Por las orillas de Gea y los labios de Océano: la Geografía

AutorÁngela Redondo
Páginas23-55
Por las orillas de Gea y los labios de Océano:
la Geografía
Ángela Redondo González
La Geografía, como todas las ciencias de la Tierra y del Cielo, tuvo como hori-
zonte geográfico, en el que se produjo su alumbramiento, las orillas del mar
Egeo, un lugar privilegiado en la geografía y en la historia, donde Europa y Asia
se aproximan hasta enlazarse y cambiar hombres e ideas.
M. DE TERAN, De Causa Montium.
INTRODUCCIÓN
a Tierra es el escenario donde se desarrolla la vida de los hombres. Su aspecto
actual no es más que una simple fotografía instantánea, en relación con las modi-
ficaciones constantes que ha sufrido a lo largo de su historia y donde los elemen-
tos más variables y móviles son los interrelacionados con las actividades humanas. En
efecto, los agrupamientos humanos aparecen como infatigables asiduos viajeros del glob o,
en el que, para fines diversos, multiplican sus idas y venidas allí donde la aventura de su
existencia les conducía, fuese cual fuese su objetivo, lucro, curiosidad o necesidad. Así
pues, y mucho antes de que aparecieran los periplos griegos, o tuvieran lugar los gran-
des descubrimientos marítimos, los hombres se habían extendido por todos los espa-
cios habitables, y representaban los lugares donde la aventura les transportaba, y ésta
es realmente la primera etapa de la Geografía. Pero, es a Europa, a la civilización eu-
ropea, a quien la Geografía debe el lugar privilegiado que ocupa entre las principales
ramas del saber humano.
Efectivamente, la difusión del hombre sobre la tierra, y sus desplazamientos en
grupos, que llevaron al enriquecimiento del patrimonio común de la humanidad, preci-
saban transcribir y sistematizar los datos de estas experiencias y fue precisamente ésta
la obra de los sabios griegos. No solamente nos revelaron la forma de la Tierra, sino
que además realizaron una representación racional de su superficie con ayuda de me-
didas astronómicas, con cálculos de latitudes, así como con el empleo de coordenadas
terrestres.
Ahora bien, y relacionado con este inicio, la imagen habitual que se hacen las per-
sonas de la Geografía no se corresponde con la situación científica en la que se desen-
vuelve en la actualidad. Casi siempre, la Geografía se identifica como una ciencia
L
24 ÁTOMOS, ALMAS Y ESTRELLAS
ingenua, con un repertorio de nombres, cabos, golfos, picos, o con un catálogo de
datos sobre población y principales producciones de países. Asimismo son muchos los
que se imaginan la profesión de geógrafo como algo relacionado con la elaboración
y empleo de mapas o ligado al mundo de los viajes o guías turísticos o exploraciones.
Esta visión que, en general, se tiene de la Geografía posee cierto fundamento, puesto
que el nombre y la localización de los lugares, la utilización de mapas y la movilidad
y la curiosidad por los diferentes paisajes son destrezas básicas del geógrafo, y durante
mucho tiempo la Geografía tuvo como principal objetivo la descripción y localización
de ellos, y sus preguntas eran dónde y qué. Pero la Geografía no termina en la simple
denominación y localización de los territorios, en el empleo de mapas o en las referen-
cias turísticas, y será a partir del siglo XIX cuando las tareas del geógrafo se centran
en la búsqueda de los principios generales para explicar los procesos que rigen la or-
ganización del espacio. En el momento presente tiene un carácter diferente, al igual
que ocurre con otras ciencias y una gran pluralidad de campos.
Y es precisamente por esa gran riqueza de contenido de la Geografía y de sus tradi-
ciones geográficas, por lo que es posible definir la Geografía, en palabras del profesor
Estébanez, como «La ciencia que estudia las variaciones de las distribuciones de los
fenómenos de la superficie terrestre (abióticos, bióticos y culturales), así como las
relaciones del medio natural con el hombre y de la individualización y análisis de las re-
giones de la superficie de la Tierra». En esta definición, se recoge la tradición espa-
cial, regional, ecológica y de ciencia de la tierra, presentes desde el inicio del pensa-
miento geográfico hasta el momento actual.
