Consolidación y alcances del juicio de amparo: 1857 - 1917

AutorAndrea Pozas
Páginas33-40

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857-1917

Como dijimos en el capítulo anterior, en el Acta Constitutiva de Reformas de 1847 se incorporaron por primera vez los fundamentos del amparo a la historia constitucional mexicana. Sin embargo, durante sus primeros años este importante instrumento legal fue en gran medida ineficaz. Para que algunos ordenamientos de la Constitu ción entren en vigor es necesario que se apruebe una ley orgánica que estipule con mayor detalle el modo en que dichos ordenamientos habrán de funcionar en la práctica. El juicio de amparo requería de una ley de este tipo para poder comenzar a utilizarse adecuadamente. No obstante, la ley reglamentaria correspondiente nunca fue expedida y si bien se emitieron algunos fallos con base en el artículo 25 del Acta de Reformas, ninguno de ellos fue dictado por la Suprema Corte. No fue sino hasta la promulgación de la Constitución de 1857 que el juicio de amparo cristalizó como el instrumento por excelencia del control constitucional mexicano.

En el periodo entre el Acta de Reformas de 1847 y la Constitución de 1857 se dio una radicalización de las posturas ideológicas que dividían a la sociedad mexicana. Era posible distinguir dos bandos, liberales y conservadores, que entre otras cosas diferían en el modo en debía establecerse la relación entre la Iglesia católica y el Estado mexicano así como también en el papel que debían jugar las corporaciones (como las militares, religiosas y las comunidades indígenas) frente a los individuos que las componían y frente al resto de los mexicanos. A muy grandes rasgos, los liberales favorecían la supremacía del Estado sobre la Iglesia católica y de los individuos frente a las corporaciones, enfatizando la igualdad de todos los mexicanos ante la ley. Por otro lado, los conservadores tenían las preferencias opuestas, favoreciendo la existencia de fueros especiales (como el militar y el religioso) y la propiedad comunal de la tierra. La disputa entre ambos grupos llegó a las armas y en 1855 la Revolución de Ayutla llevó al poder a una nueva generación de liberales que impulsó con energía su proyecto de nación, el cual quedó plasmado en la Constitución de 1857. Los debates que llevaron la creación de esta nueva ley suprema incluyeron interesantes discusiones sobre el control constitucional, en el que ya había tomado un lugar importante el juicio de amparo.

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Eficacia
del amparo en sus primeros años

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-Debates:

Constitución
de 1857; liberales vs.conservadores: -derechos individuales
vs. principios
de representación

En el debate constitucional en torno al juicio de amparo (18561857) se enfrentaron dos concepciones del papel que el Poder Judicial debía jugar en una república representativa. Por un lado, los opositores del proyecto que buscaba incorporar el amparo a la Carta Magna argumentaron que el que un juez pudiese dejar sin aplicación una ley aprobada por el Poder Legislativo era contrario a los principios representativos, constituía una invasión a las facultades de los representantes populares y era una afrenta a la dignidad de la ley. Esta posición, como discutimos en el capítulo anterior, era la predominante en las primeras décadas de la vida independiente de México. Por otro lado, los defensores del proyecto argumentaron que el amparo reunía tres importantes virtudes. En primer lugar, permitía la defensa de los derechos individuales poniendo un freno a leyes y actos gubernamentales que contrariaran los preceptos de la Constitución. Por otro lado, que la decisión judicial en un juicio de amparo tenía validez solamente para aquél que interpuso el amparo. Esta característica, denominada “efectos particulares” o “fórmula Otero”, les permtía a los defen sores del amparo argumentar que de este modo se impedía el “ultraje” del Poder Legislativo que creó la ley. En tercer lugar, los defensores del amparo creían que era bueno que los jueces, y no los políticos pertenecientes al Congreso o a las legislaturas locales, tuviesen la facultad de decidir cuándo se debía inaplicar una ley. Argumentaban que esto garantizaría un juicio pacífico con base en análisis legales detallados y no en posiciones políticas y discursos vehementes de los legisladores convertidos en intérpretes de la Constitución.

En las votaciones, los defensores del juicio de amparo se impusieron y este importante instrumento legal quedó plasmado en los artículos 101 y 102 de la Constitución de 1857. Sin embargo, una vez más la inestabilidad política impidió que este instrumento de control constitucional fuese efectivo. Debido a la guerra civil, la llamada Guerra de Reforma entre conservadores y liberales que duró de 1858 a 1861, otra vez la ley reglamentaria correspondiente no pudo ser promulgada sino hasta noviembre de 1861. La inestabilidad continuó en nuestro país e incluso una vez que se contó con tales bases legales, la invasión francesa que comenzó el año siguiente y culminó hasta 1867 postergó casi seis años más su aplicación efectiva.

Fue hasta 1868 cuando se inició el periodo de consolidación del juicio de amparo, año durante el cual se debatieron los fundamentos del nuevo instrumento de control constitucional y se definieron sus alcances, al tiempo que la Suprema Corte delineaba sus funciones dentro del sistema político del periodo conocido como la República Restaurada.

Veamos, como ejemplo, en un caso de juicio de amparo famo so, el modo en que...

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