Creencia de primera persona, conciencia y la paradoja de eroom.

AutorVidal, Javier

I

Mi objetivo es mostrar que existe una relación necesaria, no contingente, entre tener una creencia de primera persona y creer conscientemente: una creencia de primera persona es necesariamente, a causa de tener un contenido de primera persona de la forma "Yo [FI]", (1) una creencia consciente. (2) Es decir, una creencia de primera persona no puede ser inconsciente precisamente porque el análogo mental del pronombre personal "yo" es instanciado en esa creencia. En la segunda parte argumentaré, a partir de la tesis de que no puede haber creencias de primera persona que sean inconscientes, contra cierto tipo de teoría de orden superior de la conciencia (Higher-Order Thought Theory of Consciousness) según la cual la naturaleza consciente de un estado mental consiste en tener un pensamiento o una creencia de orden superior acerca de ese estado. Finalmente, en la tercera parte presentaré, a partir de esa misma tesis, una explicación de la paradoja de Eroom, que es el sinsentido de aseverar o de creer algo con un contenido de la forma "p y yo creo inconscientemente que p".

Consideremos una creencia de primera persona, es decir, una creencia con un contenido de primera persona de la forma:

(1) Yo [PHI].

Entonces, la adscripción de una creencia de primera persona es de la forma:

(2) X cree que ella misma [FI].

El pronombre reflexivo, o cuasi-indéxico, "ella misma/él mismo" es la traducción a contextos indirectos como (2) del pronombre personal "yo", usado en cualquier sustitución de (1) para expresar directamente el contenido de una creencia de primera persona (Geach 1957). (3) Ahora bien, el cuasi-indéxico tiene la función de eliminar, cuando es posible, la ambigüedad de una adscripción de creencia de la forma:

(2*) X cree que ella [FI]

Pues, una adscripción como (2 no entraña que X tenga una creencia de primera persona y, por tanto, es ambigua en ese sentido. En efecto, supongamos que X, quien no es la persona retratada en cierta fotografía, tiene la creencia de que la persona retratada en la fotografía es deportista. Entonces, es correcta una adscripción de la forma (2*): constituye una propiedad del pronombre "ella/él" poder reemplazar salva veritate, en contextos indirectos como la adscripción de una creencia, cualquier término singular o descripción definida, como "la persona retratada en la fotografía", que pudiera usarse también para expresar directamente el contenido de la creencia. Por ello, puede pasarse de reportar que X cree que la persona retratada en la fotografía es deportista a reportar que X cree que ella es deportista. Sin embargo, X no es la persona retratada en la fotografía. Más aún, supongamos que X es la persona retratada en la fotografía pero no se reconoce en ella. Según el principio salva veritate aplicado ahora a un uso anafórico del pronombre "ella", también ahora puede pasarse de reportar que X cree que la persona retratada en la fotografía es deportista a reportar que X cree que ella es deportista. Empero, X ignora que ella misma es la persona retratada en la fotografía. En ninguno de los dos casos X tiene una creencia de primera persona y, por ello, no es correcta una adscripción de la forma (2) (Bermúdez 1998, pp. 2-4; Castañeda 1966/1999; Corazza 2004, pp. 279-285).

Parece así que, para dar cuenta de la función del cuasi-indéxico, es necesario suponer que el pronombre personal "yo" es usado en cualquier sustitución de (1) y el análogo mental de "yo" es instanciado en una creencia para referirse a uno mismo como uno mismo (Castañeda 1989), lo que significa referirse a uno mismo de tal modo que la referencia de primera persona está garantizada. Pues, obviamente, el referente de "yo" o de su análogo mental en la creencia, el hablante o el creyente, necesariamente existe, en cuyo caso siempre hay un referente, uno mismo, a quien uno siempre se refiere con éxito como uno mismo (Rovane 1987, p. 153). A este respecto, Lucy O'Brien dice:

Parece que la referencia de primera persona está garantizada, y garantizada de tres modos. En primer lugar, un sujeto siempre tiene éxito en referir cuando ella refiere en primera persona. En segundo lugar, ella también tiene éxito en referirse a ella misma cuando refiere en la modalidad de primera persona. En tercer lugar, ella sabe que se está refiriendo a ella misma. Parece que la referencia de primera persona siempre tiene un referente, siempre es una referencia reflexiva y siempre es una referencia reflexiva autoconsciente. (2007, p. 5) (4,5) Pero, dado que la referencia está garantizada en el sentido reflexivo de que uno siempre se refiere con éxito a uno mismo, es imposible que uno no sea idéntico al referente del análogo mental de "yo" en la creencia. Y dado que la referencia está garantizada en el sentido autoconsciente de que uno siempre se refiere con éxito a uno mismo como uno mismo, es imposible que uno ignore la identidad que guarda con el referente del análogo mental de "yo" en la creencia. (6) Precisamente por eso, la verdad de una adscripción como (2) no sólo se caracteriza porque, como en la creencia X se refiere con éxito a ella misma, es imposible que la persona referida por "X" en la adscripción (fuera de la cláusula-que) no sea idéntica a la persona referida por "ella misma" en la adscripción (dentro de la cláusulaque): es imposible que el sujeto de la creencia no sea idéntico al objeto de la creencia. Es que, además, la verdad de (2) se caracteriza porque, como en la creencia X se refiere con éxito a ella misma como ella misma, es imposible que la persona referida por "X" en la adscripción (fuera de la cláusula-que) ignore la identidad que guarda con la persona referida por "ella misma" en la adscripción (dentro de la cláusula-que): es imposible que el sujeto de la creencia ignore la identidad que guarda con el objeto de la creencia. En otras palabras, de (2) se sigue:

(3) X sabe que la creencia de que alguien [FI] es acerca de quien cree que alguien [FI], es decir, ella misma.

Debe tenerse en cuenta que (3) no representa la inmunidad a un error de identificación del uso de "yo" en (1) o de su análogo mental en una creencia de primera persona. En efecto, digamos que el análogo mental de "yo" en la creencia es inmune a un error de identificación cuando es imposible que X, quien cree que ella misma [FI], esté equivocada sobre la identidad de la persona que [FI]. De manera que el análogo mental de "yo" no es inmune a un error de identificación cuando es posible que X crea erróneamente que ella misma [FI] porque y sólo porque la persona que [FI] no es la persona a la que el uso del análogo mental de "yo" refiere, o sea, no es ella misma (Shoemaker 1968/1994, pp. 81--82). (7) Es compatible que, en ese caso, (3) sea verdadero y que, con todo, no haya inmunidad a un error de identificación: X no puede estar equivocada o dejar de tener conocimiento sobre la identidad de la persona de quien cree que [FI], que es ella misma, pero está o puede estar equivocada sobre la identidad de la persona que [FI], que en ese caso no es ella misma sino algún otro. Como señala David Rosenthal:

Yo veo el reflejo de alguien en un espejo y pienso erróneamente que yo soy esa persona [...] Si considero que la persona en el espejo soy yo, puedo estar equivocado acerca de si el reflejo es realmente mío. Pero aún aquí no puedo estar equivocado acerca de quién yo considero que es el reflejo; considero que el reflejo es del mismo individuo que está haciendo esa consideración (2004, p. 173; 2005, p. 356). Ahora bien, como según (3) X sabe que ella misma es tanto el objeto como el sujeto de la creencia de que alguien [FI], resulta que el cuasiindéxico "ella misma" puede ocupar la posición tanto del sujeto de la creencia (fuera de la cláusula-que subordinada) como de su objeto (dentro de la cláusula-que subordinada) en la siguiente adscripción de ese conocimiento:

(4) X sabe que ella misma cree que ella misma [FI]. (8)

Esto significa que existe una relación necesaria, no contingente, entre tener una creencia de primera persona y saber que uno mismo tiene esa creencia. (9) Podría pensarse que alcanzado este punto no queda nada más que argumentar a favor de la naturaleza consciente de las creencias de primera persona, dada cierta relación necesaria, aparentemente obvia, entre tener conocimiento de una creencia y creer conscientemente:

(SC) Si X sabe que ella misma cree que [alfa], entonces X cree conscientemente que [alfa]. (10)

Sin embargo, al considerar especialmente los casos de creencia inconsciente (Moran 2001; Finkelstein 2003), parece que un principio de esta forma genérica es falso. En efecto, examinemos el ejemplo de alguien que, después de haber sido psicoanalizada, llega a saber que ella misma cree que comer es obsceno, que no es una creencia con un contenido de primera persona pero puede haber interactuado con otras creencias de primera persona para producir un trastorno alimentario. En este caso, el conocimiento de esa persona está basado en el diagnóstico del psicoanalista, que es una forma de adquisición de conocimiento mediante el testimonio. Pero, obviamente, esa persona no adquiere mediante el testimonio la creencia de que comer es obsceno. La tarea del psicoanalista fue informarle que ella, inconscientemente, ya tenía esa creencia, que, sin embargo, no estaba dispuesta a expresar de manera espontánea mediante una aserción sincera de Comer es obsceno .

Es posible que, en una fase posterior de integración personal, la creencia de que comer es obsceno llegue a estar disponible a la conciencia y así la persona pueda primero expresarla y después someterla a una revisión esclarecedora. Pero hay que pensar que, como el conocimiento de que ella misma tiene esa creencia fue adquirido mediante el testimonio y no mediante algún tipo de relación directa e inmediata con la creencia, en la fase inicial del descubrimiento psicoanalítico esa persona no dispone de la creencia de que comer es obsceno de un modo que sea compatible con una conciencia genuina...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR