La sucesión patrimonial y sus modalidades

PáginasB1-B5

Una sucesión es el proceso de transferencia legal de los bienes, derechos y obligaciones de una persona.

En general, la sucesión se relaciona con el fallecimiento del propietario de los bienes. El derecho a la sucesión hereditaria es uno de los derechos más antiguos que se conocen y está previsto en la legislación federal o de cada estado, o bien, en el derecho usual del pueblo.

En México, el derecho de sucesión es una rama del derecho privado que regula la sucesión mortis causa, esto es, los efectos del fallecimiento de las personas.

La regulación, en el ámbito federal, se ubica en el Código Civil Federal (CCF), en el Libro Tercero denominado "De las Sucesiones", en el que se establecen importantes aspectos relacionados con la herencia, que a final de cuentas es el objeto de la sucesión; tales aspectos son los siguientes:

  1. El destino que tendrán los bienes del difunto.

  2. Los requisitos de validez del testamento, con la finalidad de asegurar que lo que aparezca en él sea realmente la voluntad del testador.

  3. Los trámites necesarios para el reparto de los bienes heredados.

  4. Las relaciones jurídicas, tanto activas como pasivas, de una persona después de su muerte.

Empero, cuando los bienes por heredar se traducen en negocio o empresa familiar, en algún momento de la vida, el fundador siente la necesidad de dar respuesta a las siguientes preguntas obligadas, ¿está la empresa en condiciones de retiro del fundador?, ¿quiénes se harán cargo del negocio?, ¿cómo lo harán ?, ¿cómo se hará la transferencia de acciones? Este es el momento en que surge otra modalidad de la sucesión: "sucesión generacional en vida", cuyo objeto es garantizar la perdurabilidad del negocio a través del tiempo.

Sucesión generacional en vida

Por lo general, las empresas familiares tienen dos procesos: a) el relativo al crecimiento y desarrollo propiciado por el fundador, y b) el relacionado con la conservación del estatus adquirido, donde la empresa logra la capitalización y permanencia en el mercado; sin embargo, a decir del economista Diego Vélez Montes, de la University of the Pacific in California, la sucesión en la segunda generación, compuesta por hermanos, tiende a agrandar el negocio familiar; empero, en la tercera generación, la empresa en manos de hijos y primos necesariamente sucumbe.

Lo anterior es comprensible, pues las empresas familiares que pasan de primera a segunda generación, no se separan definitivamente del fundador, pues éste suele ejercer una influencia muy poderosa al reunirse en él las cualidades de dueño o socio mayoritario, director general y cabeza de familia en forma simultánea.

Si bien la decisión de la sucesión es tomada ante los naturales temores a la muerte, existe resistencia a la pérdida del poder y a la actividad laboral, luego de décadas en la cima de la empresa.

La problemática de la sucesión se refleja, en muchas ocasiones, en los hijos del fundador, a quienes se ha educado en la igualdad, y en el proceso les puede resultar complicado aceptar que sólo uno será el elegido para dirigir la compañía.

Los empleados antiguos que han trabajado toda una vida al lado del fundador se resisten a veces al cambio generacional en la empresa porque temen que de alguna manera esto pueda implicar que los nuevos directivos dispongan el alejamiento de alguno de ellos.

Empero, ante el entorno cada vez más globalizado, la planificación de la sucesión con un tiempo prudencial permitirá que las empresas puedan lograr afianzarse y perdurar a través del tiempo.

No debe perderse de vista que cuando la sucesión es en vida, hay oportunidad de corregir procesos bajo la dirección del fundador, pero si la misma es inminente porque sobreviene la muerte de éste habrá que afrontar realidades que si no fueron previstas con antelación, quizá los sucesores entren en proceso de incertidumbre y conflicto interno, de tal manera que se vean obligados a tomar decisiones no muy adecuadas o contrarias a los deseos del fundador fallecido.

Lo primero que debe hacer una empresa familiar es buscar asesoría que le permita planificar con tiempo el relevo generacional, independientemente si éste se va a dar con un familiar o una persona externa.

Para que el fundador asimile de buena manera todo este proceso, lo ideal es que sienta que hay situaciones que deben prevenirse, como un accidente o una enfermedad, que en ningún momento se piensa en hacerlo a un lado y que lo mejor es preparar un sucesor que pueda perpetuar su obra.

Por eso, lo mejor es que el proceso de transición dure varios años, entre más años comparta el fundador con su sucesor mejor serán los resultados, por lo que establecer una fecha exacta para producir el cambio generacional no sería aconsejable.

Se ha demostrado que las empresas que asumen este proceso profesionalmente, tienen mayores posibilidades de sobrevivir.

Puntos clave por observar en la sucesión generacional en vida

Los empresarios que estén deseosos de planificar una buena sucesión empresarial en vida, pueden seguir el proceso siguiente:

  1. Integrar una lista de posibles candidatos para la sucesión; se pueden incluir profesionales nofamiliares que compitan con los familiares. Para ello, se tomará en cuenta las cualidades técnicas, liderazgo, valores y experiencia.

  2. Conformar juntas directivas que eduquen a los familiares en la toma de decisiones colectivas.

  3. Estimular a los potenciales sucesores para que adquieran experiencia en otros negocios antes de que ingresen al suyo.

  4. Fomentar el interés de los familiares por el negocio pero no obligar a alguno a ingresar al mismo.

  5. Facilitar a los potenciales sucesores a aprender los aspectos básicos del negocio.

  6. Construir colectivamente las reglas y políticas claves de la empresa y elaborar un protocolo familiar.

  7. Construir...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR