Aspectos fundamentales de bioética en la salud y la práctica médica

AutorDr. Francisco Aguilar Rebolledo
Páginas271-294

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1. Introducción

El objetivo de este documento es ofrecer una visión actual y globalizada que involucra la fundamentación de una bioética intercultural entre universalidad y diversidad cultural. La bioética intercultural, los derechos humanos y la jurisprudencia, que involucra la declaración de la bioética y los derechos humanos de la UNESCO.

Como está ya establecido en la doctrina jurídica, la interpretación adecuada de cualquier texto requiere una contextualización y una referencia a los precedentes.

El comentario tendrá en cuenta la relación de la convección de Oviedo la declaración de Helsinki, el código de Nûremenberg para sustento de la relación necesaria entra la relación de bioética y derechos humanos. Presentaremos la relación con los problemas de la formulación de normas bioéticas de alcance universal. Veremos así cuáles son los problemas abiertos que deben ser profundizados para lograr fundamentar, y no sólo enunciar, normas bioéticas que puedan presentarse como vinculantes para todos los seres humanos (Wolinsky, EMBO Reports Yesley, UNESCO 2006).

En la actualidad, la medicina se encuentra ante una encrucijada. En el último siglo, la evolución social y científica plantea un desafío de gran alcance; la demanda social para una mayor autonomía, el viraje de la práctica hacia las organizaciones, la introducción de los conceptos económico y de calidad, con el consecuente requerimiento de rendición de cuentas, así como el explosivo crecimiento de la tecnología. Todos ellos plantean un escenario excesivamente tecnificado y administrativo de la profesión en salud, mientras tanto, se produce un distanciamiento de los elementos éticos y humanísticos que solían caracterizarla desde siempre. (Echeverria J, 2001)

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El avance acelerado de la tecnología biomédica no es la excepción en función de su fin último, que es el de cuidar y servir al paciente. Estaremos revisando así, el corpus teórico que le da sustento a la praxis bioética y a los derechos humanos. (Soto C, 2001)

2. - Entre el avance tecnológico y la bioética global

Es necesario encuadrar en este contexto en reflexiones sobre La Declaración Universal sobre Bioética y Derechos Humanos de la UNESCO. Nos exige enfrentar el problema que fundamenta la diversidad de hecho existente entre las diferentes soluciones: la diversidad cultural.

El interés de la UNESCO por buscar este tipo de soluciones compartidas constituye sin duda un punto de referencia importante para quienes quieren profundizar en la posibilidad de elaborar una bioética global, apoyada en los derechos humanos, entendida como bioética transcultural, es decir, válida para todas las culturas o, mejor, para todos los seres humano.

La reflexión académica sobre la bioética global es relativamente reciente, podemos decir que lleva alrededor de quince años, si partimos del término Global Bioethics (Potter VR, 1971). Esto es bastante razonable y evidente después de la década de los ’90, una vez superada la Guerra Fría. Por otro lado, como es lógico, la diversidad cultural.

Comenzó a ser tematizada a partir de los problemas locales generados por los consistentes flujos migratorios en América de centro y Sudamérica hacia los Estados Unidos, de África del Norte y los países árabes hacia Europa, los cuales usualmente se agrupan en torno al término del multiculturalismo. (Soto C, 2001)

En bioética y también en otras disciplinas, la diversidad cultural con los problemas concretos que conlleva a esto, por ejemplo, la comunicación en la relación médico-paciente, la tolerancia hacia prácticas culturales, etc. Ha sido probablemente H.T. Engelhardt quien más ha reflexionado sobre el valor transcultural de la bioética occidental dominante, a través de sus experiencias académicas en países asiáticos. El abordaje directo de la UNESCO en este campo, inicia en 1997 con la Declaración Universal sobre el Genoma Humano y los Derechos Humanos. Una reflexión que ciertamente se ha desarrollado a través de las actividades del Comité

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Internacional de Bioética (CIB) con la adopción de la DUBDH ha trasladado el problema al ámbito académico (FIGURA 1). (Peltonen, McKusikVA, 2001)

En el presente milenio ha ocurrido un hecho asombroso para la ciencia que con seguridad será un campo fértil para el debate bioético; nos referimos al desciframiento del genoma de varias especies vivientes y, en especial, del genoma humano, que abrirá discusiones en torno a la vida y la reproducción humana. (Goldberg AL, 2013, Carrell RW, Lomas D, 1997))

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FIGURA 1. El avance tecnologico en el genoma humano permite no solo detectar tempranamente el desarrollo potencial de una enfermedad de acuerdo a su función ademas de señalar la asociación y el efecto biológico.

A pesar de los avances tecnológicos, la naturaleza de la medicina está conformada por un encuentro entre dos personas; un encuentro en el que la solicitud de ayuda de un ser humano tiene que tener reprocidad en una actitud del otro de servir desinteresadamente manteniendo un dualismo de intercambio. (Dobson CM, 1999)

Esto impone la imperiosa necesidad de adherirse a un conjunto de valores, a una moralidad, a una ética. El respeto irrestricto a la vida y a la dignidad de la persona, la comprensión, la empatía y la solidaridad, constituyen sólo algunos de estos valores mantenidos a lo largo de los siglos y que, ante la vorágine y las inercias de la dinámica social, suenan como pasados de moda en un contexto en el que el cinismo y el más crudo escepticismo amoral encriptado dentro de la globalización sin tomar en cuenta elementos éticos

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y humanísticos que conforman con frecuencia una atmósfera enrarecida en la que se desenvuelve la profesión médica. (Giralt F. E, 1984)

El mas afectado de los aciertos o desaciertos del médico es el paciente, quien espera no sólo ser curado, sino ser tratado con dignidad y respeto.

Ante los retos que nos impone la acelerada evolución social, debemos mantener un espíritu de cambio en un marco reflexivo y sin perder los elementos fundamentales en los que surgió esta profesión; por ello, aún los contenidos tradicionales de la bioética principalista:

· el respeto a la autonomía, ? la beneficencia y

· la injusticia

Tendrán que actualizarse, dado que, en algunos casos, no responden a los nuevos dilemas éticos que se plantean en la medicina del siglo XXI.

Ante este panorama, la exploración de nuevas vías de pensamiento ético, como los derivados de la ética de la virtud o ética personalista, cobran relevancia. La reflexión, seguida de la discusión y el debate, en torno a aspectos como el principio del bien común, la regla del rescate, la solidaridad, la subsidiaridad y los elementos constitutivos del valor de la persona humana, son aspectos que cobrarán cada vez mayor importancia.

Uno de los graves peligros de la medicina moderna se deriva de movernos de una postura deontológica a una posición utilitarista extrema, que centra el bien del paciente, sin un rostro y sin identidad propia. Otro peligro evidente es el pragmatismo clínico, en que los diagnósticos y las decisiones se dan por consenso y así mismo, se reflejan elementos de un instrumentalismo que, llevado a los extremos, demerita y provee de superficialidad a los elementos sustanciales de la vida.

Definir a una persona ha sido un desafío en los últimos tres milenios. Escapar del concepto Cartesiano del organismo como máquina ha sido una tarea de grandes estudiosos y filósofos y es hoy para nosotros una tarea de estos tiempos. Las filosofías de la libertad pueden darnos una base para la búsqueda de la naturaleza humana; es por ello que la grandeza de la libertad humana es preferir aquello que tiene sentido. Lo fáctico pertenece al mundo de la necesidad, mientras que el valor aflora en el reino de la

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libertad. El valor no puede ser descrito desde afuera, exige la primacía de su querer y y de su sentir, su capacidad de cumplir o de traicionar, de admirar o de negar. La libertad es condición sine qua non del valor.

Las virtudes éticas y epistémicas que deben privilegiarse en la medicina del siglo XXI son:

· el servicio desinteresado a los pacientes,

· la búsqueda apasionada del conocimiento, ♦ la humildad intelectual

· y una sabiduría práctica

que nos permita tomar las mejores decisiones. Todo esto, llevado a la práctica en pacientes, con un solo objetivo: contribuir a que las personas, que nos necesitan alcancen su máximo potencial como seres humanos en plenitud de salud y desarrollo.

El árbol frondoso de la bioética hunde sus robustas raíces en el campo fructífero de la reflexión filosófica. A lo largo del tiempo, el hombre ha tratado de encontrarle sentido a su conducta y a su vida. Sócrates decía al respecto que "el asunto no es ninguna bagatela: la cuestión es cómo deberíamos vivir".

3. - Resurgimiento necesario de la bioetica

Muchas opiniones han surgido en torno a este tema. Miradas diversas, en ocasiones antagónicas y otras más sencillamente parecidas, han contribuido a la construcción del marco ideológico sobre el que se ha levantado el edificio del código de la ética.

En el último siglo ha surgido un nuevo movimiento en la ética, que trata de unir a las ciencias de la vida con varias disciplinas filosóficas, entre ellas la ontología y la ética. Decimos ciencias de la vida, ya que la antigua ética se detenía en el comportamiento...

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