Una Década del Desarrollo Histórico del Sistema Bancario Mexicano: 1925-1935

AutorCPC y MI Carlos Martínez León
Páginas20-22
20 CUESTIÓN 77 JUNIO 2015 21
Una Década del Desarrollo
Histórico del Sistema Bancario
Mexicano: 1925-1935
CPC y MI Carlos Martínez León
En virtud de la situación actual de crisis que se atraviesa a nivel
mundial, es importante conocer la importancia del Sistema
bancario mexicano, así como el rol del ahorro e inversión para
el desarrollo de México.
Resulta importante recalcar que las instituciones bancarias
de México administran los recursos nacionales como
internacionales.
El sistema bancario es considerado como uno de los factores
más importantes dentro de la economía, el mismo permite
canalizar el ahorro hacia la inversión, por este motivo el sistema
bancario de un país juega un papel trascendental en la vida
económica y productiva del mismo, ya que se ha convertido en
el pilar fundamental para la generación de riqueza, razón por
la cual los entes económicos se han apoyado en las diversas
instituciones nancieras para la obtención de capital de
trabajo, expansión productiva e infraestructura.
Dentro del sistema nanciero tenemos varias instituciones
nancieras como bancos, mutualistas, y cooperativas de ahorro
y crédito, estas últimas aparecieron en el mundo hace más de
siglo y medio dando sus inicios en Europa, pero se dice que
la cooperación ha existido siempre ya que sin cooperación no
hubiese sido posible la sobrevivencia humana, desde entonces
el sistema cooperativo se ha ido convirtiendo en instituciones
fuertes y solidas en el mercado nanciero porque su nalidad
es planicar y realizar actividades de trabajo en benecio
social o colectivo.
La banca de primer piso es un elemento estratégico en el
sistema nanciero y la gran importancia que tiene la misma
en el crecimiento económico del país; se basa este estudio
en demostrar la importancia de la Banca del sector privado,
aunque este sea extranjero, porque es un sector que se
preocupa por sus intereses; y no el sector gubernamental, ya
que no es su fuerte, el gobierno debe trabajar en la macro
economía más que en la microeconomía.
A) Antecedentes
El inicio de la historia moderna del sistema bancario
mexicano, el cual ha jugado un papel preponderante en la
evolución de la economía mexicana, puede situarse en 1925
con la creación del Banco de México. Los primeros años de
operación del Banco de México, que van de 1925 a 1931,
fueron extremadamente difíciles para que éste cumpliera
cabalmente sus funciones como banco central. Por una
parte, la desconanza que existía hacia el billete bancario
se reejó en que los billetes representaban una fracción casi
insignicante del total de oferta monetaria. Además, el banco
central no tenía el poder de decidir sobre las acuñaciones de
nuevas monedas, por lo cual no podía controlar la emisión de
dinero.
Por lo que respecta al control de la tasa de interés a través
del redescuento de documentos derivados de operaciones
mercantiles, durante los primeros años de operación del
Banco de México esto tampoco pudo realizarse, ya que
para acudir a éste, era requisito que el banco comercial
estuviese asociado al Banco de México, y a principios de 1932
únicamente 14 instituciones lo estaban. Esto se constituyó
como una limitante para la emisión de billetes a través de
este mecanismo. El incipiente desarrollo del sistema bancario
mexicano, se reejó en la continua escasez de crédito en la
economía, lo cual se constituyó, en parte, como una limitante
al crecimiento económico durante esos años. En los siguientes
diez años, posteriores a 1931, se presentaron en la economía
mexicana dos eventos que llevarían a la consolidación del
sistema nanciero nacional. En primer lugar en 1931,
ante la depresión mundial, las cuentas externas de México
experimentaron un considerable deterioro, lo cual repercutió
en una disminución en el ritmo de la actividad económica así
como una continua pérdida de oro.
Esta situación llevó a las autoridades a introducir una reforma
monetaria, mejor conocida como la “Ley Calles”, la cual se
promulgó el 25 de julio de 1931(1). Entre las
medidas que jaba esta Ley, la más importante fue la
desmonetización del oro y la prohibición del uso de este metal
en los contratos comerciales, exceptuando los de carácter
internacional. Además, se suspendieron las acuñaciones de
monedas de plata, únicas autorizadas para circular.
El efecto de esta medida sobre la economía mexicana fue
devastador. La oferta monetaria en circulación se redujo
en 1931 en 60%, lo cual se tradujo en que la captación del
sistema bancario comercial disminuyera en 40%. La menor
disponibilidad de recursos nancieros hizo que el crédito
bancario se contrajera, y como consecuencia la economía
mexicana entró en una profunda recesión, cayendo el
producto interno bruto real 15% en 1932.
La contracción del circulante y la consecuente restricción
crediticia generó fuertes protestas de los diferentes sectores
productivos del país, exigiendo la abrogación de la Ley
Monetaria de 1931. Ante ello, en 1932 se decretaron, el 9 de
marzo una nueva Ley Monetaria, el 12 de abril la nueva Ley
Constitutiva del Banco de México y el 28 de junio la nueva
Ley General de Instituciones de Crédito.(2)
La nueva Ley Monetaria, que derogó a la “Ley Calles”, tenía
como reforma principal permitir nuevamente la acuñación de
monedas de plata, buscando con ello reactivar a la economía.
La nueva Ley Constitutiva del Banco de México, que sustituyó
a la original de 1925, hizo de éste un verdadero banco central,
al conr mar la prohibición al Banco de México de realizar
operaciones directamente con el público. Adicionalmente, se le
asignaron funciones de competencia exclusiva, como lo fue la
cámara de compensaciones. La Ley de Instituciones Generales
de Crédito de 1932 sentó las bases para el fortalecimiento
del sistema bancario mexicano. En primer lugar, permitió
que cualquier tipo de banco realizara todas las operaciones
permitidas, siempre y cuando se respetaran las operaciones
pasivas y activas en función de sus plazos. Por otra parte, se
obligó a aquellos bancos que recibieran depósitos a la vista o
a plazo de hasta 30 días a asociarse al Banco de México, por
lo cual en 1932 el número de instituciones asociadas pasó de
14 a 62.
Por último, se emitió la Ley de Títulos y Operaciones de
Crédito, la cual dio un fuerte impulso a las emisiones de títulos
y bonos, tales como los hipotecarios, nancieros, certicados
de depósito y bonos de prenda de los Almacenes Generales
de Depósito. También en esta Ley se da el antecedente de lo
que después sería el control selectivo del crédito, al facultar al
Banco de México a decidir, en un momento dado, qué tipo de
títulos eran sujetos al redescuento, con lo cual exógenamente
se podría dar preferencia a cierto tipo de actividad económica.
Es importante señalar que anteriormente a esta Ley, al Banco
de México sólo se le permitía descontar documentos de
carácter “genuinamente mercantil”, por lo que con esta
modicación las funciones del banco central empiezan a
ser, además de banco de bancos, también banco de fomento
económico.
Los resultados de estas cuatro leyes se dejaron sentir
inmediatamente. En primer lugar, a partir de 1933 la
economía mexicana se recuperó, creciendo en ese año a una
tasa de 11.3%. En segundo lugar, como resultado del mayor
número de bancos asociados y una regulación que permitió el
redescuento de documentos de hasta 180 días, la participación
de los billetes en la oferta monetaria pasó de 0.4% en 1931 a
18.4% en 1934, y la penetración bancaria en la economía se
incrementó de 3.3% en 1931 a 4.8% en 1934, permitiendo
con ello el otorgamiento de mayor crédito a las actividades
productivas. Por último, al amparo de la Ley de Instituciones de
Crédito de 1932(3), a partir de este año y hasta 1941 surgieron
63 nuevas instituciones nancieras privadas, de las cuales 28
fueron bancos de depósito y ahorro y 35 se constituyeron
como nancieras, bancos capitalizadores e hipotecarias. El
segundo evento de importancia en el proceso de consolidación
del sistema nanciero nacional, se presentó en mayo de 1933,
cuando el gobierno de Estados Unidos aceptó que la deuda
contraída por los diferentes países europeos durante la Primera
Guerra Mundial se liquidara con pagos en plata.
Esto llevó a que el 22 de julio del mismo año, Estados Unidos,
México, Canadá, Perú yAustralia acordara adquirir 35
millones de onzas de ese metal a un precio de 50 centavos
de dólar por onza. Sin embargo, en diciembre el gobierno de
Estados Unidos anunció que compraría cualquier cantidad de
plata a un precio de 64.5 centavos de dólar por onza, a n de
que la cuarta parte de su reserva monetaria se constituyera en
ese metal. Esta política tuvo importantes repercusiones para
México ya que las monedas de plata eran las de curso legal
y tenían un poder liberatorio ilimitado. Además, si el precio
de la plata subía a más de 72 centavos de dólar por onza, las
monedas tendrían mayor valor como mercancía que su valor
monetario. Ante la mayor demanda de plata por parte de
Estados Unidos, en mayo de 1935 el precio de este metal llegó
a 81 centavos de dólar por onza.
Para evitar la devaluación del peso frente al dólar, presión que
se venía presentando desde mediados de abril de 1935, el 26
de abril del mismo año, como consecuencia de las salidas de
plata, se reformó la Ley Constitutiva del Banco de México,
mediante la cual se desmonetizaba la plata, sustituyéndose
las monedas de este metal por billetes del Banco de México,
con poder liberatorio ilimitado y libre convertibilidad a otras
divisas.
Para nales de 1935, las condiciones que llevaron a la
desmonetización de la plata habían desaparecido, por lo que
se percibió la necesidad de reformular íntegramente la ley que
regía el funcionamiento del Banco de México. Así, el 28 de

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