio, dilapid
;rn
ionesi
ahiortizaciones
d,e
capitales,
contribuían
á
la
in
ercia comercial,
en
.
el órden económico quiso
crear
artificialme
nte
riquezas y aptitudes-
violentando
la
.
natiiral
eza física y los caractéres bajo disposiciones
tan
despóticas como desacertadas.
El
suelo de
Portugal
producía
vino
y quiso que
produjera
trigo, destruye~do
bárbaramente
los
v.i-
...
74
· JACLNTO
PALLARES.
ñedos;
exi-gió
díploinas científicos
para
ejercer la industria de la se-
cla;
arrancó de sus hogares á las gentes
para
obligarlas á fundar nue-
vas poblaciones; prohibió
la
tnataüzá de reses p
ara
fomentar la -cria
de
ganados; .mónopolizó el .comercio de la In'clia y
de
\a.China en fa.
vor de
un
rico comerciante, y el
co
rnercio de vinos en favor de
otra
compañía; re
st
rjngió á beneficio de
otro
establecimiento el dereclío
de
prestar dinero; en una palabra, hizo pes
ar
· sobre todas las liberta-
des el reglamentarismo más minucioso, despótico y enervante de to-
da
acfrdtlad, sin que al
fin
hubiera
podido emanci
par
á su
pat
ria
de la tiranía mercantil y económica de
In
g
laterra
que tiene bajo
su
protectorado al gran país que abrió
Ja
,~enda de. los descubrimientos
marítimos y cuyo imenso potler, destruido por España, arrebatado.
por Holanda, disminuido por la
~ma1rnipacio,11
,del
Brasi-1,
ha quedado
sofo
·
como
un
recuerdó·de glorias pasadas .
ESPAÑA. · ,
'
53
. 'Entré tanto Espaíia, cuyas conquis
tas
·
e~1
América abrieran in-
menso campo á la actividad levantisca y quijotesca de. sus hijo'
s,
qlle
d~spues de la conquista de Gra~ada. no
tenian
otro campo
13n
qu·e
desplegar sus energías -puramente g~rnrreras, 'se 'lanzó con frenesí á
fa
explotacion
ele
las riquezas mineras del
N11(
iv'o Mundo, de8defíari-
clo
hacer de sús nhevas pos
és
iones coÍonias de industria, de comerbio
Íibre,
ele
riqueza agríéola.
La
hi
~t
oria del comercio de Méxic¿
el~-
~
f ( " ' j
rante el Gobierno colonial, del que más adelante vos
ocupamos~
es
ia historia del cprnerci~ español con
todas
sus posesiones exteriores.
Al consumarse con
fo
toma de
Granada
la reconquista del terrf-
torio espafíol, éste perdió to
élas
sus f~entes
cié
ríqn~za porque la ex-
pulsión árabes y judíos, rai'as ambas industriosas y activas, y' el
. J , . ' . )
predoi,
ni
nio de una nobleza enemiga
clel
trabajo
y del trá1ico y de
un
-0Ieró
numeroso que
tel).ia
en sus manos amortizada
fa
riq11
eza .
pú.l1li-
-0a,
rediijoia n
ac'io
n espafiola
á,
la más
rápida
decadencia. EIUpeiía:
-da
en guerras extranjeras inútiles
pam
España
y
~~lo
provechosas
á.
la
casa
cie
Austria; agotamlo sus· recursos· en
1~
guerra
córi
Portu-
gal
(l)
para
arrebatarle las Molucas, sin resuit~
do
útil ninguno,
:mo
~
.,
¡ ' '
·. 1 'En 1404 el
Papa
Ál'
ejandr'o
VI
dividió,
la
tierra
en
dd;
mitades, tentendo
por
oase
un
meridiano
1
tomado
á 10 milhrs
del
Oeste de l
as
¡Azores, dando á los
es-
pañol
e~
la;s
pdse'
siiii;íes
que
á.e~
·
cubri
eran
a l_
Óes~e,
y á fos p6rtügu:Cse1
s Ías
del
Este
. · " · · r
,76
...
....
.
,_
..
..
.
. ..
,...,
.,
.---..
,,
.
,t
,.,
-y
-
J.A.ClNTO
PALLARES.
hicieron
señoras de ese comercio
por
medio del contrl.tbando no solo
con
1~
tolerancia, sino con
la
complic,idad del
Gabinete
de
Madrid,
que
conocia
muy
bien
qu!3
no 1)odüt evitarlo, pues
España
no
podía
abastecer
á sus colonias, y Rouen, Louircoz y
San
Quintin
sostuvie-
ron
allí el comercio de tejidos de Íino; Lava],
el
de tejidos lisos y l
a-
brados; Morlais, de cretona~; Chalons, de medias; Amiens, de sargas;
Lila, de lencerías; Tours y
Lion¡;¡,
de sederías; Génova,
de
terciopelos,
cintas, brocttdos; y otros muchos artíc1üos
Francia,
Holarnla é
In-
glaterra.
De
esta
manera
Bspaña
iba
'fatalmente recibiendo el cas-
tigo de sus desacie:-tos económicos y políticos
por
las
severas leccio-
nes, del contrabando,
para
perder
más
tarde
hasta
el dominio políti-
cc,
de
sus posesiones americanas (1810 á 1821 ), como
ántes
habia
ido
perdiendo sucesivamente _las demas posesiones ultramarinas,
San
Eustaquio
Curazao ocupadas
por
l?s holandeses
en
1632, Guada-
lupe,
La
Martinica y
Santo
Domingo en 1630 á _1641,
Jamaica
ocu-
pad~ por los ingleses
r.n
1665,
Santo
Tomás
por
los' daneses
en
1671,
y al perder estas posesiones y con ellas
su
comerc\o y sus tesoros, se
encontró en
la
situacion
m{ts
triste,
pues
al
desastroso si~
tema
eco-
nómico qlte hemos
dei;ocrito
hay
que
agregar
los impuestos vejato-
rios que se cobraban, los privilegios de
la
' -poderosa coll?pañía de la
Mesta, formada de grandes pro_pietarios de ganados
que
destruían
la
,agricultúr~, los inmensos bienes
inculto
s
que
poseia el clero,
prodigalidad de
títulos
de nobleza que
estancaban
la
propiedad
raíz
y ·
1a
inm
deuda de 172 millones de ducados. Con razon al prin-
cipiar
el
siglo diez y ocho l a
España
tenia
por
toda
poblacion 5 mi-
llones
700,000
almas, incluyendo
en
ellas
(1)
400,000 eclesiásticos.y
13,000 monjas con 10,000 conventos; con
razou
Scher6r
nos
-dice
que
la
misma Roma antigua, sea cual fuete el graclo de-decadencia y
po:s-
tracion
á que. su régimen político y económico
la
hubiera
conduci-
do, no fué
tan
humillada como
España
(2),
bien
es
verdad
tlUe
á Ro-
ma
Je
faltó felizmente el elemento clerical que fué el
gusano
roedor
de
. este último país. Orgulloso, meridigo, io.capaz
de
administrar-se
y defenderse, sin flota y sin armas,
sin
cometcio y
sin
indu
stria,
el
pueblo
español
pudo
ser borraclo fücilmer¡.te
de
la
l~sta de los vivos
1
Es
decir, un
clérigo
6
fraile
por
ca
.
da
14 habitantes!! .
2
Se
refiere á ¡o que ·
aconteció
bajo Cárlos
II,
eli qu!l siendo
insoportables
los
impuestos, se
cerraron
las
f
ábricas,
y el ·
gob
ierrio,
exhausto
de
recursos,
tuvo
que
tolerar
que los·monjes
mendigasen
en su nom_
bre
á l as
puertas
de
los
ricos.
DERECHO
MEJWAN'.l'IL l'llEXICANO.
77
sin necesidad
ele
una
nueva
invasion
bárbara:
el primer conquistador
que
hubiern
llegado
habria
podido
cumplir
esta
mision.
Pero
el sis-
tema
político de
Europa
no
admitía
semejante desarreglo
en
su equi-
librio; así fué
que
se sostuvo
la
indepen clencia
ele
España, cambian-
do solo de
dinastía."
54.
Al
advenimiento
de
la
casa de
Borbon
con motivo
ele
la
paz
de
Utrech,
España
no solo· se
vió
libre
de comprometerse
en
gue-
rras exteriores
para
favorecer
intereses de
la
casa de Austria, sino
que encontró 6n
la
nueva
dinastía
más
libertades
y
hombres
ele
Es,
' .
taLlo,
que
si
bien
no
alteraron
el predominio exc'lmüvo de
la
rcligion
católica, comprendieron
al
influjo de las ideas por las leüciones de
la
experiencia, que el
Estado
tien~ deberes tnás ·nobles
que
el
de
consumir y
agotar
las fuorzas y
actividades
de
los pLrnblos
en
perse-
gnfr moros y judíos, asesinar herejes,
degollar
protestantes
y em-
brutecer
los
espíritus
bajo
10,
rigidez
de
dogmas
paeriles.
La
escuela
regalista
comenzó á
predicar
sus
futuros
triunfos, el
Estado
_ procu-
divorciarse
de
la
Iglesia, el Cardenal
Alberoni
aten~ió de prefe-
renia á los intereses · profanos ó materiale1, del pa:ís siguiendo el
ejemplo
ele
Colbert
y las ideas de Fran.cia,
cuya
ordenanza de 1669
declaró
que
nada
tenia
ele
innoble eJércer el comercio
en
grande,
fom~ntó
la
~
griculturn,
estableció los Pósitos, permitió el
acota-
miento de los viñedos
contra
los privilegios
ele
la
Mesta, estable-
ció bancos agrícolas y fábricas e lana, y los resultados de estas y
otras
refermas no se hi0ieron esperar, pues'
bien
prontb
la
p~blacion
se elevó á
la"
cifra
ele
10 millones de alnrns. Esta:;: ,medidas y
la
filo-
sofía
moderna
qúe
alumbraba
ya
los espíritus,
preparó
el adveni-
_miento
de_
la
administracíon de Cárlos-
III
que, dirigido por estadis-
tas
nútablcs como A randa, Oampomanes, etc., expulsó á los jesuitas,
abrió doce
puertos
de
la
penfnsula '
al
comercio con las colonias, des-
truyendo
el
o..i.lioso
monopolio
ele
Oádiz y Sev,illa; abrió
tambien
nue-,
vos
puertos
en
las
colonias; reformó 'los impuestos y
la
aclministra-
~on
hacendaria
·y
política
sobre el molde de
la
·ordenanza de inten-
dentes de ]!r~ncia; fomentó el
cultivq
del
azúc
,
ar
y de otros frutos
'
naturales
en
Cuba
que
hasta
entónces
habia'
sido ·cop.siderada como
simple posicion militar; se fundó el
banco
de
San
Cárlos1 se estable~
cieron compañías
para
el
comercio con Caraaas y otros
puntos
con
mengua
de los antiguos monopolios, y
todas
estas medidas
dieron
por
resultado que la
mnrina
española, que
al
concluir
la
dinástía
r '
78
J.A.CINTO P .A.LLARES.
austriaca no
tenia
nn
solo buque,
cont
a
ra
con 160 roer.cantes al ter-
minar el gobierno de D. Cárlos
III.
Más t3:rde vinieron las infamias
y bajezas de Cárlos
IV
y
Ferna
ndo
Vll,
la guerra con Francia, las
Górtes españolas, la Constitncion
ele
1812 y con
eHa
up.a serie
(te
ré-
formas políticas, económicas y bacendarias que destruyendo mono-
polios, desamortizando los 1lienes raíces,
limit
ando los privilegios
del clero y
la
nobleza, füvorecioúclo
la
libertad, abriendo al comer-
cio casi todos los puertos de la península, réglamentando lós impues-
tos, etc., etc
.,
hicieran
que
España
entrara
á h comunion comercial
y política
ele
todos los pueblos de
Europa
y fuera restaurando poco
á poco sus fuerzas perdidas hasta llegar á ser, como es, nna potencia
marítima y
una
de las que sostiene activo come~cio con sus anti-
guas posesiones de Ultramar y con casi tollos los pueblos de Eu-
ropa.,
HOLANDA.
, ·
55.
Sin
~mbargo, sus dominios asiáticos quedaron casi todos·eu
ma-
no.s
de los,ingleses y
ele
los Holandeses. Los PaJses Bajos, cuyo
es-
t~do de 'prosperidad comerciaÍ y cuyas luchas CQD la lir b~nsiática
heI.!10$
visto
y.a.,
ten(efülo · como centro de sn gran
movimien_to
á
Brujas primero y despues á .Amberes, esos países incorporados á·
Es-
Pl;liía
clm.:ante
la dominacion Austriaca, tuvieron que sufrir
la
tira-
nía,
el.
de&p.o:tismo
sat1
;guin_ario de
Felip
.e II'. InclimJ,dos á las ideas
prot().sfa~tes por carácter. de raza y
por
e~
espíritu
ele
independen-
cia y libertad qué se adquiere en la
prácticá
del
co1:11ercio
interna-
cional,
1as
Jll16vas
doptrinas religiosas 'hiciei:on prosélitos ' en esas
ciuclade~ ·libres, cuyos privilegi
os
comenzó á minorar Cárlos V y
cuya destruccfon absoluta procuró á todo trance
Felipe
II.
Son des-
gam:adores los.cuad,os
que_
presenta esa lucha de
la
libertad
contra
el sombrío despotismo del'rey inquisidor: ciudades enteras entre-
gadas al incendio.
y,
al pillaje
ele
Ta
soldadesca cató1ica: poblacione:
, enteras con bomb;res, mujeres y
11iñ9s
asesinados vilmente por los
sicarios de
la
réligi@n;
Amheres frié completamente destruida; más
de
, 200,0.00 personas huyeron al extranjero,
Me
~arido á otros pueblos
su industria, sus capitales
.Y
sus talentos; las embocaduras del Escaut,
del Meuse y del
Rbin
fueron c~ri:ad_as al comercio,
y.
todas las pro-
vincias del
Sur
payeron bajo el tétrico dominio
de
Felipe
II,
que á
·
DERE0HO
MERCAN'f~L
MEXICANO. 79
la
vista
de
tanta
ruina,
·
de
tanta
sangre, .
{le
,tanta¡ d_osvlac(on y
de
tanta
mrseria, exclamó.
oo:Q.
rin fanatisil10
irritante:
que
';Jtás
qu~tia t ~
ner por súbditos un pueblo
de
mendigos, qite un
mieblo
de
herejes.
56.
Por
fortnna
l
as
provincias
septentrio.nales
de
Jos
Países
Ba¡-
jos
escapa~·on á
este
sombrío
anatema,
defencliemlo con tenacida~l!
su
ind
ependenc
ia
bajo el
nombre
de
República
de
las
siete
Provine
cias,
que
más
tarde
se llamó Hohtnd:a y
que
continuo
en
Amster-
dan
la
floreciente
act1v
id
ad
de
la ·
de
sgtaoüi,da
Amberes.
(1).
