Correspondencia 1910
| Autor | Francisco I. Madero |
| Páginas | 11-97 |
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CORRESPONDENCIA 1910
San Pedro, Coah., marzo 8, 1910.
Sr. Lic. Toribio Esquivel Obregón1
León, Gto.
cuso recibo a su grata del 5 del corriente, que paso a con-
testar. Me extraña que Estrada2no le encontrase a Ud.
en esa ciudad, pues así me lo comunicó por telégrafo. Ya me
informaré cómo estuvo esa equivocación que tanto lamento.
1Toribio Esquivel Obregón (1864-1946). Político, abogado, periodista y aca-
démico mexicano. Fue miembro del Partido Antirreeleccionista. Tras los su-
cesos de la Decena Trágica, fue ministro de Hacienda del 20 de febrero al
26 de septiembre de 1913, en el gabinete de Huerta. Se exilió en Nueva York,
de 1913 a 1924. En Estados Unidos, impartió la cátedra de Derecho comercial
en la Universidad de Columbia y en la Universidad de Nueva York.
2Se refiere a Roque Estrada Reynoso (1883-1966). Político, escritor, abogado
y jurista mexicano. Junto con Paulino Martínez, Luis Cabrera, Emilio Váz-
quez Gómez y otros, fundó, en mayo de 1909, el Centro Antirreeleccionista
de Mé xico. En juni o de 1910, fue hecho prisionero en Monterrey, Nuevo
León, junto con Madero. Participó en la redacción del Plan de San Luis.
Fue diputado federal, así como magistrado y presidente de la Suprema
Corte de Justicia de la Nación. En 1957 el Senado de la República le otorgó
la Medalla Belisario Domínguez.
A
No opino como Ud. respecto de que no convenga instalar
un Club Antirreeleccionista en esa ciudad. Comprendo que
los que integren la directiva serán víctimas de persecuciones,
pero ha llegado ya el momento en que todos debemos arros-
trar todos los peligros que vengan por salvar a la Patria del
inminente peligro que la amenaza. Entre más se extremen las
persecuciones, mayor será el número de los partidarios anti-
rreeleccionistas, y más vigoroso su empuje en la próxima con-
tienda, en la cual sí creo que obtendremos mucho más de lo
que Ud. espera.
Por estas razones, y por haberlo ya anunciado en la pren -
sa, me sería imposible dejar de tocar ese punto, pues, si no lo
hiciera, podría creerse que hay algunos disgustos entre Ud. y
yo, o, si se enterasen de la verdadera causa, lo podría perju-
dicar a Ud., porque interpretarían de un modo muy distinto
su conducta.
Respecto al segundo punto, que trata sobre la intención de
Ud. de atacar las candidaturas de Lic. Vázquez,3ya me había
hablado el Lic. Vázquez sobre el particular y había pensado es cri -
birle sobre el asunto, pero la llegada de su carta me propor cionó
3Emilio Vázquez Gómez (1858-1926). Abogado y político mexicano. Criticó
severamente a Díaz desde la década de 1880. Colaboró con algunos perió-
dicos de oposición como El Tiempo y El Diario del Hogar, hablando siempre
a favor de la alternabilidad en el poder y el respeto del sufragio popular.
Desde 1906, entabló relaciones con Madero. Junto con él, Paulino Martínez,
Luis Cabrera, Roque Estrada y otros, fundó, en mayo de 1909, el Centro An -
tirreeleccionista de México, del cual fue presidente (véase la nota anterior). Fue
secretario de Gobernación en 1911, durante el gobierno interino de Francisco
León de la Barra. Junto con su hermano Francisco lanzó en octubre de 1911
el Plan de Tacubaya donde se declaraban nulas las eleccio nes, disueltas las
Cámaras y se proclamaba presidente de la República.
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CORRESPONDENCIA POLÍTICA II
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FRANCISCO I. MADERO
el medio de hacerlo con mayor facilidad. Yo tampoco es toy de
acuerdo con las candidaturas del Lic. Vázquez, pero creo que
sería inconveniente e innecesario que Ud. fuese a publicar algo
contra la opinión personal del Lic. Vázquez, por las razones
siguientes: inconveniente, porque una escisión en nuestro par -
tido, en los actuales momentos, sería funesta, e innecesaria,
porque no se necesita que publique Ud. nada para convencer
a los Clubes Antirreeleccionistas, pues no hay ni uno solo que
esté de acuerdo con esa candidatura.
No puede Ud. imaginarse el disgusto tan profundo que causó
en todos los Clubes Antirreeleccionistas la publicación de esas
candidaturas del Lic. Vázquez y, si no fuese por mí, algunos
hasta lo habrían desconocido en su cargo de presidente, o hubie -
sen publicado opiniones muy desfavorables para él.
Tengo, pues, la convicción de que en nuestra convención no
habrá ni un solo club que apoye esa candidatura. Como yo es -
toy en correspondencia con casi todos los clubes de la Repú blica,
estoy perfectamente enterado de su opinión, así es que puede
Ud. creer lo que digo.
Por lo demás, creo que será mejor que se espere para la
convención, pues entonces se discutirá todo lo relativo a nues -
tro partido, estando perfectamente representados todos los
Clubes Antirreeleccionistas.
Sin embargo, si Ud. insiste en publicar algo, puede hacerlo
sin referirse personalmente al Lic. Vázquez ni a sus opiniones
y haciendo únicamente indicaciones sobre quiénes deben ser
los candidatos del Partido Antirreeleccionista. En este sentido,
yo he hablado muchas veces, tanto en mis escritos como en
mis discursos de propaganda, insistiendo siempre en que los
candidatos deben ser ciudadanos desligados completamente
de la actual administración.
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