Conclusiones y recomendaciones de la Comisión del Cannabis
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1. Desde la segunda mitad del siglo pasado el uso recreativo del cannabis se
ha generalizado entre adolescentes y adultos jóvenes en una extensa va-
riedad de países desarrollados y en algunos países en vías de desarrollo. En
los países desarrollados, con la historia más prologada de consumo, existe
una gran minoría de personas que continúa el consumo de cannabis des-
pués de la madurez.
2. Hay muchos perjuicios para la salud derivados de fumar cannabis. Su
consumo entorpece el desempeño de tareas en las que se requiere exacti-
tud, y el consumo previo a la conducción de un vehículo probablemente
aumente el riesgo de un accidente de tránsito. Alrededor de 10% de las
personas que prueban el cannabis desarrollan dependencia a la droga y pre-
sentan un mayor riesgo de enfermedades respiratorias, deterioro de la fun-
ción cognitiva (al menos a corto plazo), y síntomas de enfermedades psi-
cóticas. El consumo temprano y reiterado durante la adolescencia puede
aumentar el riesgo de un bajo rendimiento académico, así como de otras
consecuencias “psicosociales” durante la juventud.
3. La posibilidad de presentar perjuicios y el grado en que éstos se mani es-
tan entre los consumidores habituales de cannabis son modestos compara-
dos con los daños causados por muchas otras sustancias “psicoactivas” de
uso común, legales e ilegales, tales como el alcohol, el tabaco, las anfeta-
minas, la cocaína y la heroína.
4. Recientemente, se ha expresado preocupación acerca del aumento de la
potencia de los productos del cannabis. Es posible que el promedio de
contenido de haya aumentado en muchos países, y que la propor-
ción entre este y el se haya visto comprometida,1 al menos, en parte,
debido a que la producción de cannabis es ilegal. Las consecuencias para
la salud de este aumento dependerán de la dosi cación del por parte
de los consumidores.
5. Existen variaciones temporales en los índices de consumo de cannabis den-
tro y entre los países, pero éstas no parecen afectadas por la posibilidad
de ser detenido o por las sanciones impuestas al consumo o la venta, sin im-
1 W. D. Hall y W. Swi , op. cit.; D. J. Potter, P. Clark y M. B. Brown, op. cit.; C. J. Morgan y H. V. Curran, op. cit.
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