Cadalso
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A más de uno sorprendió el anuncio que hizo durante su Informe de Labores el pasado 14 de diciembre el Ministro Presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Luis María Aguilar Morales, sobre una reforma que permita al Máximo Tribunal escoger los asuntos que serán atendidos por los 11 Ministros, y remitir los menos importantes a los tribunales cole-giados, como ocurre en otros países. El comentario realizado en presencia del Presidente de la República Enrique Peña Nieto y de los Presidentes del Senado y de la Cámara de Diputados, cayó de sorpresa, sobre todo a sus “pares”, los otros 10 ministros, que se volteaban a ver con cara de asombro ante esta noticia que al parecer no conocían. En realidad la idea no suena mal, pues tan sólo en el 2016 la Corte atendió más de 16 mil asuntos, de los cuales, resolvieron cerca de 12 mil, resultando evidente la gran carga de trabajo en sus manos, sobre todo por los abusos que muchos litigantes hacen al plantear recursos improcedentes para alargar o “chicanear” los procesos. Habrá que seguir de cerca esta propuesta para determinar qué asuntos merecen ser resueltos por los ministros, sin que esto sea tomado como una violación de derechos humanos de los quejosos. Tal parece que el verdadero propósito de esta “ingenua” propuesta es dar paso a una profunda reforma judicial que no hemos visto desde 1994, cuando se convirtió la Corte en Tribunal Constitucional y se creó el Consejo de la Judicatura Federal.
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Como un triunfo político para el Secretario de Salud, José Narro Robles, se percibió la reciente aprobación en el Senado del uso de la marihuana para fines medicinales, cuya medida la impulsó desde que era Rector de la UNAM. Aunque para muchos es positiva esta autorización de la cannabis para uso medicinal, que será regulada por la Secretaría de Salud a través de la cofepris, que establecerá los lineamientos para la importación de los ingredientes esenciales, lo cierto es que, en principio, la medida sólo beneficiará a los grandes laboratorios, que dejará fuera del alcance a las clases más desfavorecidas estos medicamentos, por los altos costos que tendrán en el mercado. Muchos políticos y activistas sociales se quedaron esperando una mayor apertura para el uso recreativo, como ya sucede en muchas ciudades de los Estados Unidos. Por ejemplo, el Senador Roberto Gil Zuarth denunció que la política de prohibición de las drogas y, en particular de la marihuana, ha sido un rotundo fracaso...
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