El Ombudsman Electoral

AutorHéctor Carreón Rojano
CargoInvestigador del Instituto de Investigaciones Jurídicas

Investigador del Instituto de Investigaciones Jurídicas, con estudios de Licenciatura, Especialidad, Maestría y Doctorado en Derecho en la Universidad Nacional Autónoma de México, así como Doctorando en Ciencia Política por la Universidad Autónoma de Madrid.

1. - Planteamiento del problema

Uno de los aspectos primordiales que ha tenido la sociedad en cualquier tiempo de su historia, han sido los esfuerzos por alcanzar el perfeccionamiento de los sistemas judiciales para que respondan a las necesidades reales que viven. Esta lucha ha sido una constante más ardua que sencilla por mejorar los sistemas de justicia, dado que el problema de la inseguridad jurídica afecta sobremanera la red de relaciones que se dan en el seno de la ciudadanía.

De esta suerte, sabemos que la justicia ha sido y seguirá siendo el campo de batalla donde necesariamente se tiene que luchar contra los opositores de su modernización o actualización, para alcanzar una justicia funcional, eficiente y oportuna y venza a los escépticos del progreso, a los violadores de la ley o luchadores de la injusticia. Para darnos una idea de lo contradictorio que resulta ser nuestra Institución en estudio, el libro mas antiguo sobre "La República" o de "Lo Justo" del filósofo griego Platón1, hace referencia a la justicia a la que considera un concepto muy controvertido entre los ciudadanos e intelectuales de la polis, su esencia radica en ser considerada por varios autores, como una finalidad rectora de las relaciones de los hombres, ya sea por sus intereses, exigencias y deberes, ah pero eso sí, buscando siempre encontrar un equilibrio entre sus contradicciones.

Dentro de la gran gama o clases de la justicia, en el presente estudio haremos una reflexión sobre la gestación y desarrollo de la justicia electoral, particularmente veremos el avance vertiginoso que ha tenido en las dos últimas décadas dentro del sistema judicial mexicano. Sin embargo, no obstante estos logros no por ello, se deben dejar sonar las trompetas del triunfo y decir, que ya no existe mayor ruido, sobre todo cuando se trata del provocado por problemas post electorales, o bien, por aquellas variantes que llaman sobremanera la atención de la ciudadanía, porque aún suceden cosas que verdaderamente se encuentran alejadas de toda justicia electoral, según veremos en párrafos mas adelante.

Sobre este último particular, no deja de asombrar a la comunidad ciudadana, las graves consecuencias que puede traer el hecho de que un partido político reciba ingresos del extranjero para una campaña, como fue el caso de los AMIGOS DE FOX, así como el desvío de recursos sindicales hacia un candidato en la carrera a la Presidencia, como se ventilaba en el no menos escandaloso asunto del PEMEXGATE; o bien, el posicionamiento político con gran ventaja que desea obtener la primera dama de la nación al querer ocupar la primera magistratura, cuando lo más importante son otro tipo de actividades propias de su papel, así como también los destapes a destiempo alejados de toda institucionalización, que decir del tráfico ilegal de influencias de cierto dirigente de partido político o el uso indebido de las prerrogativas de estas instituciones.

Pero lo más extraño y no deja de sorprendernos, que una institución como lo es el Instituto Federal Electoral, que se ha ganado el reconocimiento de todos, así como la admiración de gobiernos extranjeros, todavía tenga atribuciones para impartir justicia en materia de financiamiento y el solo hecho de ejercerlas, lejos de traerle una buena imagen, sucede todo lo contrario, pues ha vivido serios problemas a su interior, por ejercer una competencia que debe de estar en los Tribunales Electorales Judiciales o en otra institución como la que aquí se propone y no en el IFE, que como se sabe está integrado por un cuerpo de ciudadanos y con tal naturaleza se desprende que en lo práctico, no procura una eficiente solución a este tipo de conflictos, pues no es su competencia y en cambio, pierde credibilidad al ejercerla.

En México, es del conocimiento de la ciudadanía en general, que nuestra democracia cuesta y tiene un costo altísimo, basta sólo echar una ojeada al presupuesto de ingresos o de egresos del Instituto Federal Electoral, del Tribunal Federal Electoral y de la Fiscalía Especializada para la Atención en Delitos Electorales, para hacer el siguiente cuestionamiento: ¿Es posible que de esta triada de instituciones, realmente los ciudadanos mexicanos tengan asegurada una buena defensa de sus intereses en esta materia?

