Introducción

AutorJosé Guadalupe Rodríguez Gutiérrez
Páginas9-27

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El software Windows Vista, con valor de 450 millones de dólares, con mas de 4 años de investigación y desarrollo por el equipo de pro-gramadores de Microsoft, salió al mercado en 2006, con meses de retraso, numerosos "hoyos" de seguridad, fallas graves de interope-rabilidad, incluido errores de compatibilidad entre software interno de Microsoft... (http:// barrapunto.com acceso 6.10.07)

La producción de software no es nueva, nació en 1940 junto con la primera computadora en Estados Unidos (Salomón, 2000). Los primeros proyectos de los programas informáticos de hardware y software estaban financiados por el área militar norteamericana, demostrando su eficiencia en el periodo entregue-rras, principalmente en el diseño de aviones, misiles, decodificación de mensajes enviados en claves, etc. Sin embargo hacia finales de la década de los cincuenta hacen presencia las primeras empresas de software y, una década después es más frecuente el vocablo software. Para la década de los sesenta y mediados de los setenta aparecen las primeras empresas informáticas que integran gratuitamente el software al hardware {software embebido). Para estos años, en Estados Unidos, la empresa informática ibm (International Business Machines) vende su primer programa de software independiente del hardware; surgen así las primeras casas de software: Sema Group Sae en Francia, CAP en Inglaterra, entre otras empresas que inician la separación del software con respecto al hardware. Independencia que es posible gracias a cuatro procesos coyunturales que se sucedieron en los años setenta: i) masifi-cación de las primeras computadoras personales (ibm), lo cual implica una mayor socialización del conocimiento en la distinción hardware/software, proceso que se

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traduce en una mayor masa crítica y aprendizaje social del significado software; ii) un rápido desarrollo de lenguajes de programación de alto nivel como Cobol (1960) y Fortran (1957) facilitaron una acumulación de aprendizaje social entre una nueva clase de trabajadores informáticos, conocimiento que era frenado por los lenguajes de programación bajo nivel como el lenguaje ensamblador;1 iii) mayor potencia en procesadores, miniaturización del tamaño y el precio en microprocesadores 4004, 8008, 80880, 1971); iv) desarrollo de un sistema operativo dinámico (ms-dos) que se instituye como el "eslabón" entre hardware y software.2 En otras palabras, hacia mediados de los años setenta y ochenta convergen dos contextos estructurales que dan lugar al desarrollo de la industria del software e implícitamente la independencia de éste con respecto al hardware: por un lado una trayectoria tecnológica de hardware cada vez más potente, basada en microprocesadores veloces, pequeños y baratos y por otro lado, una masificación acelerada en el uso de computadoras. Ambos procesos demandan un nuevo tipo de trabajadores que manipulan signos (lenguajes de programación) y generan símbolos a partir de signos (algoritmos lógicamente estructurados) son los trabajadores informáticos quienes diseñan y desarrollan páginas web, programas de software, portales punto.com, etc.; representan un nuevo tipo de trabajadores que están inmersos en un nuevo contexto laboral que denominaremos como trabajadores cognitivos que configuran nuevas formas de hacer y saber-hacer manipulando signos y símbolos intangibles que hacen operar al hardware. Ahora bien, los programas informáticos son una expresión "objetivada" del software que alcanza el punto más alto en el consumo masivo de computadoras (combinación

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hardware/software) que hacia finales de los años ochenta en Estados Unidos representó un consumo de sesenta millones de computadoras personales, cifra que en 1987 significó un incremento exponencial con respecto a las ventas de 1981 que ascendieron a poco más de 800 mil unidades (Pérez, 2007). El crecimiento exponencial no sólo dinamizó el sector en su conjunto, también formó parte de la denominada revolución tecnológica que tiene como corolario productos y procesos que no existían hace 10 años. Al respecto, Carlota Pérez (2007) denominó como "era de la conectividad" al desarrollo de nuevas tecnologías basadas en los programas informáticos que estaban contenidos en forma gratuita en el hardware.

