Innovación y gestión del conocimiento: debate y perspectiva empresarial en el mundo global
| Autor | Javier Jasso y Arturo Torres |
| Páginas | 275-297 |
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Innovación y gestión del conocimiento: debate
y perspectiva empresarial en el mundo global
Javier Jasso y Arturo Torres
Una de las más vivas satisfacciones que puede experi-
mentar el hombre inteligente es concebir un plan y ase-
gurar su buen éxito. Es también uno de los más poderosos
estimulantes de la actividad humana. Esta posibilidad de
concebir y de ejecutar recibe el nombre de iniciativa. La
libertad de concebir y de ejecutar es también, cada una
por su parte, elementos componentes de la iniciativa.
HENRI FAYO L, Administración industrial y general.
Introducción
El conocimiento y su uso productivo han sido un rasgo de la creatividad y el
talento del hombre desde sus orígenes. En el mundo actual, la manera como se
crea, usa y difunde el conocimiento1 ha cambiado en los últimos años, y está
impactando la forma como se concibe y las formas como se expresa y administra.2
1 En su sentido más amplio, nos referimos no sólo al conocimiento científi co, sino también al co-
nocimiento tradicional, técnico, empírico, etcétera.
2 Utilizamos indistintamente el concepto de administración o de gestión, aunque reconocemos que
existe un debate en el algunos sostienen que no necesariamente es lo mismo, sobre todo los enfoques
con una tradición francófona.
CONOCIMIENTO E INNOVACIŁN: RETOS DE LA GESTIŁN EMPRESARIAL
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Diversos gobiernos de los países desarrollados,3 así como los administradores
de empresas exitosas4 y competitivas internacionalmente, se orientan cada vez más
a impulsar a países y empresas hacia una economía u organización basada en el
conocimiento.5 A pesar de la diferencia histórica de su proceso de desarrollo, los
países de industrialización tardía y las empresas de esos países han venido consi-
derando e incorporando cada vez más dentro de sus programas, planes y estrategias
de desarrollo, diversos procesos orientados crear economías, regiones, empresas y
organizaciones basadas en el conocimiento.
Sin embargo, existe aún un vacío considerable de trabajos que intenten explicar
qué es el conocimiento, y cómo se valora económica, organizacional6 o socialmen-
te. Los ámbitos en los que ubicamos el análisis de este tema abarca dos aspectos:
por un lado, se trata del uso del conocimiento productivo y por ello del quehacer
empresarial e institucional y regulatorio, y por el otro, de la forma de concebirlo
y estudiarlo desde la filosofía de la ciencia. Ambos rubros tienden a converger y
marcar las pautas del debate acerca de la denominada sociedad del conocimiento.
Desde el ámbito del conocimiento productivo, científico y tecnológico, Corona y
Jasso (2004) destacan dos rasgos para caracterizar la „sociedad del conocimiento‰:
1) el uso creciente de las tecnologías de la información y la comunicaciones (TIC)
y por ende el avance en la electrónica7 desde fines del siglo XX hasta la actuali-
dad, y, 2) los cambios en el ciclo ciencia-producción, en dos sentidos: primero, en
el acortamiento del ciclo, y segundo, en un mayor número y formas de relaciones de
3 Entre otros, muchos de los países de la OCDE y otros países con un crecimiento importante como
los tradicionales de Asia (Taiwán, Corea, Singapur, Malasia, Tailandia) y los nuevos países continen-
tales como China e India.
4 Entre otras véase las empresas con mayores ventas en el mundo como las tradicionales automo-
trices (Ford, GM, Toyota y Honda) y las de los sectores ubicados en el nuevo paradigma tecnoeconó-
mico de las TIC, los servicios y la electrónica como Microsoft, Dell, Hewlett Packard, Oracle, Google,
o bien empresas de servicios como Federal Express o Amazon.
5 Así por ejemplo han surgido programas en España, Estados Unidos de América o México, en
donde se promueven estrategias públicas para crear “ciudades del conocimiento”.
6 La “valoración económica” del conocimiento tiene su referente último en la innovación e incor-
poración en el mercado de nuevos productos, procesos y sistemas basados en los avances de la ciencia
y la tecnología. Esto defi ere de la “valoración social”, ya que no todo conocimiento se incorpora en
innovaciones. Esto ocurre, por ejemplo, cuando la valoración se deriva de la resolución de problemas
de carácter público como son los avances del conocimiento en mejoras de sanidad de las sociedades.
Referente a la “valoración organizacional” nos referimos al papel que el conocimiento tiene dentro de
las empresas y otras instituciones, en cuanto a su impacto en el mejoramiento de su estrategia, estruc-
tura y gestión de sus actividades.
7 Véase OECD (2004).
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