Presentación
| Autor | José Antonio Arrubarrena Aragón |
| Páginas | 15-17 |
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PRESENTACIÓN
El tema del Estado, apasiona - creemos - a expertos y zafios, tanto
más, cuanto que conocedores o no, todos palpamos la omnipresencia de
“eso” que llaman Estado en palabras de Gambra. Por ello, por el simple
peso político específico, se justificaría un estudio del Estado.
Mas no para que aceptemos sin más al Estado actual como es y se
nos presenta; hemos de cuestionarlo a la luz de las Causas Eficiente y
Final que se implican, pues el Estado es algo más que el participio del
verbo estar, más que la masificación querida por algunos. Exige una
valoración, aún como fenómeno, esto es, se requiere una Axiología.
Queremos plantear la concepción tradicional de la Doctrina Política,
que nacida en inspiración natural y cristiana, ha sufrido el moderno asalto
de la Revolución; siempre prepotente y autoritario se reviste de nuevos
ropajes y en nombre de la modernidad se llama Estado Moderno, del que
surgirá el Estado Liberal que engendra al Estado Social, como ahora al
Estado Democrático, al Estado Tecnocrático y cuantas denominaciones
auto-invente al futuro, en nombre siempre del “cambio” y del “nuevo orden”
que estará sustituyendo un siempre actualizado Antiguo Régimen.
De aquí que nuestro propósito fundamental consiste en presentar
las dos visiones de la convivencia política organizada. Una, la que
llamaremos Estado Tradicional o simplemente Orden Político, que nace de
la persona creatura de Dios, se perfecciona por naturaleza sociable en la
comunidad, para alcanzar el Bien Común bajo la Autoridad y todos abasados
en el Orden Jurídico que reconoce la Moral como fundamento. La otra, que
ubicaremos como Estado Moderno, que se expresa, a veces, como
manifestación del que “quiere ser como Dios”, vía ejercicio del poder político,
que sintetiza un afán de dominación en beneficio casi siempre de “os nuovos
donos do poder” como diría Galvao de Souza, renovados “príncipes”
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