Derecho Mercantil Mexicano. Parte 3

Páginas41-60
/
/
42
JACIN'.rO
PALLARES
. , ,
Indus
hasta
el
Yaxartes,
facilitando
lar,
exploraciones
el
e los
barj
eles
macedonios
en
el Océano indio, produjeron á principios del siglo
ter-
ce
ro
ántes
cle
,
J.
C.
u,
na
inmensa evolncion comercial.
"La
Grecia
desborcló entónces sobre
el
Asia. Babilonia,
Bactres
y Seleucicla se
convirt
ieroil
en
capitales
ele
imperios griegos; los fenicios perdie1·on
el
dominio
cl,c1l
Océano, como
habían
perdido
yfL
el uel
y
la
gran
corriente
ele
caravanas
y
ele
, navegacion
que
ll
evaba
ú 'Ti-
ro las mercancías
e.e
la
'
India,
del
Arabia
y
clel
.A.frica se c ambió
-
cia,
una
1;1ueva
cluc
lad
destinad
a
en
lo
porvenir
á
ser
la
metrópoli
eomer-cial del mundo romano: Aleja
ndría
, fnndacla
por
Alejarnlro
en
la
embocadura
del _Nilo y
capital
del imperio de los
Ptolomeos
,
En
~
auto
que
Rodas
heredaba
en
el archipiélago
la
supremacfa
·
de
At
é-
nas
y
de
Corinto, arruinadas
por
las discorcl;as de
la
Grecia, ó
por
l
al
conquista
romana,
en
tanto
,que Tarento, Oiracusa y
Cartugo
caian
bajo
los golpes de los romano
s,
Alejandría
concentraba
en
su
se
no
to-
das
las riqúezas del Oriente: los
Ptolom
eos volvían á
abrir
el cana:
ele
Neoao
entre
el
mar
Rojo y el Nilo, fundanuo á
1a
en
tralla
de
este
canal
á Arsinoe (la moderna Suez), y las factorías g
riegas
se multi-
pÜcaban desde Arzinoe
hasta
Adulea
( Massoua) y
aun
hasta
más
a,
]lá del cabo
ele
Guadarfui;
cada
afio las flotas salidas
de
Bere
·uicé' ó
de
1\1.ijos
Hosmos
iban
á
buscará
Trapobaua
(Ceilan), á
las
bocas del
Inclus y del Ganges, á las costas del
Deca11
·y
quizá
hasta
Maleaca
las
mercancías
de
la
In'Clia"
(1).
,,
·
J
/,
ROll:lA.
· (
' f
30.
Entre
t~nt9
la
futura
reina
'del mu~d.o,
la
crea¡dora -del' clere·,
-0ho
universal,. la
tirana
de
leyes
y pueblos,,Roma,
la
soberana
de
.to-
dos
los siglos
por
su ~spírita
,pol
itico y juríclico y
por
sus
inst
jtuoion,es
.adm
inistrativas,
avanzaba
lentamente
en el e.amino
de
sus
corn:i.uis-
tas
y
preparaba
aque\\a 'vasta dominación, que si es
cierto
(por
más
que
algunos
apologista~
ele
la
ci vili.zaoion romana
digan
lo contrario),
no desarrolló ningup._ sisterµ.a:
prot
l')c
tor del c9¡nercio, µip.gan
plan
ele-
vado
en
favor del tráfico y de
la
industria, ninguna;
alta
mira
eéonó:
·' .
mica qu~
derramara
con pr-evision calculada lª' ,yicla . y
la
acti
vidacl
,en las venas de aquel
J:)Oderoso
imperio,·
si
co·
ntribuyó
iudir
,ectamen-
te
aquella unidad política á g,trantiz~r
la
paz, ·
13¡
identidad
de
ins-
1 Pijeonne~u.
DERECHQ
MEROÁN'l'IL
MEXICANO.
43
'
tituciones, la, comnriicacion' mú'tLia d6 los diversos y leja.nos pueblos
sometidos y considerados como .
miembros
de
un
mismo estado. ¡
Al
establecer puertos, éaminos y
vías
de
tr{msitÓ, aun11ne
con
propósi-
tos políticos y · militares; al
llevar
á
pueblos
desconocidos y lejanos
la
conquista,
cuyas
expediciones y
noticias
aprovechaban
los nego-
ciantes;
al
establecer
centros
de
colonizacion y 'riqueza,
~unqne
¿on
miras egoístas, y
al
unific:;i,r
la legislacion
en
todos
los
pueblos
sorne- .
tidos,
contribuyó
con
todo
esto á
continuar
y
aumentar
la
prosperi-
dad
pública, el
trabajo
pacífico, el tráfico
internacional
iniciado
tan
.ttrevidarnente
por
fenicios,
cartagineses
y griegos.
Durante
él pri-
mer período
Roma
corrido
desde
su
fundacien
hasta
la
primera
guerra
púnica, esto ·es,
durante
cinco siglos, poco
había
üe
merecer
el eomercio á
un
pueblo entregaclo·
por
completo
á
sn
defensa mili-
ta
r
contra
pueblos vecinos y
en
lucha
permanente
con ellos. Duran-
te ese período '
ni
su
comercio
ni
su
industria
podian
salir
del
estado
embrionario
que
corresportde á
naciones
en
formacion, y
sobre
tollo
{1
J1aciones en que
to
loabsorbey
el
espíritn
militar,
el
más
in-
compatible
que
pueda
e~i
sti
r
con
el
espíritu
mercantil
(1).
En
estas
situaciones, el
bot
,in
sustituye
al comercio, como
tan
enérgicarhente lo
enseñan los estadistas de esas
naciones:"
R
militaris virtus
prr,e.stai
ca;
-
teris
omnibus;
hcec
populi
romano,
hce
c huic urbi
ce
ternam gloriam
pepe-
rit (
2)
...
-Pigrum, quin
immo
et
iners videtur sudor e adquirere quod
po
ssis
sanguine parare (3); las :
utes
y el
rudimentario
cultivo
agrbola
que-
dan abandonados á los esc
la
vos; to(lo
lo
que
ten
ian
ios
romanos
en
este
período
era
groséro y en
su
mayor
parte
Vl~nido
ele
los etruscos;
la
pin-
tara
les fué desconocida,
pu
es
un
cierto
Fabio
que
borroneó
un
tem-
plo, fué visto como
un
genio ( 4);
la
Vía
Apia, las cloacas
de
Tarqnino
;
el acueducto
de
Claudio, fueron
obras
etruscas;
la
moneda
eran
lingo-
tes
groseros
de
cobre que no se
acuñar¡m
sino
cuatro
años
ántes
de
la
primera
guerra
púnica; en
la
segunda
de
estas
guerras
el
Procón-
sul Marcelo no
sabia
hacer con
las
estátuas
y
pinturas
encontra-
das
en
Tarento; y
en
la,
toma
de
Corinto
los soldados
jugaban
{~
los·
1
Dans
ces
Etas
il
faudrait
qu'on
eut
la
téte
plein
de
grands
pro
yects
,
et
cette
.
meme
t-éte,
remplie
de
peti
ts
ce
qui
est
contradictoire.
e Montesquieu,
Esp.
des
Loix, ·
lib. 20,
cap.
4)
. .
2 Cicer.
pró
Mur.
3 Tac.
de
mor.
germ.
4 Todavía
en
época más
avanzada
se
expresa
así
Plinio
(Hist.
Nat.
35): Po
stea
pictura
non
est
sp
ectata
honestis
manibus.
·
JACINTO
fALLARES.
dados ~o?re el famoso c~a\lro
de
,
Ba
v9, de,Arístides;
tau
ignorante
s
eran
en
la
navegacion, que ,cuando tomaro:µ
á,
Ancio
por
t;erra
y en-
contraron
llnos restos de
vieja1;1
gale!'a1;,,
llevarpu en
triunfo
l.os espo-
lo:ae~
de
estas
reliquia,s y las cplg~roll ~n;la tr:ibuna rostr~ta (1). P~
ro
al
llegar con .
