Positivismo y dialéctica en las ciencias sociales

AutorNorbert Lechner
Páginas229-251
229
5
POSITIVISMO Y DIALÉCTICA
EN LAS CIENCIAS SOCIALES*
ESTE ARTÍCULO resume, a manera de bosquejo introductorio, la controversia que
se desarrolla en las ciencias sociales entre positivismo y dialéctica, tomando
como ilustración la disputa que tuvo lugar en la República Federal de Alema-
nia.1 La elección de este marco de referencia, desde luego muy restringido,
se puede justi car, por un lado, por la tradición (criminalmente quebrada
por el nazismo) de la discusión teórica que permitió profundizar las diferen-
tes concepciones. Por otro lado es interesante conocer la polémica en razón
de la importancia inicial que tuvo el “neomarxismo” de la llamada “Escuela de
Fráncfort” (Horkheimer, Adorno, Habermas, y a la cual pertenece también Mar-
cuse) para el desarrollo del movimiento antiautoritario impulsado por los es-
tudiantes socialistas.a
Esto ya indica que no se trata de una disputa “académica”, sino de un en-
frentamiento teórico que forma parte de la lucha de clases. En un momento en
que las ciencias sociales en América Latina comienzan a tomar conciencia
de su crisis2 parece oportuno señalar la relevancia que tiene la controversia
epistemológica y metodológica en la lucha de clases internacional.
* Tercer Mundo, II: 5, Santiago, 1972.
1 Véase especialmente T. Adorno et al., Der Positivismusstreit in der deutschen Soziologie,
Neuwied, Luchterhand, 1969, y E. Topitsch (ed.), Logik der Sozialwissenschaften, Colonia, Klo-
penheuer & Witsch, 1956.
2 Véanse, entre otros, A. G. Frank, “Sociología del desarrollo y subdesarrollo”, en A. G. Frank,
J. D. Cockcroft y D. L. Johnson, Economía política del subdesarrollo en América Latina, Buenos
Aires, Signos, 1970; F. Hin kelammert, Ideologías del desarrollo y dialéctica de la historia, Santia-
go, Universidad Católica de Chile, 1970, y E. Verón, Conducta, estructura y comunicación, Bue-
nos Aires, J. Álvarez, 1968.
a La relación entre el movimiento estudiantil antiautoritario alemán de los años sesenta y la
Escuela de Fráncfort se esceni có en varios niveles. La crítica al autoritarismo y al totalitarismo
desarrollada por Theodor Adorno y Max Horkheimer tuvo un impacto ostensible sobre las na-
rrativas del movimiento, al igual que la idea de Herbert Marcuse sobre los “nuevos sujetos” de la
política. El mismo Marcuse mantuvo nexos estrechos con algunos miembros de la Sozialisti scher
Deutscher Studentenbund (Liga de Estudiantes Socialistas Alemanes). Adorno, Horkheimer y
Jürgen Habermas sostuvieron una posición ambigua frente a las acciones del movimiento, fre-
cuentemente de oposición a sus llamados a la violencia. Véase F. L. Neumann, O. Kirch heimer,
J. Habermas y C. Offe, Las caras del Leviatán: una lectura política de la teoría crítica, Barcelona,
Anthropos, 1992.
230 1972
Desde la Ilustración y el surgimiento de las ciencias naturales moder-
nas, la ciencia radica tanto en la base económica como en la superestructu-
ra ideológica. La explicación de la naturaleza hace parte de su apropiación
por el hombre; el conocimiento del mundo remite a su trasformación. La
ciencia no es un proceso neutral y apolítico sino siempre mediado por in-
tereses sociales. Es decir, en el modo de producción capitalista la ciencia
produce y reproduce en ella misma la contradicción fundamental entre el
desarrollo de las fuerzas sociales de producción y las relaciones sociales
de producción determinadas por la relación del capital privado. Las cien-
cias sociales se transforman en mecanismos de dominación, en la medida
en que niegan la emancipación humana, en que divorcian el pensamiento
de la rebeldía y se resignan a constatar y clasi car el orden vigente. Enton-
ces la extensión del poder de disposición tecnológico del hombre se limita
al buen funcionamiento del sistema social económico, siendo esta e cien-
cia la legitimación para la dominación de la clase capitalista. En la medida
en que las ciencias sociales actúan así como mecanismo autocorrectivo y
autorregulador de la sociedad capitalista logran una doble justi cación: le-
gitiman la ciencia por la sobrevivencia del sistema y el sistema por su “ra-
cionalización”.
El conocimiento está siempre determinado históricamente. O sea, en
una formación social capitalista las ciencias sociales están determinadas
por la contradicción entre la creciente socialización de la ciencia (lo que se
viene llamando Big Science) y la disposición privada sobre los métodos, es
decir, la reducción de las ciencias sociales a un tipo de “técnica social”.
Cuando la investigación social es institucionalizada (sea a nivel universita-
rio o en institutos particulares), el positivismo adquiere carácter de norma
social. La socialización de la ciencia hace de las reglas metodológicas la
base normativa de la actitud cientí ca. En cuanto la ciencia deviene técnica,
la tecni cación de las reglas metodológicas no signi ca otra cosa que la
adaptación del cientí co a la e ciencia técnica (determinada por el modo de
producción). La investigación social se identi ca con la empresa privada,
orientándose en el principio de maximización de los intereses dominantes.
En las ciencias sociales que nosotros importamos de los centros metropoli-
tanos este interés dominante se expresa en los valores rectores (explícitos o
subyacentes) de estabilidad y control social. En la medida en que estos “in-
tereses-conductores de conocimiento” son interiorizados por los profesiona-
les latinoamericanos, nuestra sociedad apoya e impulsa un sistema de auto-
rrepresión social. El imperialismo puede abandonar la intervención militar
y la tutela teleguiada porque los mismos cientí cos latinoamericanos se ha-
brán encargado (por lo general inconscientemente) de que el conocimiento
de la realidad nacional se transforme en un mecanismo de control y mani-
pulación social que sirva a la estabilización del sistema capitalista nacional
y, por ende, internacional. Aceptando esta hipótesis podemos de nir las cien-

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR