Carranza, la revolución social y la doctrina internacional

AutorAugusto Gómez Villanueva
Páginas163-220
CAPITULO
VII
CARRANZA,
LA
REVOLUCIÓN
SOCIAL
Y
LA
DOCTRINA
INTERNACIONAL
E
LASESINATO de
Madero
yPino Suárez despertó la indig-
nación
popular
contra
Victoriano
Huerta
ysus cómpli-
ces, pero al mismo tiempo hacia el embajador
Henry
Lane Wilson, en cuya figura el pueblo identificaba al
representante de los monopolios de Estados Unidos de Nor-
teamérica.
El
martirio convirtió aestos dos hombres sacrificados en
símbolos de la Revolución de
1910
que,
si
bien es cierto apa-
rentemente
se
detuvo, influyó ala vez de manera definitiva
para que el pueblo de México comprendiera que la solución
de nuestros problemas
no
residía únicamente en la reforma
política condensada en el lema de "Sufragio efectivo.
No
re-
elección", sino en cambios más profundos, sólo posibles de
realizar através de una revolución social.
Cuando
Madero
fue asesinado y
Huerta
usurpó la Presi-
dencia de la República, el embajador
Henry
Lane Wilson
se
apresuró acercar a
Huerta,
yen
nombre
de las compañías
petroleras intentó lograr concesiones de preferencia
para
las
estadounidenses. Pero los acontecimientos políticos de su país
tomaron
un
nuevo rumbo:
el
triunfo del Partido Demócrata
164
;j(
AUGUSTO
GÓMEZ
VILLANUfVA
en las elecciones que impidió la reelección de Taft yelevó la
Presidencia a
Woodrow
Wilson.159
El
problema
del reconocimiento
El
primer
discurso que
pronunció
Wilson
en
su carácter de
presidente de Estados Unidos de Norteamérica, fue
como
una
sentencia dirigida al embajador, metido aconspirador, así
como
para
el general Huerta.
El 11 de marzo de 1913
Woodrow
Wilson afirmó:
"no
podemos
simpatizar
con
aquellos que
tratan
de
obtener
el po-
der
del gobierno para satisfacer sus propios intereses oambi-
ciones personales, somos amigos de la paz;
pero
creemos que
no
puede haber paz durable
en
tales circunstancias"
.160
Cuando
el presidente demócrata había manifestado su
propósito
de "establecer
un
imperio moral
en
América yne-
garse areconocer alos gobiernos emanados de
un
golpe de
Estado", el
Departamento
de Estado, sin embargo, manifestó
que se
mantendrían
relaciones de facto
con
el gobierno de
Huerta,
sin el reconocimiento formal.161
En
México
se
inició una nueva guerra civil al día siguiente
de la consumación de la farsa, en que
un
grupo
de senadores
mexicanos designó
por
cuarenta
ycinco minutos
de la República a
don
Pedro Lascuráin, que
por
Ministerio de
Ley debía asumir el Ejecutivo,
con
el carácter de "provisio-
1S0S
eott Nearingy Friseman
Joseph.
La diplomacia del dólm:
Madrid,
M.
Aguilar,
1925.
16°Arthur
S.
Link. La política de los Estados Unidos en América Latina.
1913-1916. p. 8.
'''lJbidem, p. 40.
CARRANZA,
LA
RFVOLUCIÓN
SOCIAL
165
nal": 45 minutos
porque
fue el tiempo que transcurrió entre
su
protesta
yel
nombramiento
de
Huerta
como
ministro
de'
Gobernación. La renuncia del
primero
le permitió al
propio
general
Huerta
hacerse cargo de la Presidencia, provisional-
mente.
El19
de marzo
don
Venustiano Carranza,
gobernador
del
estado de Coahuila,
promovió
una
reunión de la Legislatura
de aquella entidad, en que se dieron aconocer los aconteci-
mientos, y
determinar
más
tarde
la actitud que habría de asu-
mir el gobierno del estado ante los hechos registrados.
Huerta
había enviado alos gobernadores un telegrama
del día 18 de marzo, en el que notificaba que:
"autorizado
por
la Cámara de Senadores, había asumido
el
Poder Ejecutivo de la
Unión,
teniendo
presos
tanto
al Presidente
Madero,
como
al
Vicepresidente Pino Suárez y a los Secretarios de Estado"
.162
El
gobernador
de Coahuila consideró el telegrama insu-
ficiente
para
definir
con
claridad la situación del país yargu-
mentando
que la
Cámara
de Senadores
no
tenía facultades
suficientes
para
designar presidente provisional, envió ala
Legislatura del estado el 19 de febrero
una
iniciativa en la que
pedía que fuera ésta la que resolviera sobre la actitud que de-
bía asumir su gobierno, respecto
"a
un
militar que
por
yerro o
deslealtad intentaba usurpar
el
Poder Supremo"
.163
Al reunirse el Congreso Local de Coahuila
acordó
expedir
un
decreto, en cuyo artículo
primero
se desconocía aVicto-
riano
Huerta
como
jefe del Ejecutivo nacional, así
como
los
161S
ecre
taría
de
Gobernación.
Memori<1
de
1<1
Secretarí<1
de Gobernación,
correspondiente
al
periodo rel'olucionario
comprendido
entre el 19 de febrero
de 1913 y
el30
de
noviembre
de 1916, p. 81.
16'Ibidem, p. 105.

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