Hus
conqu\stas ú
]l}~
ri~eras del· .m~r y
al
. verse ácqsados
tambien
allí
por
los
ooi;sar:ros,
:
hicje;i.;orr
esfuerzos h_er;ó'icos
por
cons:
trniruna
marina, no mer9ante, si no milita.r, y despues ~e trü1tes derro-
tas
y fortificadospor
la
Jtenaciclad, ue su
política,tnvie
t
on
una
~rnu1,da
para
)-qchar con Ja· poderosa, Gartii,go.,
Una
gal~,ra
cartaginense
que
naufragó
en
las co~tas de Lacio,
le~
-
~li§
el modelo
par
.a sus
primeros
·
bajeles y
con
ello¡;¡
vencieron á los cartagjneses,
dctoria
de
tal
modo
inesperad!J,
que
, se con
~.
edieron
al
· cónsul Duilio honPrei, iousit::t-
dos
(2).
Esta
victoria
y
otras
p8queílas expediciones
marítimas,
co-
rno
la
de los ·armenios á Grecia l?ªra copiar las leyes
de
Aténas,
la
ele
varios
.
diputados
á,
los príncipei; de
Epidauro
y el
ataque
de Ta-
rento,
en
ql~e
fr
ieron -derrotados, son los únicos
recuercos
que
la
his
-
toria
ó
la
leyenda
consigo?, de empresas
marítimas,
ninguna
en miras
mercantiles,
durante
los cinco
primeros
siglos de Roma.
Es
ciertoqne
se
conoce el ·
primer
tratado
de coµiercio celebrado con Cartago, pero
este,fué
más
bien
impuesto
por
esa
ciudad
á
la
ignorante
Roma, que
meditatlo y
dictado
por
é.sta;
fué
un
tratado
,
favorable
á
la
prirne-
r,a,
pues
los
cartagineses
llev~ban á
Italia
labores
de
.
:r:írn,rfil
, tel.
as
de
púrpura,
armas, arneses,
bagatelas
p~ra
9,.dorn~s
de
las
ínujeres,
recibiendo
en cambio lana, pieles, cu~ros y otros productos
natu
-
rales.
31. A
partir
de
-Ja
.
primera
guerra
púnica,
.
la
situacion
de
Ro;na
cambió
notablemete,
pues
bumiUa¡l~
9a
~tago,,
cou'luistadas
Ias dos
grandes
islas del :!\fedit~rráneo, Sicilia y Cerdeña, y consoUdaclo su
poder
en
Itali~,
era
el mom¡mto f~YQr~ble
para
seguir
las'buellas de la
actividad
feniq
ia
y griega; pero
e\
~a,rácter ,de, ese
pueblo
cQnquista-
dor,
jos
ele
comprender los beneficios del comercio, solo supo inspi
rarle
dictnr
la
-ley fiaminia
Claudia) que
prohibía
~l
ejercío del
comercio á los patricios,
sentando
las bases de esa especie
infa-
mia que
i:rnsó
sobre el corn.erc\o.
en
l,as
costumbr
és
de
Roma, que. PS
1
El
historiador
moderno
que
refiere
este
hecho
lo
compara
al
q~e
tuvo
lugar
cuando
en
la
conquista
de
México los
indios
llevaron
en
triunfo
la
prim
e
ra
cabez
a
de
caballo
muerto
en
los
combates.
2
Iba
acompañado
de
un
farol
y
un
pífano
, se
eri
g
ió.una
co
lum
na
1·o
s
tra
ta y se
acuñó
moneda
con
la
figura
de
tres
nave
s. - :
46 J.A.CINTO PALLA.RES.
en
la
ciudad
ele
los déspotas las riquezas de la Grecia, del
Egipto,
.
del
Africa, del Asia Menor, de Europa, y dev~stadas
l~s
provincias,
éstas
por
el instinto de órclen irresistible en todo organismo, inten-
taban
resucitar
sn
industria, su comerqio y buscaban capitales que
solo existían en Roma, donde los prestaban los señores del mundo á
aquellos mismos á quienes los habían robadÓ: Pompeyo prestó á
, Aniobarzanes 600 talentos al 60 por ciento al año: el virtuoso
Bruto
hizo
un
préstamo á los salarµinos al ,
58
por ciento
al
año: Ciceron,
procónsul de Sicilia,
fijó
el interes del dinero al 12 por ciento anual,
más los intereses de
intere1:ies."
Guerras sangrientas ( dice
un
escri-
tor)
(1) y despobladoras;
ruina
de las ciudades más ricas y mercan-
tiles;
in
_ceudios de todas las naves -y presas inmensas de los generales
conquistadores; tributos é imposi0iones del
fisco;
extor~iones y vio-
lencias de los publicanos; avaricia y
rapiña
de los Pretores; falta to-
tal
del dinero; usuras torpes y excesivas:
tal
era
la
miserable
s"itua-
_
ciod en que se hallaban las provincias.
¿No
es preciso,
p1;es,
confesar
qne los romanos
no
p6nsaron en
m{is
que
en
enriquecerse con los
élespojos de todas las naciones, sin
tener
ningunas miras.respectivas
al comercio? ¿Cuál podia
haber
en unas provincias debilitadas,
ex-
. tenuadas y con'!iumidas, sin poblacion, sin libertad, sin embar
nes, sin riquezas y sin circulacion?
Pero
con todo, se
dirá
que aún
quedaba algun comei;cio, porque los historiadores refieren
el
tráfico
que hacían, por ejemplo, las Galias, la Bitinia, el Africa. No
hay
du-
da
que Psto
e~
así, porque no puede
haber
gobiemo
tan
tiránico que
llegue á aniquilar absolutamente toda especie de comercio; ó bien ó
mal ( decía Montesquieu
),
es necesario que caminen los negocios de
la
sociedad, pues {t no ser así se acabaria ésta; pero este comercio era
débil y extr~madamente inferior á aquel que se hacia en las mismas
provincias ántes que cayeran bajo el yugo de los romanos. Ademas
de
esto, el poco comercio que snbsistia aún, no era por
un
efecto de
sábias leyes, de estímulo y proteccion del gobierno, si~o
por
el de
la
prodigalidad, disolncion é in~oderaclo lujo de esos opulentos
se-
ñores del mundo. Los afeminados descendientes de Papirios, Fabios,
y.Marcelos, tendidos en sus lechos púnicos y en sus tapetes de Pér-
gamo, decíanse á mismos: ''para en las pedregosas islas del
~r-
, chipiélago se coge la rica vendimia y fermenta el delicáclo mosto;
1 Antonio Zacarias.
, '
JACINTO
PALLA.RES.
trenws ,
Ü('
luinguno; mares navegables
en
toda
estacion;
largas
.
playas
,sembrada;:;
de
puertos excelentes; islas las
más
ricas y fecundas; con-
tinentes
inmensos, capaces de cualquier cultivo;
pueblos
diversos
por
índóle, por ingenio y por capacidad;
un
imperio
que
producia
todos los géneros ,y frutos
en
abundancia
.,
para
lm,
necesidades, co-
. modidades y placeres; imperio en
que
-se-
hubieran
podillo
hacer
:flo-
reéer todas las cie'ncias y ramos
de
industria,
tÓ'das
las
artes
y Ína-
n11facturas; imperio que .se podia
haber
unido
en
un
vasto
cuerpo
de
nacion ·
~on
]as mismas leyes, con el mismo
idioma
y
con
las
mis-
mas costumbres; imperio
en
cilyo
centro
residian
príncipes
que
ha-
brian podido difundir por todas
partes
su benéfica
influencia
sobre
tantos
pueblos y países, ' ¡cuán dilatado .campo
no
era
este
imperio,
cuán imuenso
teatro
pal a
hacer
resplandecer
la
virtud,
la
justicia,
la
humanidad
,y
la
sabiduría de los soberanos! . . .
