Anticlericalismo y cristiada, acciones y reacciones

AutorMa. Alicia Puente Lutteroth
Cargo del AutorProfesora-investigadora de la Facultad de Humanidades de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos
Páginas473-490
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INTRODUCCIÓN
El objetivo de este ensayo es proponer algunos elementos que nos
permitan identificar con más claridad los limites que han presentado
históricamente términos tales como clericalismo y anticlericalismo, ya
que han sido despojados de su carácter sustantivo al ser utilizados con
más frecuencia con funciones de adjetivo calificativo, especialmente
en su valencia despectiva y condenatoria.
La cristiada ha sido manejada sobre todo con una visión monolí-
tica que la define como un hecho militar que condensa y exhibe las
actitudes de dominación de la Iglesia católica, a cuyos jerarcas se atri-
buye haber “armado a los cristeros” para luchar por los derechos de la
Iglesia y, por lo mismo, rechazar la Constitución de 1917 y las leyes
reglamentarias requeridas para hacer vigentes los artículos 3, 5, 24, 27
y 130. En estos artículos se señalaban una serie de restricciones para
la Iglesia, sus ministros y para el ejercicio de los derechos del pueblo
creyente en cuanto a la manifestación de sus creencias. La postura
anticlerical expresada en las propuestas jurídicas había ido de menos
Ma. Alicia Puente Lutteroth*
Anticlericalismo y cristiada,
acciones y reacciones
*Profesora-investigadora de la Facultad de Humanidades de la Universidad Autónoma del
Estado de Morelos. Autora de Movimiento cristero: una pluralidad desconocida, México, Progre-
so-UAEM, 2003; compiladora de In novaciones y tensiones en los proce sos socio-religiosos (D e la
Acción Católica a las Comunidades Eclesiales de Base), México, UAEM-Conacyt-CEHILA, 2002; y de
Actores y dimensión religiosa en los movimientos sociales latinoamericanos 1962-1998, México,
Porrúa-UAEM, 2006.
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a más en el siglo XIX:1 Las leyes previas a la Constitución de 1857, la
misma Constitución del 57 que queda ilustrada en este tema más por
los debates sobre la tolerancia de cultos en el Congreso que por las
formulaciones mismas y las Leyes de Reforma emitidas por Benito Juá-
rez en 1859 y 1860 que hacen explícita la separación Iglesia-Estado en
la letra, pero que equivalen claramente a una supeditación de la Iglesia
al Estado. Queda legislada la nacionalización de los bienes del clero, la
obligación del registro civil, que de esa manera iniciaba la supresión
de un poder acumulado por la Iglesia en cuanto a la información del
nacimiento, el matrimonio, las defunciones, la libertad de cultos que
al establecerse reubicaba a la Iglesia católica al dejar de reconocerla
como la iglesia y considerarla de ahí en adelante como una entre otras.
En 1917 en la Constitución de Querétaro se incluyeron las propuestas
anteriores pero se dio un paso más al dejar consignado el desconoci-
miento de la personalidad jurídica de la Iglesia. La postura anticlerical
de un Estado liberal se incrementó en un proceso revolucionario que
planteaba el laicismo como el marco fundamental para recuperar un
poder político indispensable para el desarrollo de su proyecto político
liberal y revolucionario.
Las reacciones de oposición de la Iglesia, tanto de su jerarquía
como de sus grupos de fieles, fueron también en aumento y se expre-
saron en diferentes campos y frentes: cultural, jurídico, económico,
religioso, eclesiástico, educativo… y se concentraron en 19262 con
1Algunos ejemplos pueden ser los siguientes: no es lo mismo hablar de ocupación de bienes
eclesiásticos que de desamortización o de nacionalización de los mismos; no es lo mismo hablar
de educación libre que de educación laica; igualmente, no es lo mismo desconocer los fueros o
señalar restricciones a los derechos cívicos y políticos de los clérigos que desconocer la persona-
lidad jurídica de la Iglesia, etcétera.
2Aun cuando se siguen produciendo estudios sobre la cristiada, en mi opinión todavía faltan
muchos más, en efecto se trata de un movimiento que aún estamos lejos de comprender en todo
su significado y toda su complejidad. Precisamente, los diversos estudios sobre la cristiada nos
dan cuenta de las diferencias y coincidencias entre los grupos eclesiales de variadas regiones y
localidades en el país. Menciono aquí sólo algunos de los estudios generales más conocidos: Da-
vid Bailey, ¡Viva Cristo Rey! The cristero rebellion and the Church-State conflict in Mexico, Austin,
University of Texas, 1974; Hugo Campbell, La derecha radical en México, 1929-1949, México, SEP,
1976; Fernando M. González, Matar y morir por Cristo Rey, aspectos de la cristiada, México, Plaza
y Valdés IIS-UNAM, 2001; Jean Meyer, La cristiada 1. Guerra de los cristeros; 2. El conflicto entre
la Iglesia y el Estado 1926-1929; 3. Los cristeros, México, Siglo XXI, 1988; Alicia Olivera Sedano,

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