Bando para el establecimiento de la Suprema Junta Nacional Americana

AutorFernando Serrano Migallón
Páginas187-188
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BANDO PARA EL ESTABLECIMIENTO
DE LA SUPREMA JUNTA NACIONAL AMERICANA
Zitácuaro, 21 de agosto de 1811
EL SEÑOR D. FERNANDO SÉPTIMO Y EN SU REAL NOMBRE LA SUPREMA JUNTA NACIONAL
AMERICANA INSTALADA PARA LA CONSERVACIÓN DE SUS DERECHOS, DEFENSA
DE LA RELIGIÓN SANTA E INDEMNIZACIÓN Y LIBERTAD DE NUESTRA OPRIMIDA PATRIA
La falta de un jefe supremo en quien se depositasen las conf‌i anzas de la
nación y a quien todos obedeciesen nos iba a precipitar a la más funesta
anarquía, el desorden, la confusión, el despotismo, y sus consecuencias ne-
cesarias eran los amargos frutos que comenzábamos a gustar después de
once meses de trabajos y desvelos incesantes por el bien de la patria. Para
ocurrir a tamaño mal y llenar las ideas adoptadas por nuestro gobierno y
primeros representantes de la nación, se ha considerado de absoluta nece-
sidad erigir un tribunal a quien se reconozca por supremo y a quien todos
obedezcan, que arregle el plan de operaciones en toda nuestra América y
dicte las providencias oportunas al buen orden político y económico. En
efecto, en junta de generales celebrada el diez y nueve de este agosto, se
acordó en su primera la instalación de una Suprema Junta Nacional Ameri-
cana compuesta por ahora de tres individuos, quedando dos vacantes para
que las ocupe cuando se presente ocasión igual número de sujetos benemé-
ritos. Se acordó también en el segundo que la elección reca yese en las per-
sonas de los Exmos. señores licenciado D. Ignacio Rayón, ministro de la
nación, doctor D. José Sixto Berdusco, y teniente general D. José María Li-
ceaga. Y para que llegue a noticia de todos y sus órdenes, decretos y dispo-
siciones sean puntual y ef‌i cazmente obedecidos se publica por bando, el
que se f‌i jará según estilo en los lugares acostumbrados para su observancia
y debido cumplimiento, debiendo solemnizarse con las demostraciones
más demostrativas de júbilo un establecimiento que nos hace esperar muy
en breve la libertad de nuestra patria, con la conminación de ser castigados
los contraventores con proporción a su inobediencia.

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