(1)"
Pero
léjos
de
en-
contrarse
en
todo el período de
la
dominacion
romana
algo
que
se
asemeje á sistema razonado y sabio de protecúion á
la
lib~rtad
y
·desenvolvimiento de
la
vida
mercantil, tod.o
el
mecanismo
del
órden
político
tendia
á
matar
la
libertad
del mundo
{.
-beneficio
de
un
pu-
ñado de ociosos residentes
en
Italia
y de grupos de publicanos, pro-
cónsules y otros funcionarios diseminados
en
las provincias.
Las
vejaciones del impuesto arrendado á
título
.
de
monopolio á
determi
-
nados empresarios; las expropiaciones· por .motivos políticos ó
para
premiar a
la
_solcladésca; las grandes posesiones
adquiridas
por
los_
conquistadores ó por'los altos soñores 1
2), todo esto despobl6 las pro-
vincias y aglomeró en Roro~ inmen
sa
po
blacion de usureros,
ele
no bles,
de ·ociosos plebeyos· que solo
vivían
de las distribuciones
gratituas
l Esta do, que abandonaban á los esclavos el
trabajo
agrícola·
y
que
odi
aban
el matrimonio y
la
vida
del
hogar;
neque
confugiis,
neque
alendis
liberis,
sueti
orbus
sine posteris
doms
relinquebant (Tácito. A.m.).
A
Roma
acudían los antiguos soldados, los poseedores ex
pJ.lopiad
los esclavos, los aventurer9s, astró
lo
gos, 'bailarines, comediantes,
,músic1os, gladiadores, bufones y domésticos, cuyo
núme_ro
era
inmén-
l)O: más
de
cuatro
millones,de almas formaban
la
pohlacion de Roma
y casi
toda
esa
multitud
vivia
entrbgada al luj0 y á Í6s vici0s á ·cos-
ta
d,el
Estado: á sostener este ocio con distribuciones
de
trigo
y
otros
víveres
traidos
de
Egipto
y no á
proteger
el comercio,
ten
~
1 Autor cita:io. '
2 LatifL
in
cUa
Italiam
perdidere
(P
lin, H1v.
núm.
lib. 1S),
jam
vero
provincias.
DERECHO
MERCANTIL
MEXICANO. 49
-0.ian
ciertas disposiciones, dictadas por los empera.dores en ·tiempos
'de cuitas políticas ó de harn bre. Grande hambre bajo Augusto; el ,
emperador establece almacenes públicos y una flota
regular
para
Egipto; nueva hambre
baJo
, Tiberio; se decretan · subvenciones ó
primas
á los importadores de trigo, reF\ucitand~ las leyes ;Ródias;
hambre otra vez bajo Olaudio, bajo N eron, bajo Antonio
Pío
y se
manda reparar el puerto de Ostja, y se suprimen las gabelas, y se
es-
tablece el puerto
de
Tarraimo, y se corn.truyen pósitos y se
instituye
una
flota para el Africa.
Al
lado de estas disposiciones, sugeridas
_por una política corrompida y no por un espíritu liberal, se encuen-
tran
las que revelan el desprecio de aquel pueblo y su legislacion
por
el comercio: Augusto condenó á muerte al senador Q. Ovinio
por
haber
deshonrado su dignidad en
Egipto
dirigiendo ciertas.
man~facturas (1).
La
ley 5 del
Cód.
de nat. lib. declara infames á
las personas que se dedican al pequeño tráfico; y las leyes
nobiliores
del Código
de
Oomm.
prohiben á los nobles y á los ricos ingerirse en
negociaciones mercantiles é industriales. Los impuestos sobre el co-
mercio, la agrieul tura, la industria, la propiedad, JlO solo eran nocivos
y estaban arrendados á e:factores y especuladores avaros y despóti-
cos, sino que eran arbitrarios, ocultos, secretos, quedando el contri-
buyente á merced del monopolista del impue~to, 6 sea de los publi-
canos; Victigalia
qmnia,
q_ua3
ad contrahendas peccunias tyrani excogita-
verunt in fluviorum ripis, in urbuum
portibus,perq_ue
vías
et
itinera
...
(2)¡
y solo
en
tiempo de N eron
so
logró hacer pública
la
cuota
do
estos,
impuestos con regla
fija:
Edixit ut
leges
cujusq_úe
pubUci
ocultm
ad id
tempus proscribarentur. (3). ,
33. Sin embargo, sobre todas estas trabas, vejaciones y
arbitra-
riedades logró
el
comercio, no prosperar, pero subsistir,
ya
para
·
alimentar el lujo y molicie de Roma é Italia,
ya
para
satisfacerlas
necesidades de las provincias .. Los vinos de
_,
la Grepia, · del Archi-
piélago, del Asia, celebradísimos con los nombres
de
Chio, Samo,
Clazornene, Chipre, Losbos, Esmirna; Trípoli, Berito,
T.iro,
Mamer-
tino, Taurminio, Provenza, Langüedoc; las lanas de España, de Mi-
lino, Laodic~a -y Lingoníca; la
púrpura
de Tiro,
do
Betú.lia en Afri-
oa, y de Laconia
en
el Peloponeso; el papel, el lino y el vidrio
de
1 Oros. Lib. 6.
c¡p.
19.,
.2
Herod. Hist. lib. 2,
3 Tac .
.A.nn.
llb,
3.
cap.
LI
.
4
~
...
50
J A.CINTO-
PALLARES.
:Egipto;
la
fruta
y los tapetes· de Mam:itania; las telas, la cera-y
llll
niiel de España; el hierro, cobre, plomo y estaño
de
las Casiterides.
(islas británicas); los paños, ganados y aceites de
la
Galia; las
obras
de
arte
de
la
Gr
.ecia; los siervos, pieles y pescados exquisitos
del
Ponto,
tal
era-
el
comercio puramente pas,ivo
para
Roma é
Italia
~
En
.cuanto al:antigno comercio de Egipto, continuó bajo la domina-
cion romana: cada año saHan de los puertos Myos-Ormos y Bere-
nice,
en
el mar Rojo, varias flotas que llevaban á
la
Arabia, á
la
Etiopía, á la India, á Ceilan, el oro de
Roma-,
para
traer
en cambio,
el _cinamomo ó canela, la mirra,
ul
nardo, el cardamomo, el, clavo, la
cañafístula y otras cortezas y gomas valiosísimas,
cl'e
las que hacían
un
consumo maravilloso el lujo y -lascivia romanas; los diásperos, sar-
dónicas, esmeraldas, zafiros, crisólitos, mirrinas, perlas y otras pie-
dras preciosas traidas de Persia, de Scitia y del Cáucaso; telas de se-
da
(1)
tapetes, alfombras, muselinas,_
Qtonio
(coton 6 algodon); el
mar
-
fil
; el
ám
;bar,
el
cedro, concha
Je
tortuga, las bestias para el circo· y
-otros animales raros, y hasta eunucos de Persia.
Este
comercio.
d-e
lujo y · de placeres a.trajo á Roma én tiempo de Augusto vallias em-
oajadas de los
chi.nos,
de
los Sármatas y de los Scit
ele
aquellos
scitas que más tarde y bajo
tan
diversos nombres inundaron á Eu-
ropa y destrnyeroÍ:i el imperio romano. Ellos habitaban
va1,tos
ter,i'i-
torios ·
descle
el Ponto Euxino hasta el mara 0asp-io, confinando con
1a
.
Pe11sia
y con la India; ellos enviaban·sus mercancías por
el
Oxus en
el mar Caspio, por
e1
rio Ciro y .por el Tasis al Ponto-Enxino, por-
él
Volga, el Tanais y
el
13orístenes."
34.