Sus
flo-
tas
llegaban
á
Lisboa,
dueña
entónces
del coJµercio
de
la
India,
para
' . 1
repartir
en
el
Norte
de
Europa
los
productos
d{l
aquella
regioni
pe-
ro
España
en
la
época
de
su
Jomíñio
e~ Port11gaJ
combatió
y
prbi-
bió
ese
com
e
rcio
de
.la
Holanda
y
ésta
¡;e
v~~
ob1iga¡:la á 1;
mscar
Ulil
camino
directo
para
la
India.
El
azar
favoreció
sus
fle
.seos,
pues
Qor:-
nelio
Houtman
ofrecí.ó:
si1s
$er.vicips
en
0,:1,mbio
de
, su
libert~d,
cny,9
rescate
pagó
una
sociedad
de
comerciantes
holandeses, lil;>rándolt;
de
.
sn
prision
eri
Lisboa.
Este
at.re,vid.9 fütyegantfl, evit¡ln~l0
la
,
:i;11ta
s~gui~l_a
por
los port-ugJrnses,
abonló
la,
cos_t~ septent;i:ion_
al
d.e
Jaya
.
en
15-96,
abrieudo
así
un
sendero
que
pwmitíó
á los
bo~al/,d~se,s
in-
v:ad
ir.
los
dominios
orienta,lei,
de
,EQi;tugaJ.
.A,
est~.
\lf.e~to
s,e
r
,wtl
ó lª',
sociedad
de
las
Indias
Orientales
en
ll:!
ílE:I
func1i<
,won p;rnJtitu4.
~le
pequeñas
soc.iedades, cuy.a r~vaJida(l
emb3;n\zJ1,l;>a,
,el,
co~
,
e1;
_ d~
la
_
India
y
la
cual
recibió
del
Gobieqw
, proteccfoq y pdv:ileg
'.
is,
eQ-
menzando
ms
op
.eraciones el
20
(le
J\:[¡;¡rzp
c\e
+~OO
y ,,m
,Jl'
~S
~ccio:q,i~,
tas:
tenian
varias
cámaras
ó direpto;cios ep .
.A,mst~nll½Pi
~ifl,ellmrgq,,
D.elf, Rokter{la¡in,
Horn
y Entuise11 con
un
c01lillté
cei;i,tral. ]1~t~
comp
ít
ñía
gozaba
del
derecho
de
tener
J;
q~r!(~i;,
,. d~ . 1~
ar
y
ti1¡1rra,
d,
l¡ll
ele
lrncer
la
paz
y
la
gaerra,
editi,ca,r cilJdades,
f11,nchg.·
c~l~mias,
aci1-
:6,ar
moneda, p1.'i"iilegios
que
.go~abi\ pQr di;iterqlinarlo.
ti~rr;i,po
y
cuy~
renovacion
le
costab.a
sumas
it1m.ensas q_
qe
p;.lgaba al
.
.1\+
r
madf',
on
semejante
poder
la
compañía
,,
eµ~.r\)
en
re~aciones y trat:;i-
dos
{lOn
19$
soberanos indiQS, se
{1,ppder6
,
(1e
l~s MoJ.uq~s de~pnes
una
lucha
enqar.nízacla;
~e
estable.ció
e~
Qeilail,
e;11
Java,
dO;IHle
fomló á 1;3otavia (la
perla
del
9,r,i(;l
,
lil.,te)i
fü\SJ>l-Wtl
qe
tma
,
luc:P,1:1,
C~J:).
·
los
ingleses,
en
las
costas
de
M¡alabar y CQrqwanMJ,
en
E~g~~a,
e:g.
Timor,
en
Bo
_rneo,
en
Snmatra,
en
1\,:-u
.cap,
en,
FoJ;+JW
,
sa
~
~!l
IJltl!
.
