Los debates presidenciales en el Brasil que eligió a Lula: percepciones del elector y las debates televisivos de 2002

AutorLuiz Cláudio Lourenço
Páginas365-386
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Introducción
Dentro de las armas persuasivas utilizadas por los candidatos en la tentativa de in-
uenciar la decisión del voto, los debates son señalados por la literatura como mo-
mentos cruciales en las campañas electorales (Holbrook, 1996). Esta percepción,
bien como una ampliación y consolidación de la arena democrática, hace que en
la última década, y gradualmente, los estudios sobre debates estén ampliando su
espacio dentro de la agenda de investigadores en América Latina, sobre todo en Bra-
sil y México (Neto, 2003; Veron, 2003; Leite, 2003; Lourenço, 2007; Gonçalves,
2008; Chihu Amparán, 2008; Mundim, 2010; Domínguez Cortina, 2011). Este
texto pretende discutir y analizar algunos puntos importantes que se relacionan con
los debates electorales, a saber: 1. Una descripción panorámica del surgimiento y
de la trayectoria de los debates electorales en el mundo y en especial en Brasil; 2.
Una discusión sobre la literatura que ha abordado los debates electorales destacando
algunos de sus principales hallazgos; 3. La presentación de un análisis empírico de
relación entre debates, cobertura en los medios y campaña en la elección presidencial
de 2002; 4. Una interpretación de cómo el elector común percibió cognitivamente
los debates presidenciales de 2002 (a partir de sus comprensiones más recurrentes), y
5. Un análisis de la relación entre debates presidenciales y los posibles cambios en la
percepción de la imagen del candidato en aquella elección.
Un panorama de los debates electorales en la 
El inicio de los debates electorales tiene sus raíces en Estados Unidos, en 1858, con
Abraham Lincoln y Stephen Douglas. En aquel año, los dos realizaron una serie de siete
Los debates presidenciales en el Brasil
que eligió a Lula: percepciones
del elector y los debates televisivos
de 2002
Luiz Cláudio Lourenço
Traducción: Edwin Diego Salcedo
366 EL VOTANTE LATINOAMERICANO
debates, en siete lugares diferentes; cada uno de esos encuentros duro más de tres horas.
En 1948, casi un siglo después, los debates presidenciales son retomados. En ese año
ocurrió un encuentro en la radio, de cerca de una hora, entre los candidatos a la presi-
dencia  omas Dewey y Harold Stassen. No hay un número preciso para la audiencia,
pero se sabe que hubo entre 40 y 80 millones de oyentes.1 Fue en mayo de 1952 que se
dio el primer debate transmitido por la televisión, realizado entre representantes repu-
blicanos y demócratas, esa vez promovido por la Liga de Electoras (Lea gue of Women
Voters) (McMullen, 1999). En 1956 también hubo un debate transmitido por la ,
en Florida, entre Adlai Stevenson y Estes Kefauver, candidatos a las primarias. Pero
fue en 1960 que aconteció una serie de cuatro debates electorales sobresalientes en la
historia política norteamericana, entre el entonces senador demócrata John Kennedy y
el vicepresidente republicano Richard Nixon. Fue la primera vez que los debates fueron
transmitidos en redes de televisión y radio (,  y ). La audiencia, en cada de-
bate, sobrepasó los 60 millones de personas. Todavía se discute mucho sobre el impacto
de esos debates. La polémica más grande se refi ere al primer debate, realizado el 26 de
septiembre de aquel año (Druckman, 2003). Inmediatamente después de ese debate,
fue hecha una investigación dirigida a los oyentes que acompañaron el debate por la ra-
dio y la victoria de Nixon, y entre los telespectadores y la victoria de Kennedy. Después
de 1960, los debates volvieron al aire sólo en 1976. En esa ocasión, el demócrata Jimmy
Carter y el republicano Gerald Ford participaron de tres debates. A partir de ahí, los
debates se instituyeron en Estados Unidos como un evento de campaña, aconteciendo
en todas las elecciones presidenciales (1980, 1984, 1988, 1992, 1996, 2000 y 2004).
Es importante notar que, con el tiempo, los debates políticos se convirtieron no
sólo en algo restringido a los países de régimen presidencialista, sino que se extendieron
también a países parlamentaristas como España y de regímenes mixtos como Portugal.
En este país, tanto los candidatos a presidente como a primer ministro se enfrentan
en los debates (Leite, 2003). Esto demuestra que los debates políticos se consolidaron
como pauta primordial en las estrategias de comunicación política de la mayor parte de
los países democráticos del mundo.
En Brasil, justo antes de las elecciones presidenciales directas, de 1989, los debates
políticos ya existían a niveles subnacionales. La primera tentativa de un debate trans-
mitido en un canal de televisión fue hecha por la red Tupi, de São Paulo, en 1960, el
programa acabó no siendo transmitido, por el rechazo de Jânio Quadros.2 El primer
debate electoral transmitido por la televisión ocurrió en 1974, en Rio Grande do Sul,
en la disputa para el Senado, y tuvo como participantes a Nestor Jost (Arena) y Paulo
Brossard (). Fue el único transmitido en ese año y, por haber sido destacado en los
periódicos de la época, obtuvo una gran repercusión. Dos años después de ese debate,
en julio de 1976, fue decretada la “Ley Falcão”, que restringió mucho la propaganda
electoral de los partidos políticos y prohibió los debates televisados. Los debates electo-
rales sólo regresaron a las pantallas el 22 de marzo de 1982, con los candidatos Franco
Montoro () y Reynaldo de Barros (), que disputaban el gobierno del estado
de São Paulo. En septiembre de 1982, el  vuelve a prohibir los debates políticos
en la . En noviembre, después de mucha polémica, fue transmitido, por el canal

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