Tal era
el
estado
clel
comercio romano con el mundo conocido;,
. \
comercio puramente pasivo para Roma; comercio
rl:e
lujo y de lasci-
via, y
no
destinado á satisfacer· necesidades industriales, ni-á
3111-
mentar
el trabajo de las masas; comercio de granos
para
repartirl'os-
gratuitamente; ,comercio
P.n
que Roma
fo
compraba todo con oro y
con dinero, y por
eso-
Plinio asegura que
ca
~ño
salían del impe-
rio romano
corno
cien millones
do
sestercios.
Esta
: situacion trajo-
·
naturalmente
sus, resultados que fueron
la
-escasez del din:ero: "estar
dice
un
escritor; abatia siempre más y 'inás,la industrfa,; del
abati-
miento tle
la
i:µdustrfa nae:ia
la
po;breza; de-la pobreza, la impoten-
1
El
comercio de
la
seda
traido
de
Persia
y
la
China,.no ,c_e·s6
ha
-
st
·a el
tiémpo
de
Justiniano,
en
que
dos religiosos
trasportaron
en unas caña's.
de
la
.1,
ndfa
á.la
Grncia los gusanos de seda, .
-'•
DERECHO
MERC:A.N
·TIL MEXICANO. 51
cía
de:
pagar los,tríbutos;
la
Ím'potencii.de-pagat los
tributos
aumen-
taba
la~
· necesidades del erario; estas, necesidades múltipHcabáú
los impuestos; los iinl)uestos aumentados oprimiáln más
la
industria,
y así
como
1ma
cadena fúnesta, un d~órd:en llamaba á otro
isóridén
yuna
calamiclac:l
tiraba
tras
,á otra calamidad."
El
interes del d,i.
nero subió rápidamente en proporcion de su escasez
él.e
inarrera
que si en tiemp9
dfl
Augusto ganaba un ·cuatro por ciento,
en
tiem-
po de Constantino llegó á· valer el
eloce
por ciento á pesar
c:fo
las .
inútiles é -insensatas prohibiciones de los Emperadores, que no
lo-
graron otra ·cosa que hacer cubrir los intereses ocultü's y á producir
la escasez de numerario, al 'grado de que se prohibió"llevar
oro á
países extranjeros
(L.
2
C.
Lib. 4 de com.
et
mere.) y de que muchos
impuestos se pagaban en especies ó frutos por falta de numerario.
Esta
falta de metálico
(1)
obligó á los Emperadores á introducir
en
las legiones romana~ soldados extranj'eros _y bárbaros que
se
conten-
taban
con
exígua remuneracioñ; y muy pronto los d'acios, los alanos;
los tracios, los mesios, los 'vándalos, los dárdanos, los panonios, los
godos i,nund.aron las legiones
de
}voma
para apoderarse más ·tarde
deJ imperio, preparando .así aquena tremenda irrµpcion que debía
concluir con
el
imperio más grande.en política y m_ás ignor.~;te y
desacertado en administracion
.,
ec01
;
1ómic
_
a.
· 1
35.
Pero á trávés de todas las vicisit~1des d~.la política, en.
Ir}edio
de. las
lucha¡s
y conquistas del Oriente .
Y:
del despotismo de Roma.,
salvando
J:a.s
fron·
t~rfl>s
trazadas ·P?r l.geografía, por las
nacio:1-ali-
dades políticas, por las preocup~cioií~s réligiosa~, por·los odios ó ri-
validades de razas, hemos visto el
<:iomer>
'
io
en este largo período
prestar inmensos y p.
erdurflcbles
servicios
{i.
l;¡,
civilizaéion: él funda
,
gr
.ande~ ~i\ldades y
·,
plJ.ertos.
ma:ráviÚo§los
en
Al~j
,andrfa, BJz~
ÍJ.cio,
Cart,
ag,o,
étc .. ; él derran¡a 9olonias en todo ei Méditerráneo, e~ ,
la.l!
' ,'
;.,
1 Otro de los
a:
.
rbitrios
usados por,las
J))Jll
·peraµor,es y q.ue
má¡;
j;ar.d
.e
imitaran
gobiernos europeos, fué
adulterar
l'a moneda.
En
general
·
el
' oro
abunda
s
en
Asia y Africa que
la
plata,
y viceversa;
por
eso los pueblos orienta,le!J ,p,ref:eriall
y
aun
prafieren
cambiar
sus mercancías más bien
por
plata
que por oró, y todo
el
mundo
sabe
que los europeos,
d!!
,siglos ,de~pu_es. del descubrimiento de América,
cambiaqan
plata
por
oro en Clii1ta·y eI· J'apoii!
Las
leyes de Constantino fijando
la
.proporcion
de
la
plata
con el oro-en lll ó
14,
CJ]ando
en-tiempo
Vespasiano
, ll~b.
ia
sl,9,o
,
del
(1-1:0,
:
p_ru~ban
la
e,s.c.
~s
.
ez
dl;l
l~,p.livta ~n.l~ época ,d:e
e~e
~impe1ca~or.
:E.s\as
eseasece~ hicier9n que Diaio Julia~o falsificase·
la
moneda, que c:Jaracalla
la
·
altérase
,con -
una
gtán1iga
de cóbre, y ;
que
bajo
.A;Úullliano
·
ÍOS
! mon.
eüe"rs;>S
falsos
adquirier!!-l;l,
una
org,anizapio.
o,
tan
tuer.~i;.
9-¡rigiga ,Pql' u~,
\ii,l
,
Ee.liqi¡¡.
_no,
q.1,1e
,,
coa-
una
sangrienta
batalla
, estrtiir esa,corpo"racion
de'
crimmales. h ,
52
J.A.CINTO PALL.A.;&ES.
costas de A.frica y en :mspaña; él
penetra
en
el
mar
Báltico,
en
el
mar
Ne
gro,
en
las
islas Britltnicas,
eri
.las remotas vías de China y de
Persia; él
hace
la
circtinvalacion del A.frica y
abre
canales
en
el
mar
Rojo,
que
son
la
aclmiraciou
d~
la
moderna ciencia; él pone
en
con-
taeto
y aproxima pueblos, razas,, civilizaciones distii;itas y remotas;
él
crea
las industrias y las sostiene, pr'¡lparando el advenimiento de
J.a clase media, de
~sa
Qla¡;e
que es,
la
piedra
angular
de las modernas
civilizaciones; él facilita á
la
cie~cia 'el couocin:iiento del mundo, . de
las
leyes gflográficas
Y,
astronómicas que los reniotos viajes
rev
,elan
al
observador; él,
en,
una
palabra., es no solo
agente
q_~
. riqne~a y de
·bien.estar, sino de .cultura mora)',
Qien.t:fica
y:
artística.
V
DESDE
LA
IN
VASION
Dl!l
LOS BÁRBAROS
HA
ST
A
EL
DESCUBRIMIENTO
DE
' AMÉRICA.
·36. L~ invasiou de los b~rbarós destruyó en Occidente no solo las
institucioi+es políticas, sino
la
industria,
la
agricultura
y el comer-
cio, cubriendo la Europa de ruinas, de ignorancia y de
J.l?.iseria.
La
framea salvaje
u.el
godo ihició .
una
era de destruccion
qÚe
no aca-
sino cuando las piraterías de los bretones, últimos oléajes de esa
tempest11d de barb~rie, ab3:~donaron el ~ontineute
para
·buscar
una
presa perdurable en
la
is)_µ.
' británica.
El
imperio romano
en
Occi-
dente
sucumbió en esta tristísima invas'ion, y solo. pudo salvar
·e
el
imperio de Oriente que conservó
en
B.isancio los restos de
la
civili-
zacion
g_reco--roman
·
a,.y
una
sombra del poder imperial
en
el exarca-
do de Ravena; de aquí resulta que l~ historia del comercio
en
el pe-
. 1 1
'(4
.
ríodo á que nós referimos comprende dos grandes zonas:
la
de
la
Europa
occidental ocupada por las
tribus
invasoras y
la
del imperio
,d,e Q,riente representado
poi'
los Emperadorés de ·Bizanci~ ó
Oqns-
·tá~tinopla. · , o · - ·
!.- .