WA
1 Amberes y Brujas
no
estallan
situa\10.s
qm,a
d1;l
i:na¡; pero comurijc
¡¡
bai¡i
, con
,_
él
por
el
Scaut
gue
fué
cerrado
al
comercio por el Gobierno Español,
come,
un
siglo
ántes
había
sido
cerrado
e! Zuin á conse·cuiinéia qe
¡a
gu~rra. 1 • ' '
80 J A.CINTO
PALLARES.
de
Cauton, el primer puerto chino,
en
el . Japon, donde fué prote-
gida por el Emperaclor, y
en
fin
,
en
casi todas las posesiones portu-
guesas, que con excepcion de Goa,
Diu
y otras de menor importan-
cia, le fueron cedidas en la paz de
1669.
La
prosperidad y riqueza
de
este comereio fué
tau
gr~n.de, que
en
los primeros años los accio-
nistas de
la
Uompañía recibian dividendos anuales de 15 á 20
pg:
cada
año hacian el trayecto entre las
Indias
y
Holanda
40
. grandes
navíos cargados de thé, sándalo, arroz, azúcar,
piedras
prec
iosas y
demás artículos de las Inclias, de China, del Japon,
la
Arabia
: cuyo
co~
ercio con Eur~pa
se
hacia
en
Amsterdan, pagándose al Oriente
todo este tráfico en dinero y solo_ alguna
parte
en
telas 6 paños de .
Holanda:
un
Gobernador General nombrado
por
la
compañía admi-
nistraba
esas inmensas :posesiones de
la
Inclfa, residiendo
en
Batav.ia,
que era el centro
de
toclos
los uegoci:os y el punto de
p~rtida
del
comercio.
57.
Pero esta inmensa pros1ieridad
en
Oriente hizó perd~r á Hü·
landa el sentimiento de la it'o.portancia del comercio europeo, del
cual, como· hemos visto-en el anterior período, . quedó én posesion-
despues de la liga hanseática. Guillermo Uslink en 1615 propuso
la
forrnaúion de una compañía de las
Indias
Occidentales semejante á
la
de las Indias Orieutales,
la
cual fué aprobada
por
el Gobierno
en
1621
coÚ
ei°
;ivilegio exclusivo del comercio con las costas de Afri-
ca y las
Am
ér
ieas. _Sus primeras conquistas fueron
en
el Brasil,
pe-
ro
la
mala administracion
qn@
allí
es
tablecieron y
lm~
guerras con
_ España le quitaron sn transitorio dominio
en
1661, p
agá
ndose á
Holanda
un.a
indemri:i
zaci:
on
8 lllillones de
:florinP.s
por
esas pose:
siones cuya pérdida le privó
ele
las graneles riquezas del
Brasil
y
cu-
yas plantaciones de azúcar, café, piedras preciosas, meta;les, etc.,
ad-
~
quirieron. despues inmensa extension. ·
En
esa misma época pe¡clió
Holanda sus establecimientos llamados
N1i
ev
os
Páíses · Bajos,
si-
tuados en el terreno ocupaclo ·hoy por Nueva-
York
y cuyo' objeto'
.
era
fac~litar
la
pesca en el Banco de Terranova. Solo más tar-
de, en 1634, pudo apoderarse H0landa de las islas de
C1i.razao,
Be-
naire, .Alves y Aneba, hácia
la
desembocadura del Orinoco, y ade- ,
mas
la
Guayana, únic,
os
puntos de su comercio con América
._
y desde
donde hab,ia organizado
ün
inmenso contrabando, protegido
por
su
papellon neutral. Sirr°embatgo,
l¡1,
paz que sig1ü6
al
tratado de
Utrech
,
.
·~
~
, ' ' .
.)
. )
preludió
la
decadencia de estas colonias y la
ruina
de
la
com.pa-
DERECHO
MERC!A.N:ll!~ MiE'XICAN:0,
.::_
81
¡a'í
.
ia,,
,siendo necesario ,que el Gobierno autorizase la f.únclaciQn -
de
,
0tr
,a :
en
:h6
i
75,
·que duró
hasta
:
L79~,
·sin ·que
'.
dier.a .mejores .r,esu1ta-
rdos. ·
. · ·
58
..
