Capítulo 6. Nuevas fuentes alternativas de energía

AutorGabriel Espino García
Páginas97-124

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Capítulo 6


Nuevas fuentes alternativas de energía


6.1 Panorama del sistema energético en México

En los inicios del siglo XXI, nuestra civilización actual y muchos que detentan la toma de decisiones no parecen alarmados por el agotamiento de los recursos no renovables ni por sus efectos devastadores en el medio ambiente; desde luego, el usuario f‌inal sólo se ve como un consumidor y a los energéticos como artículos de consumo, nunca como bienes de la naturaleza a los que hay que preservar como se haría con un bien de enorme valor.

En México, esta situación todavía es más preocupante, pues nuestros modestos sistemas energéticos, tanto en la producción de combustibles como en la electricidad, son en gran parte obsoletos, con mantenimiento de alto costo de producción y con una dependencia tecnológica del exterior cada vez más elevada.

Objetivos

• Conocimiento general del sistema energético en México.
• Análisis de las distintas energías renovables.
• Composición de los parque eólicos en México y el mundo.
• Análisis de las ventajas y desventajas de cada una de las energías renovables.
• Descomposición de la bioenergía en sus distintos componentes y orígenes.

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La enorme responsabilidad que se otorgó a PEMEX, a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y a la Compañía de Luz y Fuerza del Centro (CLyFC) en cuanto a garantizar el suministro de energéticos con tecnología propia, precios moderados, en forma abundante y para toda la población está cada vez más lejos de concretarse. Nuestras grandes empresas estatales están tremendamente endeudadas, controladas por sus sindicatos, con costos de producción muy elevados y una perspectiva a futuro de convertirse en of‌icinas de gestoría o de of‌icialía de partes, puesto que han perdido o están a punto de perder la misión para la cual fueron creadas. Lo que dicen los f‌inancieros, cuando una empresa no es rentable (aunque se diga lo contrario), cuando no es libre de tomar sus propias decisiones, cuando depende tecnológicamente del exterior y tiene una visión errada del futuro al pensar que sus insumos están asegurados de por vida, tenemos una empresa condenada a desaparecer mientras el único pilar que la sostenga no se rompa, en este caso, los grandes subsidios del gobierno en combustibles, impuestos, etcétera.1

México no está dando el viraje energético tan demandado y tan aconsejado por propios y extraños. PEMEX cada vez importa más combustibles secundarios, las reservas de hidrocarburos bajan de manera alarmante mes tras mes, no se diversif‌ica, no se moderniza y no agrega valor f‌inal a sus productos. La CFE sufre los mismos problemas, además está empeñada en apostar casi todo a la generación con gas natural,2 provenga de donde provenga; desde luego, de todas partes del mundo menos de México no se diversif‌ica tecnológicamente y está perdiendo un alto porcentaje de sus cuadros técnicos. Además, no promueve la generación distribuida, la cogeneración ni la mini generación múltiple, desaprovecha toda la capacidad de generación instalada en el sector industrial en plantas de emergencia; por ejemplo, el ahorro y el uso ef‌iciente de la energía han perdido modernidad y no es estratégico para estas grandes empresas.

Lo más patético para México es estar “nadando” en una cada vez más demostrada abundancia de recursos renovables y enfrentar la escasez de los no renovables. En efecto, desde hace más de treinta años se han mostrado las bondades, benef‌icios y oportunidades tecnológicas que se tendrían al emprender un viraje del caduco modelo energético hacia un nuevo y mejor modelo sustentado en una mayor diversif‌icación energética y en la única posibilidad existente, todavía, de desarrollar las tecnologías renovables o de integrar tecnología nacional en sus procesos de fabricación.

En estos momentos, difícilmente otras tecnologías que no sean las renovables pueden ser objeto de una asimilación tecnológica exitosa de corto y mediano plazo, porque todas estas tecnologías no requieren complicaciones tecnológicas extremas (caso de la nuclear) o de una integración tecnológica robusta (turbinas de vapor y gas). En el caso de la energía eólica, la solar, la hidráulica grande y pequeña, y desde luego la biomasa, las tecnologías exitosas y en crecimiento acelerado (en la Unión Europea y Brasil, por ejemplo) requieren de una industria madura de maquinaria eléctrica (la cual todavía tenemos), de una industria para equipos de proceso térmico (la tenemos) y, sobre todo, de muchos sistemas de instrumentación y de control mecánico, eléctrico y electrónico ( que también los tenemos). Existen tecnologías renovables que debemos importar, como los módulos fotovoltaicos (que serán comentados con la generación de energía solar). En cambio, muy difícilmente se instalaría una de reactores nucleares porque no conviene por cuestiones de mercado y de seguridad.

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Finalmente, si bien es importante la disponibilidad e integración nacional de las tecnologías, lo fundamental en los sistemas energéticos es el recurso; es decir, tener y disponer de los energéticos para mover las tecnologías. ¿Para qué sirve un automóvil de gasolina, gas, hidrógeno o eléctrico, de avanzada tecnología, si no tiene el energético para moverse o si la disponibilidad de este depende de complejas coyunturas independientes al usuario? En efecto, la seguridad energética de un país no radica tanto en la disponibilidad tecnológica, sino más bien en la disponibilidad y seguridad de contar con el recurso.

El futuro de la seguridad energética de México está las energías renovables, pero los puentes para transitar a este nuevo modelo de desarrollo lo deben constituir, sin duda alguna, las energías no renovables, principalmente, el petróleo. Entonces no es una competencia entre unas y otras, renovables contra no renovables, es una transición entre un modelo de desarrollo basado en combustibles fósiles, a otro basado en la energía solar, eólica, hidráulica y en la bioenergía, principalmente.

6.2 Energía eólica

Pero no (es posible) que de lo que primariamente se mueve a sí mismo, una o muchas partes moverán cada una a sí mismas. En efecto, si el conjunto mismo es movido por sí mismo, o bien será movido por alguna de sus partes o bien por el conjunto. Ahora bien, si para el moverse, se mueve alguna parte a sí misma, ella sería este primer automoviente (pues si se le separara, ella misma se movería, pero el conjunto ya no); en cambio, si el conjunto es movido por el conjunto, las partes se moverán ellas mismas sólo en sentido accidental. De tal suerte, si esta suposición no es necesaria, que se conciba que no se mueven por sí mismas. Por tanto, una parte del todo moverá, siendo inmóvil, pero la otra será movida, pues solamente así es posible que algo sea auto movible.

Aristóteles 3

La generación de energía eólica está dejando sentir su inf‌luencia sobre la economía, el medio ambiente y la integración eólica en la red eléctrica. Las investigaciones de algunos fabricantes y ciertos laboratorios especializados apuntan a una disminución de costos aun mayor en los años por venir. Tenemos el ejemplo del mayor emisor del mundo de gases efecto invernadero que es China, ya se apresta a liderar la producción mundial de celdas solares, turbinas eólicas y tecnología de energía con bajos niveles de carbono. China es el máximo productor de energía renovable, de acuerdo con su capacidad instalada de generación según un informe difundido por el Climate Group (una coalición de empresas y gobiernos que respaldan soluciones al calentamiento global), ese país es, también, el mayor productor en el mundo de celdas solares y será el mayor exportador de turbinas eólicas para 2009.

Alrededor del 16% de la electricidad que se produjo en China en 2006, provino de fuentes renovables, que se generó por el mayor número de centrales hidroeléctricas del mundo. La meta del país es aumentar la proporción de electricidad de origen renovable a 23% para 2020.

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China invirtió más de 12 mil millones de dólares en energía renovable en 2007; este monto sólo es superado por lo invertido por Alemania. Además, necesita invertir otros 398 mil millones de dólares para alcanzar sus metas de generación de energía renovable, establecidas para 2020, por lo cual deberá invertir un promedio de 33 mil millones de dólares por año.

China es líder en producción internacional de tecnología solar fotovoltaica, ya que duplicó su producción de paneles solares en cada uno de los últimos cuatro años. Suntech Power Holdings Co., con sede en Jiangsu, es el tercer proveedor de celdas solares del mundo. Los seis mayores fabricantes de celdas solares de China, tenían un valor de mercado de 14 mil millones de dólares al mes de enero de 2009.

China, también, está exportando paneles solares a los países desarrollados que pueden pagar los mayores costos de generar electricidad a partir de la energía solar; asimismo, se puede mencionar que en China se está logrando un avance notable en la producción de energía eólica en su parque (se ordena en f‌ilas de aerogeneradores. El cableado es subterráneo para no afectar las parcelas. La electricidad es generada por las hélices a media tensión; luego se envía a una subestación que levanta la electricidad a alta tensión para transportarla a la red), en la ciudad de Urumqi, en la región de Xinjiang.4

En Francia también se trabaja con el poder del viento, en un poblado denominado Fruges, cerca de Santo Omer, al norte de Francia, este parque cuenta con 70 turbinas de molino de viento de 2 megawatts y tienen la capacidad de producir 140 megawatts de energía verde, se considera que una sola de estas turbinas gigantescas, alcanzaría para impulsar así 150 mil casas.5

La generación de energía eólica ha cambiado durante los últimos veinte años, bajando el costo medio del Kilowatt...

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