''
B.A.JO_IMPER~Q.
,1
••
"'
J.
"\
1 1 ( i ! ( )
~
. '
,.
'.
'
:37.
Oc;iló
.cáda
e::;ta;
ca'l?i~arf~~oi:a
en.
el
punto
de.ip~erseccfon
entre
, _ •
~
" ._. i :
f,
~-
I,
, • ) ,
,t
r,
_,
{j
,
.-,
.
dos
mundos con los, que.
le
comunican dos mares impovtantes, él
Me-
·cliterr'íuieo y
elahár
:
~~gr'Q\
.cérca'lla
á,
1os
grandes rios:que desenibo-
. . \ '
~
' . \ .
DEREOHO
MElWANTIL
MEXICANO, 53
can
en
ese
mar
Negro, el Nieper, él
Danubio,
el
Dan
y
aun
el
Volgá;
heredéra
de
las tradiciones
mercantiles
·
ele
la
colonia
dórica
que
la
fundó y del
prestigio
imperial de
que
era
sicleucia descle Uonstan-
tino
(330
,íños despues de J : C.), fué Oonstantiriopla
no
solo el refu-
gio de 1a civilizacion, sino el centro
de
un
comercio
activo
,
no
cier
-
tamente
en
virtud
de
la
política me~
quina
de los·
emperad
o
res
bi
-
zantinos
( l ), sino
por
su situaóion·geográfica,y po'
rque
las
nece
s
id
ades
políticas exigían
que
1
a'
briera
sus
puerta
s
á,
las flotas ex
tran
j
era
s
par
a
satisfacer el lujo
de
, los ·ma gnat es y las distribuciones
gratuita
s
á,
las
'n1ultitn
cle
s . .
Así
ntiriuó· ei tráfico
e_on
·
Al
e
jandría,
que
formando
part
e
del
imperio
gri
_ego,
dirigía
á Constatinopla, como
interme
-
diari
a de las
tr
es pa
rtes
del mu
'.
mlo, los
pro
_
du
ctos
qu
e á
nt
es
mand
a-
ba
{t
Roma.
Bst
ablecimientos y :flotas
grieg
as
en
comunica
cion
con
los
árab
es
por
mar
y
dir
e
ctamente
por
tierra
por el
ca
mino
de
Sa
-
marc
anda,
traían
de
la
India,
del
Egipto
y de
la
Ohina l os mismos
objetos
que
á
ntes
iban
á Rom a; y si
el
nu
evo
ünperio
pe
rsa
dificul-
el ca mino
terre
s
tr
e de las c a
ravanas
, e
sa
int
e
rrupc
iou facilitó
la
introcluccion
en
Grecia, y
m{is
_tarde
en
Italia
y
en
toda
Europa,
·del
cultivo
de
la
seda.
Por
el norbe de
Europa
el comercio
gri
e
go
pene-
tró
por
el
Danubio
entre
los ávar')s, los húngaros, los búlgaros, los
alemanes y
aun
los ·rusos, teniendo-los alemanes'ha
sta
establecirnien ·
tos
en
un
barrio
de
Constantinopla ..
Pero
el crecimieató
del
podep·
de
los
árabes
y ·
la
preponderancia que con motivo
de
las
guerras
con-
tra
ellos sostenidas
pór
el imperio
grie
go
adquirieron
las
ciudades
italianas, de que despues hablaremos, hicieron
que
á
la
bandera
griega
-sucedieran
en
el dóminio de los mares y
aun
c3n
el
comerQi
"
por
tierra, flotas y caravanas·de Génova, de
Venecia
y dé Amalfi.
Más·
tarde
la
toma
de Constantinopla
por
Tos
túrcos
abatió
'por mu- '
chos siglos
no
solo el comercio, sino
toda
la
éivilizacion y
t0da
la
vida
del
imperio bizantino.
38.
''La
servid.
umbre
parecíá r e
gularment
e establecida
hasta
don-
de puede
haber
reg
'
ularidad
"bajo el sable musuiman. '
El
'
país
se
babia
dividido·
en
cuátro gobiernos ·principales: los
tres
prim.:iro's
eran
la
~ Macedonia,
la
_ Thesalia y el 'N egroponto,
qué
compre'ndian
la-
) "
1 Estos, á p
~;
ti
~
de
'
Just
i'niano,'monopolizaro
ri
~
~
·
fav 9r d~l E~tado
él
com
e
r-
cio de los ártíc.ulos
de
primera
necesidad, convirtiendo
así
én
es
é
la
vos á
todo~
los súbditos del imperio,.aniquilando
toda
iniciativa
y
arruinando
la
agricultura
y el comercio
interior.
' .
54 ~.A.CINTO
PALLARES.
Aulida,
la
Boecia,
la
Ati:ca,
la
Focida
y
l~!:>
costas de' Etolia;
ll:L
Morea,
exceptuando
las posesiones venecianas, formaban, el
cuarto
,
gobi~r,no.
Jefes
particulares gobernaban ~n estas ciudades,
en
los
cantones, con los nombres de sangiaks,
d~
bey~, de vaivodes;, y
en
fin,
la
uacfon ·oonquistadora ,poseia el suelo
por
una
.especie de feu-
daltdad
semejante á
la
de
1~
Edad
Media. A medida
que
'los
turcos
habian
conquistado fa Gr,ecia, ,el ,sult¡tn se apoder:;i,ba.d~
la
.s casas y
de las,
tierras
_ cuyos
po~
'és!)ies .
habiBJn
, muert~
Y,
.anJaban fugiti-
. vos, y concedia,á per:netu_
iq.a
5l
al
_
unas de ellas á
fos
jefes,ruus:ulmanes.
Otra
parte
considerable bajo el nombre Vacouf, h¡:tbia sido
agregada
á-
las .
mezquit
¡j,::;
, ,y
en
fin
,,
lllucp.o;;
,
(}ampos
y dorninio·s ·h~bian ~onsti-
tnido
.feudos vifalfcfos U~mados Zaim ·y Timar á favor de los turcos.
con.
la
pbligacion del servJcio.militar .. Estos nuevos poseedores, ,que ·
1 ,
..
,,
toll).
_
aron
él
título
de
Agas,
.formaban
qua
ruilici:t ,le propietarios
~r-
mados; estaban obligaµ~s 'á-sa,lir
~
la _gµe,
rra
;con
un
contin~ente de
hombres
propo11ciona,~lo
-á .la importancia
flj3
~u
dominio ..
El
despo-
jo
territorio;no
fu~,
sin
em1?argo,
cornpleto:·las_peque~as .propi~- ·
dad;es/uevon.conservadas á fos ,
;v,encüfos,
4e.las,gue ,podiau
apro
.
v:e-
-0harse pagando µn quinto de,sus productos y
trasmitirla
por
herel).cia,
á sus descendientes. De
est!l:
manera se conserva11on en,
poder
de
,lo
.s
.,
griegps ciuda¡des y .oaµtom¡s
enter@.s¡,
gobernad.os
por
~ier.ta espeoie
de
poderes
ID\lTl
~
e,ipa:Jes
grie,g_
os,
·
llamac],.os
Pl'O(:lstos,
·
Ara'fwntes,
Cod-
..
gia'-Rachi,
y ,desde -
esta.
, ~p0c·a y
b,aj9
e'l peso
at
.erraclo
J;
(\6
J~
conqu~s'
-'
.
ta
com:en~ó
el
-huµi-i
,lde po,der
de
-los
,pr,imqdos
que. forman
hor
la
. fac-
·ciou.más poderosa
dti
l¡i,
Gr.e
·
ciaHbre.
Todos;los gri~gos
estaban
so-
,. \ '
metidos desde -
la
edad'd,e 10 años á .
11:nSi.µ:i)lwsto
por cabeza,. l_laiµado ,
caráte,h,
qu,e
signifüiaba
~l
i;esq~~e
anual
,
4_:le
,su
vi}la,
y estaban.obliga,. ;
dos á entregar ,el qµiuto .
.de
sus hijos varone~
para
qlfe ; fueran
edu
,-
cados en la
11eligion
musul_mana. B~jo
t!:1,p,
p.
(:ls3td~
yugo
~o
tardó
la
. Grecia en languidecer, y todo seprecipitó hácia
la
miseria y
la
bar-
barie. ·
Multitud
de· etudades
fav:o
.rablemente situ¡td~s
quedaro1,1
,de-
siertas, y
la
poblacion
grieg::i,
afluyó _á _lug:¡\res.estértles
dond_e
fundó ·
miserables ciud,ades
q11e
serán célebFes :
en
lo ,porv:enii;. A.ténai;, Té-
b::i,s
y Corinto
df;ljarc¡n
~e co~s~?;rarse
-la
indust)!ia ·de
la
seda
fo-
mentada por el emperador
Nicetas
y
hoy
imitada
por
las ciudades
de
J?ne~ia
, y µén~y-a.
El
co~!3J'Cio
griego
f11~
castente~ame.
n~~
Aes- .
truiúlo: vastos ter1dtorios del
fértil
súelo de Morea
q¡uedll,rQn
iu~-g;l-
.;
tos, y 'Jhuéhos liábitantes se refugiarón á las montan~~
d:
_
e'l
'.:J;Mget!c)~
;
DERECHO
ME1WANTIL MEXICANO. 55
arrastraran
una
vida casi salvaje" (1).
Esta
situacion se pro-
longó durante fado el período de la conquista' musulmana, aunque
ya
e-u
los tiempos en que la Rusia y la
Italia
lucharon
·c0ntrn el
im-
perio turco, las flotas de estas dos potencias eran tripuladas por,grie-
gos
que pudieron iniciar algun comerdo propio á medida que se
de-
bilitaba
la
tira.nía turca.
ÁRABES.
.,
"39.
En
tanto que así se extinguía el imperio bizantino,
los
árabes
salidos
de
sus áridos desiertos á la voz de
un
gran reformador qlle
reunió en su persona el triple genio
de
profeta,
ele
político y
de
es-
.tadista, inundaron el Asia, el Africa y aun la Europa, fundando
~n
vastísirno imperio que si bien concluyó en
lo
político al separars~ del
Califato los reinos de Africa y
ele
España, no terminó
su
unidad
religiosa, ni ménos su gran civilizaciori literaria, industrial, comer-
·
Cial
y artística á la vez. Adaptando Mahoma sus dogmas monoteís-
tas al genio
de
los árabes, comercial y activísimo en el litoral
de
la
Arabia
y n6macla y guerrero en el interior, fundiendo todas estas
,aptitudes bajo
una
misma fe, µna misma moral y
un
mismo senti-
miento, convirtió en conquistadores de
una
nueva ciyilizacio~ á
pueblos y ti;ibus que parecían. condenados al aislamiento de sus
de
·
.siertos. Pero esos conquistadores, á diferencia de los bárbaros que in-
vadieron la
Europa
y de los mongoles del Asia, no eran · solo
inva-
,sores que destruia¡n
la
civilizacion para retirarse despues y perderse
-
en
la oscuridad. de
la
historfa;
no,
eran invas9res que despues
de
la
conquista trocaban
la
cimitarra del guerrero Y. l.a ferocida~ del
combate por la esteva del trabajo y la pluma del
filósófo.
En
Espa-
ña, en
,A.frica,
en Asia,'fundaron poblaciones y ciudades grandiosas,
--
establecieron industrias riquísimas, levantaron monunientos
de
ar-
te
inmortales, convirtieron en fértiles valles terrenos.incultos;
hi-
cieron prosperar
la
agPicultur;:t,, constri¡yeron caminos, puentes y
-obras de uti'Iidad pública, quizá inventaron el sistema de correos_y
-de
postas para favorecer las comunicaciones mercantfles, fundaron
-factorías y casas
comision~s, · erlgier,;m
suU:tuosos
templos
qu;e
.servfan de cita
para
. las ferias y de puntos
ele
reunion para las cara:·
van,as,
crea1'.on
establecí~ieñtos de instruccíoh, produjeron filósofos,
1 Yíllemain. /
56 JACINTO
PALLARES.
natm;alistas, poetas, escritores, que dieran, á conocer á
Europa,
cuando ésta se hallabÁ hundida en la barba
ii
ie,
la civiHzacion greco
.;.
.
romana; tuvieron sabios como Aboulfeda, Abou-Obaié
l,
Jon
Betou-
ta,
ldrisi, Medonsi, etc. -
En
Asia las ciudades de Bagdad,
Baure
s,.
Damasco, los puertos de Tiro (Sour), Sidon (Said
),
Beritus
(Bei-
rout) y Tarso; Emeso, Jerusalem, Trebisonda en el m;n Negro; Tiffi
s-
en
la Georgía; Córdoba, Toledo, Granada, Almer
ía
en España; Ma-
rruecos, Fez, Tunez, Argel, Kaiwuan, Bougia y A.lgería en .A.fricar
eran centros
no
&iólo
de
cultura
intelectual é indust,
ri
a
l,
¡;ino
de
ac-
tivísimo comercio_ con varias regione
s.
Los á
rab
es dominaron en
Asia desde el
lndus
hasta
Belour y Kaschgar, y
má~
allá del mar
Caspio hasta el Wolga y el_Cáucaso, comprendiendo toda la
Arabia
,.
la
Siria, la Armenia,
la
Mesopotamia,
la
Persia,
ei
Afghanistan, el
Beloutchi~tan, el Pendjbab, la Bnltaria, la Georgía, lps países
cau
- )
casia.nos; y en toda esta inmensa ext ension imprimieron el soplo' de
vida activa, industrial y_ mercantil; favorecieron la navegacio
n.
del Tigris y
el
Eufra:es, establecieron la fabricacion de telas de lino,
y algodon semejantes á las de Babilonia; hicieron prosperar
la
indus-
tria
de la seda, de la orfebrería, de la joyería; fundaron
un
tr
á
fico
constante entre la India y
la
Arabia; hici_eron de
la
ciudad de
Herat
un asilo de tolerancia religiosa para todos los mercaderes que
tenian
allí, al lado ·de la mezquita,
la
pagoda y el templo católico; carava.
nas perióclicas hacían el tráfico con _la China, en el interior
ele
la
Arabia y en
el
litoral
ele
los mares Caspio y Negro con la
parte
me-
ridional
ele
la Rusia y hasta ~on la Bulgaria; telas de lino y de seda~,
granos, cereales, objetos de arte y de lujo, ámbar amarillo, tapices,
sal, am ~níaco, caballos de Persi_
a,
metales, etc., eran los objetos
de
este inmensó comercio de los árabes en el Asia.
40.
En
el
Africa habían formado tres gobiernos: el lle
la
Africa
,.
propiamente dicha, desde el Oeste dei Nilo hasta el Atlas, siendo
el
litoral de estas porciones objeto de
un
gran desarrollo agrícola
por
el
cultivo de
la
caña de azúcar, dátiles, frut~s tropicales, maderas y
:metales de las montañas, como hierro,
plata
y copre: el gobierno
del
Egipto con sus antiguos límites; y
la
Mauritania (comp;endienclo á.
T:;imar,
de donde salió
en
710
Muza para conquistará. España) com-
puesta de Fetz, Marruecos, Ban,
I.Jeuta,
Ta¡nger
El
. comercio en es-
tos treis reinos no solo favorecía el interior de
la
, Africa; á los
ha
-
bitantes del Niger y otras
tribus
que cambiaban por oro los
pro
--
DERECHO
MERCANTIL
MEXICA)1
W.
