Aplicación en México del fideicomiso testamentario

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Las personas que se encuentran interesadas en decidir sobre la sucesión de bienes y garantizar el bienestar de sus dependientes, aun en ausencia, se deben enfrentar a la necesidad de investigar las opciones que existen para la administración profesional de su patrimonio después de su muerte.

Existen varias opciones para cumplir con este objetivo; sin embargo, las más conocidas son tres: el testamento, el fideicomiso testamentario y el testamento con cláusulas fiduciarias.

A continuación se realiza una breve descripción de cada uno:

  1. Testamento. Es un acto personal, revocable y libre, mediante el cual una persona en plena facultad dispone de sus bienes y derechos, para que después de su fallecimiento los beneficiarios dispongan de los bienes. Existen varios tipos de testamento: público abierto, público cerrado, ológrafo y privado.

  2. Fideicomiso testamentario. Es un contrato por el cual una persona entrega sus bienes a una institución fiduciaria, para que ésta los administre en vida, y para que a su fallecimiento los distribuya o administre de acuerdo con las instrucciones plasmadas en dicho contrato. No requiere realizar trámite sucesorio alguno.

  3. Testamento con cláusulas fiduciarias. Es un documento en el cual una persona prevé que a su fallecimiento se constituya un fideicomiso formalizado con una institución fiduciaria, que será la encargada de administrar y transmitir los bienes a sus herederos, bajo ciertas condiciones.

La figura del fideicomiso testamentario, no es muy conocida y ello se debe a la falta de publicidad por parte de las fiduciarias, carencia de información por parte de los asesores legales, así como de los notarios públicos, quienes son responsables de orientar a las personas que van a formalizar su disposición testamentaria.

El fideicomiso testamentario tiene múltiples aplicaciones por la extraordinaria flexibilidad, elasticidad y adaptabilidad del fideicomiso a todo género de negocios y actos humanos.

Concepto y antecedentes del fideicomiso

La legislación mexicana adopta figuras jurídicas extranjeras, las cuales se adaptan a las necesidades tanto de seguridad jurídica como de flexibilidad en el ámbito de acción que las relaciones comerciales demandan. El contrato de fideicomiso es un ejemplo de esta adopción, ya que es considerado como una contribución valiosa, proporcionada por el derecho angloamericano al derecho mexicano.

La fuente más lejana del régimen de fideicomiso se encuentra en el trust (en inglés).

Así, el trust, responde al siguiente esquema: una persona, el constituyente del trust denominado settlor, estipula que determinados bienes serán administrados por uno o varios trustees que son las instituciones encargadas de cumplir con lo estipulado en el convenio y de velar por los intereses de una o varias personas quienes serán los beneficiriaries.

También se ubican antecedentes del fideicomiso en Roma y su significado etimológico deriva de las palabras fides que es igual a fe y comissum que significa comisión; en otros términos: encomendado a la fe de una persona. El fideicomiso está unido a la figura del testamento, por ello en el derecho romano se entendía por fideicomiso a la herencia o parte de ella que el testador deseaba transmitir a otro.

Así, el fideicomiso se define como el modo de adquirir el dominio fiduciario de una cosa, con la condición de entregarla a un tercero luego de cumplirse la condición o el plazo resolutorio impuesto. El dominio fiduciario es el que se adquiere en un fideicomiso singular, subordinado y puede constituirse entre vivos o por testamento.

El fideicomiso testamentario es aquella modalidad del fideicomiso cuyo origen se remonta al testamento de una persona, en donde se dispone el destino de ciertos bienes a un fin lícito determinado, encomendando la realización del mismo a un fiduciario.

La administración de un patrimonio a través del fideicomiso testamentario por la institución fiduciaria comprende la realización de un fin lícito y determinado, como es que...

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