Aprovechar la coyuntura como una oportunidad para redefinir la politica exterior: los casos de Argentina y Venezuela.
| Autor | Jimenez Gonzalez, Claudia G. |
Harnessing the Situation as an Opportunity to Redefine Foreign Policy: The Cases of Argentina and Venezuela
Introduccion
En este nuevo milenio, los asuntos relacionados con el terrorismo se han convertido en un referente obligado para todo aquel que estudia el sistema internacional y la agenda estrategica de nuestros dias. Las amenazas comunistas que caracterizaron la era de la Guerra Fria han sido reemplazadas por lo que se conoce actualmente como "las amenazas civilizatorias del subdesarrollo y del terrorismo".
Despues del 11 de septiembre de 2001 (11-S), America Latina parece importarle cada vez menos, estrategica y geopoliticamente hablando, a Estados Unidos. Resulta dificil pensar que este mismo hecho pueda suceder en paises en los que la dependencia estructural marca los ritmos de su propia economia. Paises como Mexico, Colombia y los de la cuenca del Caribe, sus principales socios comerciales, acreedores y fuentes de inversion por tradicion, son tambien los que advierten una arraigada dependencia. Inclusive Mexico, considerado como un lider nato en Centroamerica, no ha detonado una estrategia de diversificacion comercial, y aunque existen avances en la materia, estos han sido muy lentos.
En otras latitudes, en paises historicamente menos dependientes del hegemon, observamos algunos escenarios interesantes. A inicios de este nuevo siglo, Estados Unidos decidio, como parte de su estrategia para vencer al terrorismo mundial, frenar sus flujos de inversion y de apoyo economico en momentos de crisis, tal y como ocurrio en Argentina en 2001, y actuar sin una estrategia geopolitica definida frente a una Venezuela ideologizada, por ser un suministro historico y permanente de petroleo y energeticos.
Ante tales cambios, estos paises comenzaron a buscar nuevos modelos de insercion que les permitieran interactuar en un sistema por demas complejo. No solo como producto de una permisividad internacional, derivada de una politica estadounidense que parecia ajena a los intereses del hemisferio occidental, sino tambien como resultado de las crisis politicas y los costos economicos de la instauracion de modelos anacronicos en las sociedades latinoamericanas.
Desde entonces, algunas de las politicas exteriores estan trabajando frente a innumerables retos para construir sus agendas con nuevas formas de vinculacion tematica que impulsen procesos cooperativos en los que conceptos como los de independencia y soberania cobran un valor renovado. El no alineamiento, en terminos positivos, es una caracteristica en comun que podemos encontrar en las agendas de Argentina y Venezuela.
En el primer caso, la coyuntura especifica que obligo a replantear el actuar de la politica exterior en si misma estuvo relacionada con las repercusiones de la crisis de 2001 y la politica menemista de la decada de los anos noventa. Tenemos que recordar que Argentina fue fiel a las reformas estructurales dictadas por el Fondo Monetario Internacional (FMI). Mas de 10 anos, las politicas de convertibilidad (la paridad uno a uno entre el peso y el dolar), la privatizacion y la apertura comercial y financiera, se sostuvieron sobre el endeudamiento y la inversion extranjera.
Pero todo llego a su fin cuando las privatizaciones se agotaron y el endeudamiento limito la capacidad de pago de Argentina. En noviembre de 2001 el temor de devaluacion acelero la fuga de capitales y el gobierno congelo las transacciones bancarias a traves de lo que se denomino "el corralito" De ahi se derivo un periodo de inestabilidad politica y economica como resultado del estallido social y la salida inminente del ex presidente Fernando de la Rua.
En materia internacional, la politica exterior menemista considero la eliminacion de las confrontaciones de naturaleza estrategico-militar e ideologico-politica con Estados Unidos como un eje rector en su politica. Es por ello que el entonces canciller argentino Guido de Tella, hablaba de sostener "relaciones carnales" para sacar beneficio de la relacion.
Con la llegada de Nestor Kirchner en 2003 se rompio esta tradicion. Fue entonces que Argentina dejo de centrar su mirada en Estados Unidos, a traves de un discurso desafiante en contra del que habia sido su mejor socio e incrementaba sus relaciones con Venezuela y Cuba. Ademas, comenzo a establecer una agenda internacional que priorizaba los contactos subregionales.
Por otro lado, en el caso de Venezuela, la coyuntura especifica que obligo a replantear sus estrategias tuvo su origen en abril de 2002, con el intento de golpe de Estado por parte de opositores al gobierno (empresarios y fuerzas militares conservadoras). La consecuencia inmediata de este suceso repercutio en el crecimiento de la polarizacion de la sociedad venezolana y en el firme rechazo del presidente Hugo Chavez a la privatizacion de sectores clave, como los hidrocarburos.
El antecedente inmediato de esta desvinculacion con lo tradicional, junto con la division de la sociedad, se halla precisamente en el momento en que Chavez llego al poder en 1998, con el apoyo mayoritario de la ciudadania. Sin embargo, el detonante del cambio de estrategia internacional se dio con el intento de golpe de Estado. Lideres antichavistas se enfrentaron en el Palacio de Miraflores y Pedro Carmona, entonces presidente de la Federacion Patronal de Fedecamaras, se autonombro presidente de Venezuela. Dos dias despues el mismo ejercito reinstauro el orden y se nego a reconocer a los golpistas. A esta intentona se le ha comparado con la sucedida en Chile en 1973, porque al mismo tiempo que mostro la paralizacion de sectores economicos, hubo una movilizacion masiva con una gran difusion en medios de comunicacion.
Lo sucedido tuvo un impacto mediatico mundial. Sin embargo, Chavez logro revertir este evento a su favor. Como explicaremos en este articulo, fue la misma oposicion la que le abrio las puertas para tomar las riendas de la industria petrolera y la que lo animo a profundizar en su retorica discursiva, en donde el nacionalismo bolivariano, la confrontacion hacia Estados Unidos y la orientacion hacia un desarrollo endogeno se repiten una y otra vez.
La nueva agenda internacional de Chavez condena el neoliberalismo como sistema economico, pero no propone un nuevo paradigma que en la practica resulte benefico para las sociedades latinoamericanas. Toma distancia politica sobre las posturas estadounidenses, pero no logra deslindarse del todo de su relacion economica-petrolera. Se acerca a posturas latinoamericanas de izquierda con afinidades ideologicas. Fortalece sus relaciones con Argentina, Cuba y Bolivia, principalmente, y apuesta con agresividad por una integracion latinoamericana, a traves de iniciativas como mercosur, la Alternativa Bolivariana para las Americas y la Union de Naciones Sudamericanas.
En conclusion, el presente articulo intenta delinear estas lineas y vertices que unen a las politicas exteriores de ambos paises, que digamos que aprovecharon las coyunturas especificas internas para cambiar sus estrategias, al menos en lo internacional. Estas crisis, que no son mas que cambios, son utilizados para generar una nueva linea de desvinculacion con la politica tradicional que convierten en oportunidad.
Estas transformaciones coinciden con un diseno de politica exterior que no solo esta ligado a una logica maximizadora, es decir, a una simple maximizacion de intereses economicos, sino que tambien responde a principios y doctrinas, asi como a los cambios en la agregacion de preferencias en la toma de decisiones, como producto de factores propios de las crisis politicas y economicas que sacudieron a los paises.
Es cierto que los efectos de las acciones de politica exterior para consolidar sus respectivos regimenes de gobierno han sido cuestionables, sobre todo en el caso de Venezuela por su hiperpresidencialismo y discurso antihegemonico. Mucho se ha escrito ya al respecto y el tema por si solo suele ser fascinante desde cualquier punto de vista. Sin embargo, nos parece que los estudios sobre estas nuevas formas de insercion internacional son asuntos que han sido poco abordados y que son igual de fascinantes. Esto no quiere decir que desvinculemos a la "cosa" internacional de lo politico propiamente, porque seria negar la esencia de cualquier gobierno. Es solo que queremos asentar que aunque sus politicas domesticas estan en la mira constante del escrutinio publico, lo cierto es que sus agendas internacionales son mucho mas activas que otras en foros mundiales, con posiciones claras e independientes. Algo de ello podria aprender un pais como Mexico.
Los cambios y las continuidades en las preferencias dentro de la politica exterior argentina
La curva aparentemente exitosa de la transicion democratica argentina en los anos noventa sufrio un reves con la crisis economica y politica de 2001. Con la salida de Carlos Menem y tras la renuncia del efimero presidente Fernando de la Rua, el deterioro institucional mostro la falta de aplicacion de reformas politicas desde la llegada de la democracia. (2)
La crisis trajo consigo una serie de transformaciones dentro y fuera del sistema politico argentino y, por consiguiente, en el reordenamiento de la agenda de politica exterior. De ahi que se desencadenara una serie de rupturas y continuidades y de nuevos alineamientos y agrupamientos regionales, que fueron proyectados en un ambiente internacional que priorizo el afianzamiento de la seguridad y la lucha contra "el terrorismo de agentes amenazantes". (3)
Con Menem, ex presidente peronista que goberno de 1989 a 1999, se hablaba de un tiempo economico que atraeria estabilidad politica. Asi iniciaba un periodo de aparente consolidacion democratica, porque durante la mayor parte de su mandato la estabilidad economica influyo para bien, pues el funcionamiento de las instituciones estaba erosionado frente al hiperpresidencialismo ejercido durante su gestion.
La vulnerabilidad del equilibrio de poderes, la debacle de los partidos politicos...
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