Catecismo político de la Federación Mexicana. José María Luis Mora. Año de 1831

Páginas19-54
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CAPÍTULO PRIMERO | De la Independencia
de la Nación Mexicana
Pregunta: ¿Qué cosa es la Nación Mexicana?
Respuesta: La reunión de todos sus indivi-
duos bajo el régimen y gobierno que han adop-
tado.
Pregunta: ¿Cómo se formó la Nación Mexi-
cana?
Respuesta: Pasando del estado de colonia al
de Nación independiente.
Pregunta: ¿Qué quiere decir, que la Nación
Mexicana fue primero colonia?
Respuesta: Para contestar esta pregunta se
debe explicar primero lo que es colonia. Entre los
pueblos poderosos del mundo, muchos por el
deseo de engrandecer su dominio, por el de pro-
pagar sus principios religiosos, o por el de desha-
cerse de una parte de su población, que ya era
excesiva y no bastaban a mantener, se han apode-
rado de regiones distantes y han fundado en ellas
nuevos pueblos, que se han llamado colonias,
mientras han estado sujetos y subordinados a la
Nación que las fundó y a la cual se da la denomi-
nación de metrópoli.
Pregunta: ¿Si por lo dicho México fue colo-
nia, cuál fue su metrópoli y quién su fundador?
Respuesta: La metrópoli de México fue la
monarquía española y su fundador el conquista-
dor don Fernando Cortés, que en el año de 1521,
después de haber destruido el imperio de los az-
tecas, estableció la dominación española y dio
principio a la existencia de un pueblo, que se
formó de la mezcla de los antiguos habitantes, de
los nuevos dominadores, y en alguna parte de los
negros esclavos transportados de la África.
Pregunta: ¿Cuánto tiempo fue colonia el
pueblo mexicano, y por qué no se hizo antes in-
dependiente?
Respuesta: El 13 de agosto de 1521, quedó
enteramente arruinado para no restablecerse
jamás el imperio de los aztecas, y el 27 de sep-
tiembre de 1821 lo fue para siempre la domina-
ción española; así es que México fue colonia el
dilatado periodo de trescientos años un mes y
catorce días; no se hizo antes independiente por-
que no tenía voluntad ni poder bastante para
serlo, pues ni conocía los bienes de la indepen-
dencia, y de consiguiente no podía apetecerlos,
ni tenía la masa de población y de luces necesa-
rias para gobernarse por sí mismo, sacudir el
yugo y repeler las agresiones extrañas: en una
palabra, ni había opinión pública a favor de la
independencia ni voluntad general por conse-
guirla.
Pregunta: ¿Qué cosa es opinión pública?
Respuesta: La opinión pública no es otra cosa
que la convicción universal de una verdad de-
bida a su examen y discusión. Cuando en un pue-
blo se ha debatido por mucho tiempo una doc-
trina, y en el debate lejos de perder ha ganado
terreno en la convicción de los hombres hasta
llegar a persuadir a la mayoría, entonces está for-
mada la opinión pública sobre ella.
*Fuente: Texto del documento publicado en Derechos del pueblo mexicano, Cámara de Diputados, XLVI Legislatura, Primera edición,
VIII tomos, México, 1967.
Catecismo político de la Federación Mexicana
José María Luis Mora*
Año de 1831
1831
TEXT O ORI GINA L
20 CONSTITUCIÓN DE 1917. FUENTES HISTÓRICAS
Pregunta: ¿Pues qué no es bastante para la
opinión pública la convicción universal?
Respuesta: No, porque ésta puede ser muy
compatible con el error, si no han precedido un
examen prolijo y una discusión calmada. Todos
los días vemos que los pueblos, lo mismo que los
hombres, se arrepienten de sus errores y los corri-
gen, y esto depende de que no tenían formada
sobre ellos una verdadera opinión.
Pregunta: ¿Qué cosa es voluntad general?
Respuesta: Es el deseo de proporcionarse
un bien que ha manifestado ser tal la opinión
pública.
Pregunta: ¿Es justo todo lo que quiere la vo-
luntad general?
Respuesta: Sí lo es cuando ella está fundada
en una verdadera opinión pública; pero si sólo
descansa en voces populares, o se dirige contra
personas o clases determinadas, entonces es esen-
cialmente injusto.
Pregunta: ¿Cuando la voluntad general es
justa debe prevalecer y ser obedecida?
Respuesta: Sin duda, y la dificultad sólo con-
siste en conocerla de un modo seguro e inequívoco.
Pregunta: ¿Cuántos y cuáles son los órganos
de la voluntad general?
Respuesta: Son dos, uno común, pacífico y
ordinario, otro turbulento, peligroso y extraordi-
nario: el primero es el voto de los representantes
del pueblo, y el segundo la insurrección para des-
truir un obstáculo que se opone a la voluntad ge-
neral. Me explicaré: en un pueblo o Nación
grande no es posible que todos y cada uno de los
que la componen den su voto sobre las leyes, así
porque no tienen ni pueden tener la instrucción
que para ello se requiere, como porque sería una
operación casi imposible el consultarlos a todos;
para obviar estos inconvenientes se ha inventado
que los pueblos nombren por sí mismos unos apo-
derados que los representen, obligándose aqué-
llos a estar y pasar por lo que éstos determinaren,
mas como podría suceder que acordasen cosas
contrarias a la voluntad de sus comitentes, se ha
establecido igualmente que no duren perpetua-
mente en su encargo, sino que se renueven en
periodos fijos a fin de que el pueblo pueda remo-
ver a los que crea que se han opuesto a su volun-
tad, y nombrar a aquéllos de quienes espere que
la hagan valer. Este es el órgano de la voluntad
general y el medio seguro de hacerla efectiva en
las naciones que han adoptado el sistema repre-
sentativo; pero en las que son regidas por un go-
bierno absoluto, si el que manda no acierta a
conocerla, o aunque la conozca rehúsa confor-
marse con ella, el pueblo no tiene más arbitrio para
que se cumpla su voluntad, que el de la insurrec-
ción para deponer al que no quiere cumplirla.
Pregunta: ¿Según esto toda insurrección será
la expresión de la voluntad general?
Respuesta: No, porque hay muchas que son
contrarias a ella y efecto sólo de la fuerza.
Pregunta: ¿Y cómo se conocerá que esto es
así?
Respuesta: Si los sublevados no llegan a ven-
cer, o si después de haber vencido no pueden
mantenerse, sin duda que no tienen en su apoyo
la voluntad general; mas si sucediere lo contra-
rio, es cierto que les favorece.
Pregunta: ¿Según eso cuando se emprende
una insurrección nadie puede estar seguro de que
lo que por ella se pretende alcanzar sea conforme
a los deseos del público?
Respuesta: Así es, y por eso los pueblos que
gozan del sistema representativo, sólo en un caso
remotísimo deben usar de este derecho, y aun los
que están sometidos a un régimen absoluto, sólo
deberán revolucionarse cuando los males que su-
fren no sólo sean de aquellos que atacan u obs-
truyen de cerca la prosperidad nacional, sino que
hayan sido conocidos hasta por las últimas cla-
ses, y éstas se hallen convencidas de que no hay
otra esperanza de remedio.
Pregunta: ¿Pues qué no basta que la clase
ilustrada de una Nación conozca la necesidad de
revoluciones contra el gobierno para que la in-
surrección sea justa?
Respuesta: No, porque nadie debe ni tiene
derecho para hacer feliz a otro contra su volun-
tad, ni libertarlo de males aunque sean efectivos
cuando está con ellos bien hallado, y esto es lo
que sucede cuando algunos pocos quieren hacer
reformas de cuya utilidad, aunque verdadera, no
se halla convencida la mayoría de una Nación:
entonces las reformas no pueden tener otro apoyo
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CATECISMO POLÍTICO DE LA FEDERACIÓN MEXICANA
que el de la fuerza, y este medio es injusto a la
par que insubsistente, pues aunque de pronto se
triunfe, a la larga se ve que prevalece la opinión
y voluntad de la mayoría.