57
duetos del comercio árabe, sino
qirn
tenia
puertos dest_inados al
tráfico marítimo
por
el Mediterráneo, del que Negaron á enseñorearse
los árabes, al paso
q_ue
en Egipto llevaron
su
actividad hasta _
Me-
roe, depósito del comercio de la
India
,
i;>or
la
Arabia
y
la
Abisinia.
Quedan todavía como
hu
ellas de este poderoso tráfico, no solo los
caminos
carret
eros, los monumentos, las construcciones, las reliquias
de
antiguas ciudades, sino t
a:
mbien los restos-de creencias religiosas
en
tribus
rb
a
ra
s y que en otros tiempos sintieron el contacto de ,
la
civilizacion árabe.
En
España derrarnaron las artes,
la
agricultu-
ra
, el comercio, en todo
el
territoric, somet ido á su poder, explotando
t
am
bi
en la s riquezas minerales de ese suelo qué trasformaron en
un
par
so
con ciudades cuy
os
vedigios son _
la
admiracion de los
mo-
dernos; Sicilia, Ciracusa, Cerdeña, ·sintieron
tamh
ien la influencia_
civilizadora del comercio árabe; y aunque como nave
gant
es no
hi
~
cieron adelantos geográficos, á
lo
ménos, segun los datos que
hasta
hoy se ti enen,
tuvi
eron una navegacion permanente, como lo prue-
ban: la conquist a de Constantinopla y expediciones consta
nt
es á ·
1os
mares del
Sur
, el golfo rsico inundacfo de n
~v
es musulmanas y
la
co10nizacion y tráfico que sostuvieron en
la
India
, en Ceilgm, en
Java
y quizá ha
st
a en las Molucas, penetrando al literal de la península
de
· Siam, Malaca, Cochinchina y á Ca.nton. Cerca de siete siglos
duró el período de grandeza y poderío
de
los
árab
e
s,
que después
convirtieron sus na ves de tráfico marítimo en naves de piratas; pero
durant
e aquel período representaron
el
más alto grado de
cultura
en
el mundo reducido entónces á la Europa hundida tod~vía en
la
bar-
barie, al Asia inmóvil en sus viejas instituciones y al .Africa ocupa-
da
por Úlbus salvajes.
ITALIANOS.
41.
Péro
de esa
Europa
en que luchaba la barbarie de los invaso-
res con el prestigio de
la
antigua civilizacion y con los fermentos
de-
la
nueva religion dél cristianismo, debía
surgir
la fuerza regenera-
dora del mundo moderno.
Italia
fué
la primera que rompiendo
el
aislamiento de Occidente con el resto del mundo, inició bajo
el
ampa
0
ro del comercio ei restablecimiento
e.e
las relaciones de
Europa
con
los otros continentes. Génova, Venecia, Pisa,
Am.alfi
inician
un
mo-
vimiento mercantil de cabotaje en
Francia
'y con las provincias grie-
58
JACINTO
l'A.LL.A.REII.
gas
del Adriático, e~tendiendo poco ,á poco sus expediciones
al
Egip
-
to
, y á
la
Siria. -
.A.malfi,
situada
en
el Golfo de Taren to, fué
la
prime-
ra
ciuclad que por su feliz situaeion ,
pudo
, sostener flotas, defenderse
ele los tutcos,-sal~ando á
Euro
,
pa
de
una
invai:,ion
en
847, estable-
cer
almacenes en
];>alermo,
Siracusa, Messina y otras ciudacles
de
Sicilia, hacer el tráfico de Africa con
Europa
y con el im:perio
gri
ego,
redactar
leyes mercantil.es que sirvieran de base al
primer
código
europeo llamado
Consulado
,
del
.11for,
é
inventar
la
brújula
ó á.lo
mé-
nos perfeccionarla en sus aplicaciones. Cuando su
peder
marítimo
sucumbió bajo
la
conquista de los normando:S en 1131,
Pi
sa
la
he-
redó; pero ántes que esta ciudad, Venecia, fopmada
por
algunos re-
fugiados.
del
saqu
«t
o de Aquilea en
450
despues de
J.
9.,
tenia
una
posióion favorabilísima .
para
la defensa y
para
la navegacion, y
la.
pesquería .y
el
comercio de mariscos 3onclujo
muy
pronto
á los ve-
necianos á mayores empresas, llegando á
tener
flÓtas
tan
importan-
tes
que el imperio ostrogodo tuvo que abrirle sus puertos y
el
im-
perio griego los protegió en recompensa de los auxilios
que
le pres-
tar~
en sus contínnas luchas· con
Europa
y con los árabes. Consti-
tuidos los venecianos en república bajo el gobierno
de
un
Du
x, se
.entregaron con frenesí
al
comercio marítimo, adquiriendo de Carlo
Magno puivilegio para el tráfico éon Italia, de lgs
Emperadores
in-
munidades y monopolios cuando la
marina
griega
estaba
en
decaden-
-Oia,
y entran.
do
en lucha primero y despues
en
relaciones merca;n-
tiles, con los árabes.
La
Iglesia y el imperio griego
habían
prohibi-
do casi todo tráfico con aquel pueblo infiel é invasor; pero los vene-
cianos .burlaban esas d.isriosiciones eclesiásticas, ó por · medio de pa-
gos
simoníacos á los
Papas
y á los prelados compraban
la
toleran-
cia
de
su
tráfico
con'
Siria y con Egipto. A medida que se extendió
su
comernio,·se extendieron sus adquisiciones territoriales, y
entrEl
.otras poseyero~ la Istria;qm, les dió
la
entrada
del Danubio, comu-
nicándose luego por vías terrestres desde las orillas del Adriático
al
mar
Negro, á
la
Rusia;-á la Alemania y á la
Bohem,i;:i,
cuyQs cereales
y frutos, ganados, saunas y pesquerías
dieroU:
un
impulso gigantes-
-00 á su cum~rcio.
·
42.
En
este
e-rfodo
,apareceu-las cruzii-d!ls que-~antos benefi.cios
d:e-
bian
traerá
italia
en
·órden al comercio; aparece Génova,
la
:riva.J
de
Yenecia, que,aprovechando d
e'
suniones ~ntre
Jos
aspirante& á
la
CQ·
roua de Italia, logra constituirse en repúb1ica independiente
en
958;
DERElCHO MElW.ANTIL 'MEXICANO.
59
apare
,ce
tPisa,
que tambien logróhae~rse ind,ependiente ántesque Gé-
nova, y llega á ser
la
plaza
co
,mercial de toda Italia; y todtls estas cin-,
dades en lucha. con las árabes ó prestando auxilio á los cruzados, se
unieron primero
para
destrozarse más
tarde
por
·
1a
posesion de Oór-
ega, de Cerdeña ó por otro monopolio mercantil. Así fué como
las
comunidades de Italia, favorecidas por los emperadores de Alemania.
anunciaban el ,despertar de esa-
tierra
]a más Qárbaramente devas-
tada
por los invasores y la pr.imera en levantarse á la nmwá vida
de
la civilizacion. Las
tres
grandas potencias mercantiles, Venecia, Géno-
va, Pisa, no veian en los servicios que prestaban á los cruzados sino
un
medio de extender
la
esfera _de
st1
comercio y de sus posesiones y
estipulaban privilegios, libertades y recompensas, entre otras
la
de
establecer autoridades propias en los pueblos ó barrios en que fun-
daron sus est blecimientos ó colonias.
Por
eso
los venecianos
en
1255 tuvieron
un
consejo en Constantinopla,
en
el que bajo el nombre
de Consulado del
mar
adoptaron
Qomo
ley mercantil una coleccion
de
costumbres en materia
d~
navegacion que poco tiempo ántes
había
sido preparada en Cataluña y la cual bien pronto fué adoptada
por
cas,i todos los E
¡,
t~dos marítimos,. Las prohibiciones canónicas
de
comercio con los árabes obligaron tambien á los venecianos á seguir
el
antiguo camino con
la
India por el mar Caspio y
la
B.ulkamia, pero
ya
én 1230 vemos á los italianos celebrar
tratados
de comercio en Tú-
nez, acomo en el tiempo de los cruzados fundar establecimientos
en
S.iria y en Palestina, San
Juan
de
Arce, Trípoli, Antioquía,
Constantinopla, en cuyo barrio d-e
Per{~
contaban con 10,000 mercá-
deres genoveses, que víctimas despues .de
una
persecucion de los
Em-
peradores griegos, pudieron vengarse en 1204 fundando
un
nuevo
im
-
perio que se
c@nfirió
á Balduino.
