La basura y los rellenos sanitarios: ¿Qué se ha hecho?
Autor | Gerardo Pérez Silva |
Páginas | 107-108 |
Centro de Estudios 107
La basura es hoy objeto de graves
problemas, desde que en los años
cuarenta, bajo el estímulo de la
economía del despilfarro, se propa-
gó la idea de que era más “barato”
tirar la basura lejos de las ciudades
que tratar de “recuperarla” o de “re-
ciclarla”, tuvo como inevitable con-
secuencia la proliferación de tira-
deros municipales. En los años 70
reapareció el reciclaje –promovido
por la “ola verde”-- pero a la par de
este retorno como remedio a los
males ecológicos, apareció una es-
pecie de desecho en franca ruptura
con todas sus formas históricas.
Hasta entonces, señala Jean Ro-
bert, la basura siempre había sido
“olorífera”; “el mango de las esco-
bas necesarias raras veces era más
largo que la distancia que separaba
la mano de la nariz”. Con la prolife-
ración de las industrias (en algunos
países, de centrales nucleares) fue-
ron surgiendo desechos químicos,
tóxicos y nocivos, hasta el punto de
que amenaza suceder lo que se ha
dado por llamar los desechos i.i.i.
(la basura invisible, inodora, insí-
pida) fuera de la percepción y del
alcance de la gente común, pues
sólo puede ser detectada y tratada
por los instrumentos de científi cos
y especialistas. A la par de este es-
cenario no debemos olvidar lo que
han causado, por ejemplo, desde
que alrededor de 1850 Liebing sin-
tetizó el primer fertilizante arti-
fi cial, la urea, desvalorando así el
poder fertilizante de los desechos
orgánicos y por ende perjudican-
do los suelos, pero también, desde
que omas Crapper fabricara un
excusado provisto de un suminis-
tro de agua, y de ahí, mandando los
excrementos a los ríos y lagunas, lo
que ordinariamente debería des-
embocar en la tierra.
Es así com
o el tratamiento de la
basura ha requerido de servicios
costosos, implementando técnicas
de “salud pública” y “saneamiento
ambiental” (claros eufemismos de la
jerga política y “ambiental”), bajo el
riesgo de causar irremediablemente
daños a los suelos, los ríos, los man-
tos acuíferos y las lagunas en lugares
donde se pretenden construir los
dichosos “rellenos sanitarios” (¿otro
eufemismo más?). Esta situación
que bajo medidas estudiadas por
especialistas y que la burocracia,
tapándose su delicada nariz, aprue-
ba como “soluciones”, resultan ser
como en aquellos casos en donde el
remedio es peor que la enfermedad.
Visto así, el “problema ambiental”
LA BASURA Y LOS RELLENO S SA NITA RIOS:
¿QUÉ SE HA HECHO?
Gerardo Pérez Silva
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