La criminalidad relacionada con delitos de omisión a la procuración de justicia
| Autor | Sara Pérez Kasparian |
| Páginas | 285-291 |
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El desconocimiento que en gran medida padece la sociedad mexicana, acerca de las leyes que protegen a las personas y la forma en que éstas pueden actuar para hacer efectivos sus derechos, hace que, se produzcan algunas formas de criminalidad que podrían evitarse, de existir más información sobre cómo enfrentar los casos donde un ministerio público, que está obligado por razón de su cargo y funciones, a conocer y dar trámite a las denuncias y querellas, no lo hace.
Así se han producido casos tan dramáticos como el de una joven de 17 años, víctima de violación por parte de tres sujetos, y poco después, cuando su mamá y hermano la convencieron para denunciarlos en el MP, este funcionario le dice que se retire, que no tiene caso que se desgaste en estos trámites tan desagradables, o el caso en que una persona ha sido asaltada en plena luz del día en su coche, cuando estaba en un alto y los malhechores le han quitado a punta de pistola su reloj o el propio coche; el Ministerio Público muchas veces tiene asuntos según él "más importantes" y convence a las víctimas de que "ya no tiene caso denunciar si en un final los probables responsables del delito, nunca van a ser habidos"...
Otro caso muy dramático que a diario vemos es el de la señora que ha sido víctima de un probable delito de violencia familiar, o violada por su propio cónyuge, y acude a la agencia más cercana del Ministerio Público con igual resultado que los anteriores: es persuadida para que se vaya y no levante cargos.
Ocurren otros casos aún más alarmantes donde en vez de la omisión del MP, su acción deja mucho que desear, como cuando esta autoridad ha liberado a un probable autor de robo con violencia que tiene calidad de servidor público (es un policía), y ha dejado preso al denunciante de este robo (víctima), o cuando en una extorsión se formulan cargos contra la verdadera víctima y no contra el extorsionador, sobre todo si es un servidor público. Page 286
En este trabajo se pretende comentar la criminalidad, muchas veces no denunciada, que genera un delito por omisión, que ocurre cuando un servidor público, (y analizaremos el caso de un M.P.), se abstiene de conocer de una denuncia penal, en detrimento de los derechos de la víctima.
El delito, en general, es un fenómeno social, muy difícil de eliminar,1 sin embargo de amplias posibilidades de ser controlado con estrategias de política criminológica; en especial, los delitos relacionados con el actuar de un servidor público sea local o federal, dentro de la procuración y administración de justicia tienen en muchos casos, relación con un tema que a diario nos preocupa y es la corrupción, pero otras causas no ya de pura corrupción, pero donde el dolo esta presente, pueden ser el poco deseo de trabajar a favor de la sociedad, factor importante para controlar y disminuir este delito, es que la sociedad se informe de cómo lograr hacer valer sus derechos pues todo individuo, toda persona cuenta con ese derecho, ya sea que ha sido víctima directa o indirecta de un delito, ya sea porque lo presenció, o porque lo supo, denunciar los delitos no solo es un deber, es un derecho de las personas y a nadie se le puede impedir que lo haga.
El Derecho Penal, represivo y a la vez humanista2 por encaminarse no solo a la aplicación de las penas y medidas de seguridad sino al respeto de las garantías procesales y protector de los derechos de la víctima, tiene como objetivo, continuar incrementando su aplicación solo en los casos más graves y donde no quede otra alternativa,3 acudiendo a vías como la mediación y la conciliación y en los delitos perseguibles por querella de parte, obtener el perdón del ofendido son quebrantar sus derechos en especial, la reparación del daño, sin embargo en delitos perseguibles de oficio como el que se comentará, la vía es lograr que sea perseguido y que se penalice a los autores, no hay otra alternativa, aunque por supuesto, las penas alternativas si pueden entrar a jugar su papel, siempre que así procedan, pues la cárcel para los culpables, no es la única vía para lograr la tranquilidad ciudadana.
El Código Penal Federal, contiene un, relativamente aceptable, sistema de tipos penales que describen modalidades delictivas en materia de delitos cometidos Page 287 por servidores públicos, conductas donde se pone de manifiesto la corrupción, ya sea de servidores públicos como de personas particulares como puede ser el caso del cohecho, el peculado o el enriquecimiento ilícito, que lo cometen servidores o particulares; también el Código Penal del DF, contiene un catálogo de delitos que protegen ese valor tan importante, el correcto funcionamiento del servicio público.
Con sus defectos pero también con sus aciertos, los Códigos penales actuales son la vía más socorrida para que se persiga la corrupción que ocurre por la realización de conductas activas u omitivas, típicas, antijurídicas y culpables, para lograr la más efectiva lucha contra la impunidad en el ámbito del servicio público.
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