¿Una nueva gobernanza o el juego de siempre?

AutorGuillermo M. Cejudo
Páginas12-13

Page 12

Si todo marcha conforme a lo previsto, en febrero de 2017 la Ciudad de México tendrá su primera Constitución. El proceso constituyente ha estado plagado de excesos retóricos. Algunos lo han presentado como un ejercicio ocioso. Otros han querido disfrazarlo de una epopeya democrática. Se han ofrecido ideas novedosas (como la de que los ciudadanos tenemos el derecho a una buena administración), y se ha tratado de revivir discusiones zanjadas (por ejemplo, sobre el aborto). No nos hemos librado de ocurrencias (el voto a los 16 años), ni de simplificaciones mañosas (el debate sobre la plusvalía).

En distintas etapas, algunos ciudadanos participaron de buena fe y se tomaron con seriedad la tarea. Se han propiciado discusiones interesantes tanto en la redacción como en la deliberación legislativa. Pero el proceso no logró despertar el interés de los ciudadanos. La Constitución pareciera ser un asunto de políticos repartiendo atribuciones y recursos, pero sin relevancia para la vida cotidiana de las personas ni para su interacción con sus gobernantes.

Ése es precisamente el déficit de esta Constitución. Los textos constitucionales sirven no sólo para especificar derechos, sino para fijar las reglas sobre el funcionamiento de los poderes y las relaciones entre el gobierno y los ciudadanos. Hasta ahora tenemos un proyecto de Constitución abundante en derechos y cojo en diseño institucional. Cuando se anunció la reforma política de la ciudad, se contenía la promesa de construir una nueva gobernanza democrática en la capital, para tener un gobierno más abierto, una mejor representación política, contrapesos más eficaces y más participación ciudadana en las decisiones sustantivas de los gobiernos y en la vigilancia del poder.

Page 13

En lugar de lo anterior, en la Constitución se mantiene la mayor parte del diseño actual de las relaciones entre los poderes, los órganos autónomos y las relaciones entre el gobierno central y las delegaciones. Sí hay nuevas figuras: alcaldes y concejales en cada demarcación política, y un cabildo para la ciudad; hay muchos detalles sobre el procedimiento de elección y se enumeran amplios mecanismos de participación. No hay, en cambio, una idea de cuántas son, cómo se organizan, financian y operan las alcaldías, ni cuáles son sus responsabilidades exclusivas (como sí la hay, por ejemplo, en el artículo 115 de la Constitución federal sobre los municipios y en buena parte de las constituciones estatales).

No se...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR