El pensamiento analogico en las filosofias analitica y pragmatica.

AutorBeuchot, Mauricio

RESUMEN: En este articulo se intenta poner de relieve algunas relaciones entre la filosofía analítica y la filosofía pragmática o pragmatista. Una de ellas es el trabajo de algunos analíticos por reducir dicotomías (algo típicamente pragmatista), tales como analítico-sintético (Quine) y hecho-valor (Putnam). Asimismo, se intenta hacer ver cómo en este afán de reducir dicotomías ha estado presente el concepto de analogía (iconicidad, en Peirce) y cómo puede seguir beneficiando a la discusión actual en la filosofía, destrabándola de varios puntos ciegos en que se encuentra; un ejemplo de ello, al que se aplica, es la polémica que se da, en la historiografía de la filosofía, entre los que Rorty llama los doxógrafos y los analíticos de argumentos.

PALABRAS CLAVE: analogía, filosofía analítica, filosofía pragmática, historia de la filosofía

Mauricio Beuchot, Analogical Thinking in Analytic and Pragmatist Philosophies

This article examines some of the relations that hold between analytic and pragmatist philosophies. One of them is the attempt of some analytic philosophers to reduce dichotomies (a typical pragmatist task). Here it is argued that in the task of reducing dichotomies the notion of analogy has played a major role (e.g. in Peirce's iconicity) and that this notion can still benefit current discussion in philosophy.

KEY WORDS: analogy, analytic philosophy, pragmatist philosophy, history of philosophy

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En la filosofía analítica de última hora se ha notado un giro pragmatista, esto es, de estudio y recuperación de la filosofía de autores como Peirce, James y Dewey. (1) Me parece que este giro pragmático de la analítica conlleva una búsqueda de reducir las tan extremas dicotomías que se han establecido hasta el momento (por ejemplo, entre teoría y praxis, entre analítico y sintético, entre hecho y valor, y creemos que también se puede aplicar, como veremos, para reducir la excesiva dicotomía que se ha marcado entre filósofos sistemáticos e historiadores de la filosofía).

En esta intencionalidad reductora de dicotomías que ha tenido el pragmatismo y que ahora adopta la filosofía analítica de corte pragmatista, se puede detectar un afán de mesura, de proporción, de integración. Y esto me ha hecho ver que este movimiento pragmático de la filosofía analítica permite la recuperación de pensamientos interesantes y fecundos dados en la historia de la filosofía. No se presenta como un progresismo o superacionismo historicista excesivo, en el que ya no hay que mirar lo anterior, porque ha sido superado y se encuentra muerto. De esta manera, me ha resultado interesante ensayar la recuperación de la idea de analogía para aplicarla, dentro de la filosofía analítica, a una pragmática analógica (igual que en la hermenéutica como hermenéutica analógica). Veamos algunos elementos que nos ayudarán a ahondar en esta intuición.

  1. CONFLUENCIA RECIENTE DE LA FILOSOFÍA ANALÍTICA Y LA FILOSOFÍA PRAGMATISTA O PRAGMÁTICA

    El mencionado giro pragmatista que se nota en la filosofía analítica significa varias cosas. (2) Una de ellas es que se trata de recuperar la idea de Peirce de que la teoría se mide por su repercusión en la práctica: tiene que mostrarse en las ideas, los actos, las conductas y los hábitos que desata en el individuo. Otro elemento característico es la crítica que el propio Peirce hace del racionalismo extremo (como el de Descartes) y del empirismo extremo (como el de Hume y el de Comte). Aunque es atento a la ciencia, no es positivista, sino contrario a esa corriente. Y lo que me parece tal vez más interesante o importante es el intento de reducir las dicotomías, como la kantiana de fenómeno y noúmeno, la de teoría y praxis, la de hecho y valor, y la de analítico y sintético, según se ve en Dewey, Quine y Putnam; también una reducción precavida de la metafísica, para resaltar la semioticidad y la lingüisticidad del ser humano; una suavización de las exigencias epistemológicas de la verdad, como en James. Con todo, no parece auténtico, sino más bien espurio, el relativismo, contingentismo, particularismo y nominalismo de Rorty, en lo que ha sido llamado su "pragmatismo popular". A mi modo de ver, lleva a extremos exagerados e insostenibles los principios pragmáticos de James y Dewey. El pragmatismo original norteamericano tuvo como adalides a Peirce, James y Dewey.

    Después, la filosofía pragmatista entroncó con la filosofía analítica, a través de seguidores de Peirce como Charles Morris, Clarence I. Lewis y Charles Hartshorne (aunque ninguno de los tres podría llamarse filósofo analítico, se acercaron mucho a ese ideal, y sirvieron de mediadores). (3) También ayudaron a esto algunos autores críticos, como Sidney Hook, que fue en parte marxista y en parte un pragmatista poco ortodoxo, pero que estudió ciertos temas de filosofía analítica, como algunos relativos al lenguaje y a la ontología. (4) Quizá también colaboraron otros situados a medio camino entre pragmática y analítica, como William K. Frankena (que dedicó parte de un libro sobre educación a estudiar a Dewey, a saber, Three Historical Philosophies of Education, (5) donde aborda a Aristóteles, Kant y Dewey), (6) Morton G. White (que tiene un articulo intitulado "The Analytic and the Synthetic: An Untenable Dualism" (7) que aparece compilado en una importante antología de filosofía analítica), (8) y Wilfrid Sellars, que puede ser considerado filósofo analítico, por lo menos positivista lógico. (9) Pero hubo otros decididamente analíticos, que se han inspirado en el pragmatismo. Uno de ellos fue claramente Quine y, en alguna medida, su amigo Nelson Goodman. Otros posteriores han sido Hilary Putnam, Donald Davidson y Richard Rorty. Ya incluso a Davidson y a Rorty se los llama postanalíticos. Y este último, además, se autonombra neopragmatista.

    Tal vez se podría hablar de Stanley Cavell y de otros como pragmatistas analíticos, pero son más lo primero que lo segundo. De lo que no cabe duda es que Quine y Putnam pertenecen a esa corriente analítica que entronca con el pragmatismo. Esto se ve sobre todo en su discusión de las dicotomías demasiado extremas y simplistas. En el caso de Quine, la dicotomía entre analítico y sintético; en el caso de Putnam, la dicotomía entre hecho y valor. Quine muestra la influencia de Peirce, del cual reseñó, en 1933, para el vol. 19 de la revista Isis, el segundo tomo de los Collected Papers, editado por Charles Hartshorne y Paul Weiss en 1932; precisamente el tomo de las cosas de lógica. Puede decirse que buena parte de la lógica de Quine proviene de Peirce, sin que se haga mención explícita. (10) Y probablemente su adhesión al conductismo tan fuerte no sólo provenga de su amistad con B.F. Skinner, sino también de la reconstrucción conductista que Morris hace de la semiótica de Peirce. Putnam se inspira en Peirce, al que toma muy en cuenta en sus trabajos, (11) y del que retoma el ideal lógico y de salvaguardar el realismo a pesar de atender al trascendentalismo kantiano. Igualmente se inspira mucho en James, a quien sigue en la reducción de la...

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