Causas de inicio y quiebra de pymes de un municipio de la región Laja-Bajío

AutorJosé Felipe Ojeda Hidalgo - Miguel Ángel Mosqueda Rojas - Mario Alberto Mexicano Ojeda
Cargo del AutorProfesor-investigador de la Universidad Politécnica de Guanajuato - Profesor-investigador de la Universidad Politécnica de Guanajuato - Profesor-investigador de la Universidad Politécnica de Guanajuato
Páginas139-159
José Felipe Ojeda Hidalgo1
Miguel Ángel Mosqueda Rojas2
Mario Alberto Mexicano Ojeda3
Resumen
La presente investigación analiza los motivos de inicio de em-
prendimiento por parte de emprendedores de la región Laja-Ba-
jío, así como las razones que los mismos empresarios observaron
respecto a la quiebra de las ys. Dentro del reporte 2011 sobre
las empresas egresadas de distintas incubadoras en el estado de
Guanajuato, México, el reporte marcaba 402 empresas, de esas
se eligieron las 42 que correspondían a la región Laja-Bajío, de
las cuales únicamente fue posible localizar 14, ya que las otras
28 tenían su teléfono sin servicio o ya había sido cambiado. Se
1 Profesor-investigador de la Universidad Politécnica de Guanajuato. Correo
electrónico: jojeda@upgto.edu
2 Profesor-investigador de la Universidad Politécnica de Guanajuato
3 Profesor-investigador de la Universidad Politécnica de Guanajuato.
Causas de inicio y quiebra de ys
de un municipio de la región Laja-Bajío
CRECIMIENTO Y PERMANENCIA EN LAS ORGANIZACIONES
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procedió a entrevistar a los 14 empresarios que fue posible localizar y se les
planteó las preguntas: ¿cómo inició el negocio? y ¿por qué piensa que quiebran
las empresas?
Palabras clave: ys, emprendimiento, quiebra de empresas.
Introducción
Desde el inicio de la humanidad debió haber alguna gura en la sociedad que
sugiriera cambios, que asumía riesgos, que el común de las personas no es-
taba dispuesto a asumir. Durante la Edad Media, el término emprendedor se
utilizaba para describir tanto al actor como a la persona que dirigía grandes
proyectos productivos. El empresario típico era el encargado de grandes obras
arquitectónicas, forticaciones, edicios públicos, abadías y catedrales. Para
el siglo XVII, el empresario era una persona que negociaba un acuerdo con-
tractual con el gobierno para proveer un servicio o determinados productos,
puesto que el precio estaba pactado en el contrato, cualquier benecio o pér-
dida era asumida por él (Gutiérrez, 2011).
En el transcurso de los años podemos encontrar estudios que verican
la existencia del emprendedor y su evolución como los de Cantillon (1755),
Knight (1921), Ely & Hess (1937), Shumpeter (1952), Chadler (1960), Gal-
braith (1967), Orth (1963), Birch (1979) y Katz (1991). El renacimiento de los
emprendedores surge de la moderación de las poco realistas expectativas que
despertaron las grandes corporaciones. En 1942, más de la tercera parte de los
egresados del Harvard Business School se emplearon a sí mismos. En 1957, la
recesión en Estados Unidos dejó a una de cada 200 grandes corporaciones en
números rojos, no es una situación grave, pero se rompió el paradigma de que
las grandes corporaciones eran inmunes a las pérdidas.
En 1982, la recesión dejó a 8 de las 100 compañías industriales más gran-
des también en números rojos y 21 de las 200 terminaron con pérdida. Para
1998, 120 escuelas contaban con especialización en cursos de capacidad para
emprendedores. Un proceso similar se siguió en México, aunque desfasado
en años, pero con el mismo patrón de las crisis y de la incertidumbre de las
corporaciones. Podemos decir que las crisis de 1976, 1982, 1985, 1988, 1994 y
2008 han sido nuestros parteaguas para redireccionar e iniciar el camino por
la ruta de la escuela del emprendimiento.

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