Pregunta: ¿El pueblo mexicano tenía dere-
cho para constituirse en Nación independiente?
Respuesta: Sí, porque se hallaba ya en el caso
de serlo, pues teniendo bastante fuerza para sub-
sistir por sí mismo, no necesitaba ya del apoyo
que le había prestado su metrópoli.
Pregunta: ¿Pues qué es lo que hace a los
pueblos impotentes o incapaces de gobernarse por
sí mismos?
Respuesta: Su debilidad, un terreno muy li-
mitado, la falta de industria o de capitales, las
producciones del país desconocidas o todavía no
apreciadas en el resto del globo; pero más que
todo, su despoblación y escasez de luces. Cuando
el pueblo se hace industrioso y rico, la población
crece y las luces se propagan, entonces ha lle-
gado la época de su independencia.
Pregunta: El pueblo mexicano en 1810 era
más rico y poblado, y de consiguiente más pode-
roso que en 1821, ¿por qué pues no se hizo inde-
pendiente en la primera época y sí en la segunda?
Respuesta: Porque aunque el poder físico que
consiste en la población y riqueza fuera indispu-
tablemente mayor en 1810, el moral, que con-
siste en el convencimiento de las ventajas de la
independencia y en el deseo de obtenerlas, lejos
de ser general era casi ninguno pues se hallaba
concentrado en pocas personas. No fue así en 1821:
entonces aun la clase ínfima del pueblo conocía,
apreciaba y deseaba los bienes consiguientes a la
independencia, y por eso, entonces se efectuó no
sólo sin oposición sino con aplauso general.
Pregunta: ¿Cómo se hizo independiente el
pueblo mexicano?
Respuesta: Haciendo uso del derecho de in-
surrección en las dos épocas mencionadas, la pri-
mera se frustró porque no estaba dispuesta para
este gran cambio, y en la segunda por razón con-
traria se realizó y llevó al cabo el plan, que sirvió
de base al pronunciamiento, en la parte en que de-
claraba a la Nación independiente de España.
Pregunta: ¿Qué cosa es plan, y qué, pronun-
ciamiento?
Respuesta: Plan de insurrección política es
el conjunto de providencias que pretende obte-
ner o medidas que trata de realizar y llevar a efecto
el que se pronuncia por él. Pronunciamiento es el
acto por el cual declaran los que se ponen en in-
surrección, que llevarán a efecto, contra las órde-
nes del gobierno y de todo el que intente oponér-
seles, los artículos o disposiciones contenidas en
el plan proclamado.
Pregunta: ¿Y siempre que se usa del dere-
cho de insurrección se procede así?
Respuesta: Cuando a este acto, turbulento por
su naturaleza, procura darse algún orden, se hace
todo esto, pues de lo contrario, como no se sabe a
punto fijo el de signio de los que se pronuncian, ni
éstos quedan comprometidos a ninguna cosa de-
terminada, nadie puede abrazar una cosa que no
conoce, ni adherirse a un acto que después del
triunfo podrá tener una mala terminación, y un
desenlace inesperado.
Pregunta: ¿Se han hecho muchos pronuncia-
mientos en la República?
Respuesta: Sí, para desgracia de ella misma,
pues a excepción de dos o tres a lo más que a
vuelta de mil desgracias le han proporcionado
bienes reales y positivos, los demás lejos de serle
útiles le han causado males inmensos.
Pregunta: ¿El plan y el pronunciamiento
de Iguala trajo algunos bienes al pueblo mexi-
cano?
Respuesta: Es el único que sin perjudicarlo
en nada le ha causado inmensos bienes, pues le
dio el ser político que no tenía, haciendo que to-
mase lugar entre las Naciones de la Tierra.
Pregunta: ¿Cuál fue el resultado del triunfo
del pronunciamiento de Iguala?
Respuesta: La creación de una Nación nueva
conocida hoy día con el nombre de Estados Uni-
dos Mexicanos.
CAPÍTULO SEGUNDO | De la Nación
Mexicana, sus partes constituyentes,
su forma de gobierno y religión
Pregunta: ¿Qué es lo que forma en el día la Na-
ción Mexicana?

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