El software gratuito es aquel que estaba embebido, empotrado o empaquetado en el hardware que se adquiría, es aquel software que no se compra independiente al hardware, el periodo de auge del software embebido es entre las décadas de 1940 a 1960 en que se proveía gratuitamente en el hardware, formando parte del producto, se distribuía como un contenido más, sin embargo hacia mediados de los sesenta y principios de los setenta, se generó gradualmente un mercado de software independiente del hardware, que en poco más de tres décadas se constityó una brecha importante: software/hardware, estimulada por un crecimiento exponencial del hardware y un desarrollo aritmético del software; brecha que se explica por un desarrollo potente de hardware que posee "capacidad ociosa instalada" (miniturización, potencialidad y abaratamiento de los componentes del hardware) frente a un software ineficiente que no maximiza el uso del hardware; así como por una creciente demanda de hardware potente frente a una limitada oferta de software (gráfica 1)

Esta brecha, para 1999 en el mercado mundial era 29% software y 71% hardware (Chudnovsky, López y Melitsko, 2001), hacia mediados los noventa cobró fuerza una nueva brecha al interior de los programas informáticos, haciendo referencia al modo de desarrollo de los símbolos (algoritmos): Lenguajes de programación con licencia de uso {modoprivado) y Lenguajes de programación de código libre {modo libre). El primero hace referencia a la apropiación del conocimiento contenido en el software y se hace uso de patentes y licencias de uso; el modo privado para desarrollar software implica un conocimiento empotrado en una especie de "caja negra" en la cual el cliente o usuario final no tiene acceso a los contenidos (algoritmos lógicamente estructurados), en otras palabras en el desarrollo de software privado el consumidor final no tiene acceso al código fuente ya que no posee la "licencia" de modificar el programa, sólo adquiere el uso del mismo; por tal razón debe recurrir al proveedor o desarrollador para que éste le otorgue mantenimiento y actualización al software que adquirió previamente. En el caso del modo libre {open source) el consumidor final tiene acceso al conjunto de contenidos que integra el software adquirido (licencias

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creative commons),3 el cliente o consumidor dispone del código para solicitar a otros proveedores el mantenimiento o actualización del mismo, no paga licencias de uso y no está supeditado al proveedor (gráfica 1).

La industria de software, según señalan Torrisi (1998) y Chudnovski, López y Melitsko (2001), es una actividad relacionada con la codificación del conocimiento y la información, siendo sus inputs y outputs propiamente dichos inmateriales. Según la forma en que se proveen dichos outputs pueden considerarse como productos o servicios. El software como producto es la venta de licencias y patentes, para su uso dentro de una organización en un contexto individual; en algunos casos la firma de-sarrolladora provee algún tipo de servicio asociado con el software (actualización de versiones, soporte técnico, mantenimiento, etc.) que puede estar incluido dentro del contrato de licencia o comercializarse de manera independiente (Chudnovski, López y Melitsko, 2001; Tikai, 2003). Para Hoch, Roeding, Purkert y Lindner (1999) es posible

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dividir el segmento de productos de software en dos grupos: como soluciones empresariales a la medida y como productos empaquetados de mercado masivo. La distinción entre ambos va más allá del mercado al cual se dirigen (en este sentido, un procesador de texto, por ejemplo, puede comprender tanto al mercado empresarial como al hogar). Por ejemplo, la diferencia sustancial entre un producto de mercado masivo y una solución a la medida, radica en que esta última siempre exige, de acuerdo con su complejidad, algún grado de personalización o adaptación a los requerimientos específicos de la organización en la cual va a ser implementada. En este último caso la "puesta en marcha" de la aplicación (es decir, la implementación y los ajustes necesarios para su correcto funcionamiento) suele implicar una inversión importante en términos de tiempo y dinero (verificar que haya compatibilidad e interoperatividad entre hardware y software).4 El software como servicio se define como los ingresos generados por servicios que provienen de actividades tan diversas como el diseño y desarrollo de soluciones a la medida, implementación y adaptación de productos de terceros, servicios de consultoría, capacitación, instalación y mantenimiento de productos de software, etc. (Chudnovski, López y Melitsko, 2001; Tikai, 2003). Sin embargo, diferenciar el software entre producto y servicio cada vez es más difícil, ya que su frontera es difusa; por ejemplo los programas Enterprise Resources Planning (erp) son programas de software industriales difundidos en el sector empresarial, en ellos se mezclan ambos procesos, 30% del costo corresponde al producto como pago de licencia y 70% a servicios profesionales de implementación e interoperatividad. El número de licencias otorgadas podría ser una medida del desempeño para una empresa de productos, mientras que en el caso de una empresa de servicios la cantidad de horas de implementación asociadas con cada proyecto sería el indicador más relevante; sin embargo, en la presente investigación partimos de la definición de software señalada por los organismos internacionales del Software Engineering Institute (sei), International Standardization Organization (iso) y la World Intellectual Property Or-ganisation (wipo)...

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