La respuesta a tal cuestionamiento, tiene un gran significado para cualquier ciudadano, partido u organización política, sobre todo si tomamos en consideración las grandes erogaciones que para el desarrollo de nuestra democracia viene solventando el pueblo. Pues bien, el presente artículo tendrá como objetivo central contestar esta pregunta, de cuya respuesta habrá de definirse cual camino resulta viable para un mejoramiento del papel próximo futuro de la justicia electoral mexicana.

Conforme a lo anterior, el análisis que nos proponemos llevar a cabo sobre la justicia electoral, tiene como principal característica el carácter normativo que la conforman y disciplinan, pues con ello pretendemos saber, cuáles son los requisitos de donde surgieron para obligar a la distinta gama de sujetos que intervienen en esta institución, siguiendo las ideas del autor de Cabo2

2. - La justicia

Para iniciar el presente estudio no está por demás hacer algunas acotaciones sobre el significado de la justicia, ya que de su comprensión nos acercaremos al estudio medular del presente trabajo. Sobre el particular, las primeras referencias que tenemos sobre ésta institución de acuerdo con el Diccionario Encarta, la palabra justicia: "es una de las cuatro virtudes cardinales que inclina a dar a cada uno lo que le corresponde o pertenece". La idea fundamental de esta institución, es que tiende a proteger y asegurar derechos y deberes importantes, observa y juzga aquellos aspectos que de cualquier forma alteren las distintas relaciones de los sectores de la sociedad; vigila y guía la disparidad de oportunidades económicas y encausa los contextos sociales, de tal suerte que crea un clima de convivencia armonioso entre los miembros de las naciones.

La justicia representada por una mujer, que en su mano derecha sostiene la espada de la justicia y en la otra la balanza que le ayude a sopesar las cosas para llegar a un juicio imparcial, ha tomado un gran significado dentro del mundo jurídico para dar orden al interactuar de los miembros de la sociedad.

De tal manera, que para los romanos en el Digesto, concebían nuestra institución en estudio como a la Iustitia est constansts et perpetua voluntas ius suum cuique tribuere, es decir la Justicia es la constante y perpetua voluntad de dar a cada uno lo que le corresponde en derecho, desde sus orígenes Aristóteles,3 es a quien se le debe la clasificación clásica de la justicia al dividirla en legal, distributiva y conmutativa; la justicia legal será aquella que ordenaría la parte respecto del todo, a los individuos respecto a la comunidad; la justicia conmutativa, implica el trasunto del principio de reciprocidad, que exige dar en contra prestación a otro tanto, aquello que se ha recibido como prestación en forma proporcional, en una sola palabra es la encargada de organizar las transacciones de los individuos entre sí; finalmente, en su aspecto mas amplio que es la redistribución, mismo que se refiere a prestar solidaridad con los más débiles de la sociedad, a cuyo fin se procurará una cierta distribución de cargas y ventajas de acuerdo con sus necesidades, con la finalidad de disminuir las desigualdades, que son independientes de los méritos y el esfuerzo personal o contribución social. De esta suerte, su fórmula se resuelve en que: "lo justo, pues, es lo legal y lo igual; lo injusto lo ilegal y lo desigual".

Por su parte el autor Bobbio4, refiere que desde "Platón en adelante, la virtud de la justicia es la que preside la constitución de una totalidad, compuesta por partes y en cuanto tal, permite a las partes estar juntas... debido a un orden",

Por otro lado, no deja de ser menos importante el tratamiento religioso moral que se le da a la justicia, donde se hace referencia a su concepto para regir las relaciones equitativas entre los hombres. De esta forma, la tradición patrística la concibe como en: "dar a cada quien lo suyo" complementándolo con una exigencia de igualdad.

Por su parte la doctrina de Santo Tomás de Aquino,5 hace un estudio exhaustivo sobre esta institución y la relaciona con las demás virtudes atribuyéndole tres elementos fundamentales:

*El objeto de la justicia es el derecho

*La justicia dice "relación a otro"

*La justicia se fundamenta en la igualdad

Dentro de estos aspectos se establece que existe una plena relación de la justicia y el derecho, ya que en la ética social, es más la moral de los derechos y deberes que la moral de la propia justicia, las leyes son éticamente justas cuando defienden, protegen y favorecen los derechos del hombre, además si son honestas, útiles y posibles, así como los ordenamientos que procuran una convivencia social orientada al bien común.

Ahora bien, dentro de las contribuciones más importantes del siglo XX es la crítica sostenida por Friederich Hayek6 sobre el término de la justicia social, sobre la cual señala este autor que no se ha definido nunca, señala que la mayoría de los autores la afirman para designar una virtud, pero la mayor de las veces le adjudican pertenecer a un estado de cosas impersonal, por ejemplo alto desempleo, desigualdad de ingresos o carencia de un salario decente, pero se refieren a la...

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