Políticas de Administración y Organización

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CAPÍTULO VII
POLÍTICAS DE ADMINISTRACIÓN Y ORGANIZACIÓN
L
VII.1 La Administración y la Organización
a organización y el diseño administrativo de
la seguridad social fueron resaltados en los
Informes sobre la Seguridad Social en América 2008
y 2009. Si hay un mensaje central es que la eficiencia
de un sistema de seguridad social se define en gran
medida por las soluciones corporativas, de
gobernanza y de administración, así como por la
capacidad de organizar todo el conjunto de
instituciones, agencias y programas en torno a las
necesidades de las personas.
Un sistema nacional de seguridad social es
sólo por excepción un conjunto claramente
ordenado de agencias y programas. Usualmente es
resultado de un largo proceso que ha tomado
décadas en la búsqueda de modelos, de
competencia política entre puntos de vista acerca
de lo que debe ser la seguridad social, así como de
circunstancias históricas que a menudo se salen
del control de las sociedades nacionales, como la
recesión económica e incluso la guerra. Por lo tanto,
sería ingenuo esperar un punto de vista puramente
tecnocrático o esquemático para definir un buen
enfoque para la organización, la administración y
su evaluación. La principal tarea es comprender los
diferentes enfoques y herramientas, por qué existen,
y qué preguntas intentan responder, con el fin de
discernir el camino más adecuado para la evolución
del sistema.
El conjunto de programas que denominamos
sistema de protección social—ya sean públicos,
privados o comunitarios—comparten el mismo
objetivo: dar estabilidad al bienestar de las familias.
Muchas de las oportunidades más importantes para
obtener ganancias de la transformación provienen
de la coordinación para alcanzar ese objetivo
común por instituciones (proveedoras de servicios
y reguladoras), gobiernos y comunidades.
VII.2 Tendencias y Debates
Posiblemente el principal desarrollo en la visión de
lo que constituye una buena administración de la
seguridad social se resume en lo siguiente: proveer
servicios centrados en el ciudadano, a lo cual debe
adecuarse el diseño organizacional de todo el
sistema. Por diseño organizacional denotamos, por
un lado, si los servicios deberían estar integrados
verticalmente (por ejemplo desde la afiliación hasta
la provisión) y horizontalmente (si los diferentes
programas deberían ser administrados por la misma
organización, por ejemplo, que la misma institución
se encuentre a cargo de los seguros de desempleo
y retiro), así como al mapa interno de las
instituciones (por ejemplo, si las instituciones se
diseñan alrededor de programas, usuarios o
regiones, o sobre el papel de los centros de
servicios compartidos, entre otros).

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