Depósitos bancarios e inversiones, ¿están protegidos ante una crisis financiera?

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Introducción

Durante octubre fuimos testigos de un cambio importante en las variables financieras y económicas de nuestro país, como consecuencia del contagio mundial de la crisis que padece Estados Unidos. Este contagio ha obligado a modificar los pronósticos y las expectativas para el próximo año, bajo un criterio negativo y de franca incertidumbre, en que lejos de visualizar una solución definitiva a los problemas que verifican todas las economías del mundo, nos preguntamos si se ha llegado al fondo del problema, a fin de iniciar un largo proceso de recuperación.

Al igual que las demás economías del mundo, la de México no ha sido ajena a los resultados negativos y a los pronósticos que en forma homogénea indican un próximo año difícil. Sin embargo, a diferencia de lo que acontece en las naciones más desarrolladas, en apariencia nuestros bancos o instituciones financieras muestran una mayor solidez o índices de capitalización que los alejan por el momento de un problema de liquidez y solvencia que impida el cumplimiento parcial o total de sus obligaciones con los ahorradores o inversionistas.

Ahora bien, ante las constantes noticias del exterior que anuncian la quiebra de bancos e instituciones financieras y la intervención directa de los gobiernos para proteger los ahorros, garantizar la continuidad del sistema de pagos y el otorgamiento de préstamos, no es ocioso de nuestra parte entrar al estudio de la situación legal en México respecto de los mecanismos que protegen los recursos de los ahorradores ante problemas extraordinarios de los bancos, a fin de comprobar si en nuestro país existen normas jurídicas protectoras del ahorro bancario, así como los límites, condiciones o requisitos para la procedencia de esas normas protectoras.

Normas protectoras del ahorro bancario
Planteamiento del problema

La crisis financiera en Estados Unidos que transitó de un problema de liquidez del sistema hasta un serio problema de solvencia y confianza en las instituciones financieras, ha puesto sobre la mesa en muchos ahorradores e inversionistas alrededor del mundo, la importancia de los seguros de protección al ahorro que están a cargo de instituciones públicas, ya que a través de ese mecanismo se garantiza por parte del Estado que los pequeños y medianos ahorradores no pierdan los recursos que hubieran sido depositados o prestados a bancos o instituciones de crédito que quiebran o que se encuentran temporal o definitivamente imposibilitados para cumplir con sus obligaciones.

Por ello, ante los actuales problemas de confianza y de solvencia, muchos países (Estados Unidos, la Comunidad Europea, etcétera) han optado por aumentar drásticamente los seguros de protección al ahorro, a fin de coadyuvar en el ánimo y confianza de los ahorradores y evitar una mayor afectación a las instituciones bancarias, como consecuencia de un retiro masivo de los recursos depositados.

En México contamos también con un mecanismo de protección al ahorro, mismo que analizaremos a continuación.

Antecedentes de los seguros de protección al ahorro

Los bancos desempeñan una función esencial en cualquier país, pues a través de ellos se efectúa el pago de gran parte de las operaciones que se realizan en la economía (mediante cheques, tarjetas de crédito o transferencias electrónicas de fondos). Además, son el vehículo principal para que quienes tienen excedentes de recursos puedan ahorrarlos y se transfieran por conducto de los bancos a quienes los requieran para la inversión productiva o el consumo.

No obstante, los bancos son más vulnerables a problemas de insolvencia que otro tipo de sociedades mercantiles, en virtud de que prestan fundamentalmente el dinero que a su vez reciben prestado de los depositantes o ahorradores. En este sentido, si por cualquier razón (una devaluación, elevación de las tasas, problemas económicos) un banco no puede cobrar, por ejemplo, el 15% del monto de sus créditos o préstamos, los accionistas perderían la totalidad de su capital y las pérdidas por el incumplimiento de los deudores serían enfrentadas por los depositantes o ahorradores, pues el mayor porcentaje de esos préstamos que no pueden recuperarse provienen precisamente de los ahorros de cientos de miles de ahorradores pequeños, medianos o grandes.

Por ello, la mayoría de los países han decidido establecer una "red de seguridad" bancaria, la cual, proveída por los gobiernos, incluye los siguientes mecanismos:

  1. Un mecanismo de protección, denominado usualmente "seguro de depósitos". Por ejemplo, bajo los actuales problemas financieros que vivimos, la mayoría de los países que conforman la Comunidad Europea, Canadá y Estados Unidos (entre otros), han optado por elevar el monto del seguro de protección, a fin de que la mayoría de los ahorros queden protegidos.

  2. Facilidades crediticias que el Banco Central, como es el caso del Banco de México, le puede otorgar a los bancos con problemas de liquidez en su función de "acreditante de última instancia". Por ejemplo, bajo los actuales problemas financieros, muchos bancos centrales han tenido que intervenir a fin de inyectar recursos a los bancos (a través de préstamos) a fin de evitar problemas de...

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