N:0
p011que
Rolanaa
hubiese ·monopoHzado el oomellcio de ,
h1is
ln.dias!ni tomado .giran ,
parte
· en el
cl:e
América, iabamlonó
sbí.
·
c:0mer-
,cio jntermediario ·
c_on
Euro
,
pa
que ·se l'imdabl1 primero ·e.n
su
· lal!ga y
grande expeni~ncia, sus inmensas ·relaci0nes y su
pericia
acabad~
-
en
.construccion de buques mercantes,
p.ues
,miéntras los demas pue-
blos ,se ocupa;ban solo de
la
:
marina
:de guerra, Holanda, -
cuya
-situa-
cion ·geográfica y cuyos ríos ,de difícil acceso ·obligaron á sus ·habi-
ta11tes· á ser buenos pescadores y
na.
iVegan
tes, se dedicó ,la cons- r
truccion
de buqnei;¡ mercantes y.se cálculaban en más de 2,000 los
ele
.
gran
calado y
en
60,000 fas pequeñas em:barcacio'nes dedicadas·al ,ca-
·botaje,6 ,á
la
pesca. :Esta·e
:x:
uberancia
Dil-arítima,
si es
lícito
e;x:presm•
:
,se así, convirtió á los holandeses
en
.fieta€l0res de
toda
Enro
.pa, de
-manera que cuando no .comer.
eial.>a11
por :cuenta·vropia, fletaban sus
buques
á empresas y á naciones extraiijeras. ·Con mejante p0der
los holancleses ·
se
apoderaron.del comercfo del Bá!.tico, despues'dé
la
/
ruina
1de
la
liga hanseática; del de ·Rusia, fandando
.e
n
Argel
nna
_
gran
plaz3!
comercial;
del
de Po10n.ia, por
-el
Vístula
y el D:mtzick,
-de d0nde tomaban granos que di-strilmiau
en
-Euno.pa, como distri-
bufan
las
maderas, aceites, pez, .:
cáñam@s,
etc.,
ele
Rusia; del de
Sue
,.
-cia,, cuyas exportaciones de
co
0bre monopolizaron; d el de Inglatevra,
-cuy.as luchas ·con
España
le ,obligaban ·á
abandonar
á-
lm
ques holan-
deses
todo el comercio ·exterior, .consistente.
en
cobre, e_staño, carbon
de
piedra, salitre, hilos de lana, ·paños, te1as de al~odon; del
o.e
F.ran-
,c
ia, cuyas guerras con Austri¡¡,
la
ilnpulsar.on
~
favorecer y
prot
eger
-e
l com ercio'holandés que rnon.opolizó más de dos
ter{}ios
del comer-
cio francés, no solo exterior, ·sin0 de ,cabotaje; del de
España
y Por-
tugal, cuyos puertos
-les
abrió el
tratado
de
Westphalia
en los ·que
su
notoria superioridad marítima alejó muy
pronto
la
concurrencia
,
de
otros rivales, apoderánclorn ·de
toclo
el comercio,
e:x;cepto
el.
ame-
r,icano, y ],levando a esa
península
,arr.uinada .cereales y ;granos
en
camb¡o de oro y de lanas, que consumían
en
sus fábricas de Leyden ó
d
!istu
i,
bl!l.ian
en
·:
Inglruterr.a y Francia; del de ital.ia r 1los -
de.mas
países
·
del
Mecliternáneq, donde Géuovn y Venecia cediero.n .e'l1mesto á ·
i.:rrrs
·:
terdam
que
podía
dar
á
rri'.ás
bajo precio
pe-s~r
rde la,cir'cunnavega-
oion del
Africa
y no tomándolos clirectamente·de:los vecinos mercados
6

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