Fué
durante
este período cuando los
italianos propagaron
el
cultivo de
fa
seda en
Italia
y en Grecia, die-
ron á conocer á
la
Europa
los productos de manufacturas de lujo y
di~taron en 1255 por medio de
un
,consejo reunido en Constantinopla
un
código ,narítimo llamado Consulado del mar, tomado de los ensayos
hechos poco (mtes,
en
Cataluña; pero Pisa.desapareció
clel
teatro
de
la vida dominada por su rival Génova, que destruyó sus flotas y sa-
queó·y destruyó su ci udacl,-quedanclo ~ntónces en competeccia tres po-
deres rivales: Venecia, Fforehcta, líetedera de Pisa, y Génova que
muy
pronto sucu¡nbió
abmmada
por
la
actividad y la persecucion de Ye-
necia.
··
El
brillante período de Florencia comienza en 1421 cuaJ}do
~.
1
/
60
JACINTO
PALLARES.
los 'genoveses le vendieran el
puerto
de Livorma en 100,000 florines;
desde eé'.tónces·se comenzó á desarrollar libreménte su industria, sn
co-
mercio y
su
.navégacion, lleva-ndo sus flotas
por
el Mediterráneo y los
Países
Bajos, alimentando
la
exportación de sus célebres industrias de
lana, seda, tintore~ía, paños, objetos de art~ y sobre todo sus especu- ·
laciones banco, pues Florencia llegó á ser el banquero
ele
Europa,
teniendo (1) establecimientos industriales' ó ·bancarios
en
Inglaterra,
Francia, Flandes, Burgos, Aviñon, Nápoles, Barleto.·
El
principio
de su sistema bancario fueron verdaderos montes de piedad
ql!,e
muy
pronto se convirtieron en verdaderos bancos de los que existían
80
su:
cursales
en
Italia; pero arriesgándose en especulaciones peligrosas
por
el deseo
ele
grandes lucro
s,
acabaron por
terrible
bancarrota. Otro
de los beneficios que debe el comercio á Florencia es que allí
se
inicia-
11onlos
primeros trabajos serios de ciencia mercantil
por
dos
tratados
compuestos por Pegolotti y Antonio U zano en los siglos catorce y
quince, los cuales tratados difundieron las primeras nociones exactas
y científicas que Europa poseyó e~tónces sobre este asunto.
43.
Pero sobre todas estas potencias mercantiles prevaleció Vene-
cia, que supo adaptar su política á las necesiclades de uri gobierno con-
sistente y por lo mismo favorable á las graneles empresas mercan-
tilis.
En
1297 convirtió en aristocrático su gobierno democrático y
bajo
la
direccion de este nuevo poder adquirió la Dalmacia,
la
Ist!ia,
la
Servia y varias posesiones en
Italia,
emprendiendo
un
activo
trá-
fico
de sal, granos, metales, pescados del
ma~
Negro y
de
la Azof,
etc., etc.
Su
marina
se
componía
de
3,000 barcos q¡.ercantes y
45
ga-
leras con una dotacion
ele
25,000 tripulantes y 11,000 marineros, fa.
brica.dos casi todos
en
el Arsenal de
la
misma Venecia: con estos ele-·
mentos emprendieron una expediciori. despachando 8 ó 10
para
Tunez
J'
Crimea, otras tantas
para
Constantinopla y el
mar
N
egr
,
o,
otras pa-
ra
_Chipre, Affazzo, Siria,
Egipto
y -Berbería, muchas
pará
el Oéci- ·
dente
del Mediterr.áneo comoFrancia, España, .Portugal y Países Ba-
jos, expediciones _todas reglamentadas
po¡:-
el
Estado
liasta en sus más
nimios pormenores, ó emprendidas con buques del Estado, de manera
l
A:
est
a época refieren
algunos
.
escritores
(como diremos º
al
hablar
de
la
his!o-
ria
del Derecho
mercantil)
la
creacion
de
las
letras
de
cambio.
Cmo
á los Ju-
díos no
se
les
permitió
en lo
general
en
la
Edad
Med'ia otro comercio
que
el
ban-
cario
6
préstamo
á interes, lo que les
atraia
el' odio
del
vulgo,
esto
es, de
la
ma-
yoría
de los hombres, es verosímil que ellos
hayan
ocurrido
al
sistema
de
letras
de
cambio
para
trasladar
rápidamente
sus valores de
una
plaza
á
otra.
DERECHO
MERCANTIL
MEXICANO. 61
que existia
un
verdadero monopolio bajo
el
reglamentarismo del Esta-
do, que en todo intervenía, que ponia restricciones al comercio extran-
jero, que
solo
apremiado por el lucro permitió el establecimiento
de
griegos,,alemanes y judíos en
su
territorio, no concediendo á éstos
otro comercio que el de operaciones de préstamo ó de
ba
~:ica
, y _obli-
gando á todas las mercancías que venían de Le,·ante á Europa, ó
iban
de
Europa
á Levante, á tomar el camino
de
Venecia como
puerto
de depósito del mundo entero, y que. en su deseo de monopolio com-
praba
las materias primas que alimentaban
la
ind.ustria
patria
é im-
pedía por multitud de restricciones toda competencia comercial ó in-
dustrial de las naciones extranjeras.
Este
inmenso monopolio enri-
quAció
á la aristocrática Venecia
(1.),
de .cuyo poder mercantil
toda
Europa
era tributaria, y el mércade:r y capitalista veneciano, escuda-
do con ese monopolio que le autorizaban para elevar el precio de
la
mercancía, elevaba tambien el precio ó intercs del dinero que en es-
te
período llegó á ser hasta de
un
20
pór ciento. ,
44.
Campo
tan
vasto de especulaciones no podia ménos de llevar
á Venecia á la creacion del crédito; y efectivament
~,
elia fué.la pri-
mera que estableció
un
banco cuyas operaciones estaban garantiza.
das por el Estado y cuyo establecimiento parece
datar
de 1157, co-
nociéndose desde entónces en aquella República las letras de cambio-
Sin embargo, lo s venecianos quedaron inferiores. á los árabes en ma-
teria
de expediciones lejanas, pues no pasaron más allá de los Países
Bajos en el Norte de
Europa
y
nf
el. mismo viaje de Marco Polo,
en
las expediciones de los hermanos Zeno y de Vivaldi (siglos 13 y 14)
· dejaron frutos eerios al comercio y á
la-
geografía. Marco Polo en-
cargado de operaciones de comercio en el Asia menor visitó el con-
tinente oriental en
12ft2,
llegando á Sarma~anda, visitando á China,
al Indostan, J
ava
, Sumatra, Ctiifan, el golfo" de Cambe.ya; pero sus
descripciones llenas 'de candor y de ignorancia solo con mucha cau-
tela
han
podido ser utilizadás por los·sabios.
En
cuanto al viaje
de
los hermanos Zeno á Irlandia y' á la
Gr
oenlandia, y al de Vivaldi,
desaparecido en el Océano, no
han
dejado rastros ningunos políticos,
comer·ciales, ni geográficos. Venecia, como Génova
(2)
perdieron
su
. '
1 aqui un ejemplo·del
sistema
protector
produciendo,
enciertauo
ndicionu,
;a_
la
riqueza de
un
país. . .
2 Tambien
ésta
tenia
una
m_agnífica institucion de crédito en el banco de ,
San
Jorge.

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