Aspectos geopoliticos de la revolución mexicana

AutorDr. Juan José Mateos Santillán
CargoDoctor en Derecho. Catedrático de la Facultad de Derecho de la UNAM
Páginas14-20

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De la guerra de los californios a la revolución mexicana

Los abuelos de mi generación fueron revolucionarios, a nosotros nos tocó estudiar en escuelas nacionalistas con un claro legado cultural de la Revolución mexicana, hoy, en el centenario de la gesta armada, los festejos parecen débiles imitaciones de las fastuosas ferias de cualquier ranchería en nuestro país. Sin embargo la Revolución mexicana es mucho más de aquellas viejas lecciones que exaltaban en nuestra imaginación la figura de héroes como Emiliano Zapata, Francisco Villa, Felipe Ángeles y engrandecían el fervor patrio.

La Revolución mexicana es mucho más que el patrimonio de un partido o un movimiento armado, es la expresión de un pueblo frente a la concentración de la riqueza, es una herencia que debemos valorar más allá de nuestras tendencias ideológicas como lección magistral que nos permita entender la real dimensión de nuestra historia, y no una realidad ciega que quiere llevarnos por senderos que ya transitamos pero que han quedado borrados de nuestra memoria.

El ataque a los californios y a los pueblos indios de Nuevo México: un verdadero genocidio

Los mexicanos prácticamente olvidamos que cuando los Estados Unidos desmembraron México y se quedaron con casi dos terceras partes de nuestro territorio, firmaron un tratado en el que se comprometían a respetar los derechos de propiedad de los mexicanos que habitaban en aquellas latitudes. Los pueblos originarios que vivían en los estados de California, Nuevo México, Nevada, Arizona, Utah, Texas y parte de Colorado eran dueños indiscutidos de aquellas tierras desde tiempos inmemoriales anteriores a la llegada de los españoles, franceses e ingleses a estas tierras americanas. Aquellas inmensas tierras que estuvieron bajo la bandera mexicana eran propiedad de las comunidades originarias, salvo pequeñas cantidades de tierras propiedad de algunos españoles. De pronto pasaron por guerra de conquista a quedar bajo la bandera de las barras y las estrellas.

Tal vez hemos borrado aquella parte de nuestros anales de la historia por la vergüenza de narrar la lucha heroica de aquellos mexicanos abandonados a su suerte frente al ejército de los Estados Unidos, pelearon con valor indómito, me refiero a la guerra de los Californios y a la resistencia de los pueblos indios de Nuevo México, que pelearon después de que México se rindió para defender sus derechos sobre la tierra en la que nacieron y de la que fueron dueños desde siempre hasta la conquista de México en 1848.

Es fácil entender el mecanismo por el cual los norteamericanos despojaron a los mexicanos de las tierras que prometieron respetar con un tratado, les pidieron sus escrituras y sus títulos de propiedad. Como es de conocimiento general, los títulos de propiedad derivan de una tradición romano germánica que no era conocida por las culturas anteriores a la llegada de los españoles. De esta forma los mexicanos agrupados en comunidades conocidas como Apaches, Yaquis, Mayos, Rarámuris, Pames, Cheroquis etc. eran dueños desde siempre pero no tenían papeles que acreditaran su propiedad en el sentido románico de la palabra.

Cuando los norteamericanos decidieron ocupar los territorios que recientemente habían conquistado a México, encontraron el formalismo jurídico para expulsar a las comunidades originarias de mexicanos, de sus tierras, simplemente les pedían que acreditaran sus propiedades con títulos de propiedad expedidos conforme a la tradición romana, como esto era un requisito de imposible realización, lanzaron a sus ejércitos en una guerra genocida contra los pueblos indios, conocidos como pieles rojas.

Para colmo de los males mexicanos, los mormones, que habían sido perseguidos por todo Estados Unidos en razón de que por sus costumbres constituían una verdadera teocracia tomaron posesión de los territorios mexicanos correspondientes al Estado de Utah. Cuando los mormones se asentaron en esas tierras iniciaron una cacería de mexicanos, a esas fechas extranjeros en las tierras donde nacieron.

Los diarios mexicanos narraban aquellos hechos de la siguiente forma: Un nuevo Insulto á los mexicanos. Con el mayor sentimiento notamos que las autoridades de los Estados Unidos no cesan en su sistema de agravios y vejámenes á nuestro país, y de persecuciones a nuestros compatriotas. Bien conocido es el modo vandálico como en el Condado de Calaveras (California) fueron expulsados todos los mexicanos de su país natal y perseguidos cual si fueran fieras del bosque: después, todo el mundo sabe cuál ha sido la conducta que las autoridades americanas han observado en Nuevo México, y la que el General Lane observó en el Valle de la Mesilla, por lo cual no sabemos se le haya aplicado castigo alguno. Últimamente los periódicos de los Estados Unidos nos traen la noticia de otro atentado cometido por el Gobernador americano del territorio de UtahPage 16 mandando poner presos a todos los mexicanos que residen en él, con una excusa fútil que lleva su refutación en sí misma.1

La gravedad de los hechos trasciende la inacción de los gobiernos mexicanos frente a la desgracia, persecución y aniquilamiento de nuestros hermanos sobre la base de formalismos jurídicos norteamericanos diseñados para legitimar el despojo y masacres que realizaron. El problema fundamental estriba en que los excesos norteamericanos sirvieron de lecciones magistrales a los políticos mexicanos para aplicar las mismas acciones en nuestro país.

El ejemplo norteamericano en México

La Revolución mexicana debe explicarse como un problema multicausal y multifactorial que requiere espacios muy amplios para aproximarse a una explicación, para efectos de este trabajo nos concretaremos a abordar el problema de la tenencia y concentración de la tierra en unas cuantas manos.

Más allá de las causas sociales tradicionalmente expuestas en los libros de historia, el origen de la Revolución Mexicana debemos ubicarlo en los esquemas neocoloniales de dependencia que ataron los proyectos económicos mexicanos a Estados Unidos.

Dentro de las causas más importantes para entender la revolución, debemos estudiar la llamada Ley Lerdo o Ley de desamortización de bienes civiles y religiosos del 25 de junio de 1856 que imitó la estrategia norteamericana para...

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