Y fueron los griegos los primeros que intentaron una orientación de los conoci-
mientos geográficos. Ellos crearon la palabra geografía (ig=tierra y ヾg-
ヾi=describir). Los otros pueblos no nos proporcionan datos más que de las regiones
contiguas a sus países; los griegos, por el contrario, se esforzaron en extender sus
indagaciones lo más lejos posible. Los móviles que impulsaron a los pueblos medi-
terráneos hacia el descubrimiento de nuevas tierras, revelan, sobre todo, hechos de
expansión política, militar o comercial. Las principales etapas de esta expansión son
las colonizaciones fenicia y griega, la expedición de Alejandro Magno y la con-
quista romana, y a medida que se ensanchaba el campo de acción de griegos y ro-
manos, algunos escritores se vieron también impulsados a ampliar sus conocimien-
tos geográficos.
Paralelamente se iba elaborando una concepción del sistema del mundo que admi-
tía que la tierra podía ser esférica; de aquí los múltiples ensayos para precisar el tama-
ño y forma de nuestro planeta, su posición en el espacio, condiciones físicas de su
superficie y distribución de aguas y tierras, además del inventario de plantas y anima-
les en cada territorio, o por lo menos de sus habitantes, con sus características y área
de repartición. Ya entonces se intentaron resolver, aunque fuera por otros métodos y
otros medios, muchos problemas que actualmente están a la orden del día. Pero el
interés por estas cuestiones no fue siempre el mismo en todos los tiempos. Una histo-
ria de la Geografía ha de investigar y exponer el proceso y etapas de desarrollo de
POR LAS ORILLAS DE GEA Y LOS LABIOS DE OCÉANO: LA GEOGRAFÍA 25
nuestros conocimientos científicos acerca de la Tierra, y, ante todo, precisa ilustrar
sobre los medios y procedimientos que han conducido a este conocimiento.
Pero si queremos analizar el desarrollo de la ciencia geográfica en sus relaciones
causales, debemos examinarlo como ocurrido con respecto a un determinado centro
de cultura. Este punto de partida, tal como señala el propio Kretschmer,1 debe de ser
el círculo de cultura europeo-mediterráneo, y la Geografía, como la propia ciencia en
general, tuvo su aurora en Grecia.
Los antiguos griegos fueron los primeros en desarrollar y sistematizar un conoci-
miento ordenado sobre el conjunto de fenómenos que atañen a la Tierra, y en dar
nombre a esta nueva disciplina, que desde la Antigüedad se ha entendido de dos for-
mas: bien como descripción y estudio de toda la Tierra en su totalidad y como parte
integrante del Universo, y la entendida en sí misma, sobre todo su superficie, como
morada del hombre.
Y éstas van a ser las dos tendencias de la Geografía antigua: la de la Geografía
General y la de la Geografía Descriptiva o Regional, que Wagner califica, respecti-
vamente, de Matemática e Histórica. Desde la Grecia clásica existe una perspectiva
general y otra particular o regional, la primera más próxima a la Filosofía y la segun-
da, como ciencia auxiliar, a la Historia; pero en ellas se halla el germen de la Geogra-
fía General y de la Geografía Regional,2 y del dualismo que permanecerá hasta tiem-
pos contemporáneos.3
EL PENSAMIENTO GEOGRÁFICO EN EL MUNDO GRIEGO
En el mundo griego, el origen de la Geografía se sitúa en Mileto, en el siglo VI antes
de Cristo, con los filósofos presocráticos, cuyo tema y preocupación más importante
es la naturaleza o physis, y entre los que sobresale Anaximandro, que construye el
primer mapa del mundo conocido. Pero Anaximandro, como todos los presocráticos,
aparece dominado por la preocupación de un saber cosmológico, que diera una expli-
cación total sobre el origen de todo lo existente, problemas que la naciente ciencia
griega no estaba en condiciones de resolver, ni siquiera de abordar. Es Sócrates, y en
esto consiste el valor y la fecundidad de su obra para el futuro desarrollo de la ciencia
griega, el que al mismo tiempo que renuncia a un saber del Cosmos y de las estrellas
logra un saber del hombre, sentando las bases de un posible conocimiento racional
basado en la observación directa y en la reflexión crítica, con consecuencias que se
hicieron sentir en los tiempos posteriores. La idea de que la Tierra era una esfera y no
1 K. Kretschmer, Historia de la Geografía, Barcelona, Labor, 1930, p. 16.
2 Esta misma diferenciación en dos grandes ramas, Geografía Regional y General, se mantiene en
la escuela francesa; la Geografía General se dedica a establecer los principios y leyes generales deducidos
de los resultados alcanzados por la Geografía Regional.
3 M. de Terán Álvarez, «La situación actual de la Geografía y sus posibilidades de futuro», en Enciclo-
pedia Labor, vol. IV, Madrid, 1960.

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR