El e-commerce como estrategia de negocios para las empresas
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Con el paso de los años, el avance tecnológico ha influido en las empresas que buscan nuevas alternativas para comercializar los artículos que producen y los servicios que ofrecen. Una técnica para lograr ventas ágiles y efectivas es el telemarketing o ventas por teléfono, donde se establece comunicación directa entre el cliente y la empresa. El procedimiento es tan funcional que en muchas compañías lo han convertido en una unidad o departamento de comunicación integral denominado Call Center, éste abarca promociones, información y consulta, reclamaciones, cobro, recepción de incidencias y ventas, entre otros aspectos que van dirigidos a satisfacer la relación del usuario con el cliente, basados en una adecuada estructura de hardware y software que es el principio de la utilización de los sistemas electrónicos.
Ahora bien, con la incorporación de Internet a los negocios, las empresas han extendido su sistema de comercialización para basarlo, en su totalidad, en dichos medios electrónicos.
En principio la desconfianza por realizar compras, utilizando el comercio electrónico (e-commerce) prevaleció, ya que no era factible apreciar físicamente las características de los productos comercializados o las empresas que vendían los artículos, la mayoría de éstas, no contaban con un servicio de reclamación donde el consumidor pudiera hacer válida una garantía o solicitar un servicio de mantenimiento, además de que el pago debía realizarse proporcionando el número de la tarjeta de crédito o débito sin que mediara una firma, quedando expuesto el propietario de la misma a que dicho número fuera utilizado de nuevo para suplantar otras operaciones mercantiles. Pese a ello, el e-commerce ha roto las barreras del escepticismo y la desconfianza, incrementándose en forma notable -quizás por lo atractivo del precio de venta de los productos o por la facilidad de entrega a domicilio de los mismos-.
Ante tal perspectiva, el gobierno federal ha adquirido el compromiso de emitir la reglamentación necesaria para evitar la posibilidad de enfrentar operaciones fraudulentas al comerciar, a través de medios electrónicos, y así brindar mayor certidumbre a los consumidores de los productos comercializados por esta vía.
El 29 de agosto de 2003, se dieron a conocer en el Diario Oficial de la Federación reformas al Código de Comercio (CC) encaminadas a regular la firma electrónica, así las operaciones comerciales que se celebren bajo el esquema de comercio electrónico, estarán sustentadas por el marco jurídico de este ordenamiento; y por tanto, en caso de alguna controversia se contará con el criterio legal para resolver cualquier conflicto.
Entre las disposiciones que se incluyeron en dicho ordenamiento se ubica la relativa a la firma electrónica, la cual se crea con los datos únicos como códigos o claves criptográficas privadas, que el firmante genera de manera secreta para lograr el vínculo entre esta firma electrónica y el firmante.
Para que la firma electrónica tenga validez, es necesario que exista un certificado digital, el cual es un mensaje de datos u otro registro que confirma el vínculo entre un firmante y los datos de creación de la firma electrónica, expedido por una persona o institución pública que presta servicios relacionados con firmas electrónicas.
En las reformas, se incluyeron los supuestos a considerar para presumir que un mensaje de datos ha sido enviado por parte del emisor. Estos son los siguientes:
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Que haya sido enviado por el propio emisor.
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Que se hayan usado medios de identificación como claves o contraseñas del emisor, o por alguna persona facultada para actuar en nombre de él.
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