La Constitución de 1857 y sus Leyes de Responsabilidades de los Servidores Públicos

AutorArturo Miguel Chipuli Castillo
Páginas105-140
Arturo Miguel Chipuli Castillo
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CAPITULO IV.
LA CONSTITUCIÓN DE 1857 Y SUS LEYES DE
RESPONSABILIDADES DE LOS SERVIDORES PÚBLICOS.
Breve historia de la responsabilidad de los servidores públicos en México
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4.1. Prolegómeno.
Años más tarde, surgen nuevos conflictos al interior de la nación
mexicana que ponen en entredicho el sistema constitucional
imperante. En 1852 una revuelta obliga al desconocimiento del
entonces Presidente de la Republica Mariano Arista y la demanda de
“invitar” a Santa Anna para sustituirlo. Santa Anna, para entonces
desterrado, fue llamado para ejercer una dictadura durante un año,
bajo las condiciones que le impondría Alamán. Al decir de Tena
Ramírez:
Como siete años antes, cuando fue llamado de su expatriación
en Cuba, Santa Anna pulsó las posibilidades de los partidos y
en esta vez, a diferencia de la anterior, se decidió por los
conservadores. Alamán, que encabezaba el ministerio, trato de
organizar la dictadura y para ello elaboró las Bases para la
administración de la Republica hasta la promulgación de la
Constitución, promulgadas el 23 de abril de 53 (Tena, 1989:
480).
Sin embargo, el “Santanismo” que prevaleció en este periodo tuvo
importantes consecuencias sociales, mismas que motivaron un serio
descontento social, que finalmente culmino con el destierro definitivo
de Santa Anna. Sobre lo anterior, escribe Enrique Pérez de León
(1993: 12) lo siguiente:
El desenfreno y la excentricidad de Santa Anna tuvieron su
mejor exponente en esta época en que quedó solo en el
gobierno con motivo de la muerte de Alamán, lo que provocó
un uniforme descontento en todo el país, y el 1° de marzo de
1854, en el pueblo de Ayutla, del Estado de Guerrero, se
proclamaba el plan de este nombre, que tenía como mira
principal el desconocimiento de Santa Anna y la convocatoria
a un nuevo Congreso; plan que posteriormente reformara en
Acapulco Ignacio de Comonfort para adoptarlo.

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