La mujer presa, una olvidada más de la sociedad
| Autor | Emma Mendoza Bremauntz |
| Páginas | 93-132 |
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La Mujer Presa, una Olvidada más de la Sociedad
Dra. Emma Mendoza Bremauntz1
Sumario: Introducción. 1. La educación como instrumento de control sobre las
mujeres. 2. El poco interés por el estudio de la delincuencia femenina. 3.
¿Evolución o involución?. 4. Algunos casos que hacen pensar que la mujer
delincuente pertenece a una especie diferente de la humana. 5. Los fines de la
pena de prisión. ¿Se incluye la justicia? 6. ¿Readaptación, reinserción y trata-
miento, fines de la pena de prisión, jurídicamente vagos? 7 ¿Es la reinserción
social una meta o simplemente un cumplimiento de sentencia? 8. Preparación
para la libertad. Los tratamientos específicos para posibilitar la reinserción
social. 9. Los apoyos post institucionales. Importancia y necesidad para todos
los liberados pero especialmente en el caso de mujeres. 10. Los patronatos para
liberados y la incomprensión de sus funciones.
Introducción
Muy valioso e importante es sin duda el desarrollo de un ensayo de
cualquier nivel, que se oriente a un análisis serio, no anecdótico solamente, de la
situación de las prisiones, en México o en cualquier parte del mundo, sean de
varones o de mujeres.
En ambos casos la visión que logra obtenerse es deplorable, no hemos
avanzado en las cuestiones penitenciarias y parece que en los últimos tiempos,
retrocedemos.
Por otra parte, he de reconocer que el tema de derechos humanos ha
logrado trascender el mundo académico e instalarse en lugares como los organ-
ismos civiles no gubernamentales así como en aquellos propiciados por los go-
biernos; ha llegado a escuelas y foros públicos con mayor intensidad que nunca
y ha intentado penetrar en las prisiones para buscar una mejoría en cuanto a su
respeto.
1 Profesora de carrera por oposición en la Facultad de Derecho de la UNAM.
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He de insistir en que la búsqueda no debe sólo orientarse al respeto de
los derechos humanos sino al de todos los derechos que la ley o la sentencia no
hayan afectado. Debemos de dejar muy claro que la pena ha de ser precisada y
determinada por el juez de la causa o las autoridades judiciales que determinen
la ejecutoriedad de la sentencia en definitiva y no por el deseo de venganza o el
resentimiento de terceras personas, inclusive ajenas a la problemática suscitada
por la comisión del delito.
La ampliación de estos derechos y su reconocimiento internacional en
este momento de la globalización económica, cuando se han orientado todas las
miradas al dinero y no a los valores, la idea del Derecho se ha visto trastocada
totalmente y resulta de extraordinaria importancia resaltar su función e impor-
tancia en trabajos como los que se presentan en esta publicación, que tienen
como finalidad fundamental, el desarrollo y reconocimiento de la necesidad de
su conocimiento y respeto, mas allá de sentimientos personales, especialmente
en el mundo jurídico de la juventud, insistiendo en el ámbito penal que no deja
de hacerse presente y que requiere de análisis y difusión permanente, por bien o
mal que se encuentre.
La confusión existente entre Derecho y leyes, ha facilitado que el
sistema jurídico sea con frecuencia víctima de ataques injustificados y de
incumplimiento, sin que los grupos sociales se percaten de que las consecuen-
cias de estas violaciones al sistema jurídico pueden ser el desorden y el caos,
como el que parece privar en el momento actual, porque se desconoce que la
verdadera meta del Derecho es la protección de la convivencia social.
Ello no excluye la circunstancia de que en algunos casos, por decisiones
políticas mal orientadas o por intereses creados inconfesables, se creen leyes
injustas, pues si bien el Derecho se refleja en uno de sus aspectos más impor-
tantes en el sistema legal e intenta estar siempre enlazado con la justicia; la ley
no siempre es justa, a veces por la necesidad de proteger la seguridad y la estabi-
lidad social, y otras veces por los desvíos interesados de ignorantes y voraces
legisladores manipulados por personas más allá de la simple visión del hombre
de la calle.
Y que se entienda que al hablar de hombre de la calle, lo hago de la
forma gramaticalmente correcta y no excluyente, refiriéndome tanto a mujeres
como a varones, ya que en la actualidad se ha popularizado una forma gramati-
calmente innecesaria de distinguir hombres y mujeres en todas las oraciones en
que se hace alusión al ser humano.
En este orden de ideas es importante abordar, lo más ampliamente
posible, los diversos ángulos que pueden referirse a la mujer y sus derechos,
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Dra. Emma Mendoza Bremauntz
LA MUJER PRESA, UNA OLVIDADA MAS DE LA SOCIEDAD
tanto como ser humano y como interna de un reclusorio de ejecución penal,
mirando en este caso, en el cual a pesar de todas las declaraciones oficiales de no
discriminación, se puede fácilmente observar una constante de todo lo contrario.
Si bien tenemos que reconocer que es penosa la situación de todos los
internos en las cárceles actualmente, primero por el hecho de las actitudes dubi-
tativas respecto a las finalidades de las penas por parte de las autoridades guber-
namentales que caen en el populismo al radicalizarlas y enfocarse fundamental-
mente al rigor del castigo, haciendo a un lado la posibilidad de reeducar a los
sentenciados durante el tiempo del encierro, simplemente induciendo a la
confusión entre justicia y venganza, de tan fácil forma de equivocarse, presen-
tándose reformas legales represivas y a veces erráticas y superficiales por
carecer de la visión necesaria para enfrentar eficazmente a la delincuencia desa-
rrollando una política legislativa penal que ha dado como resultado un incre-
mento descontrolado y un aumento en la violencia delictiva, lejos de lo que debe
buscarse y en segundo lugar, de por sí ya grave con el primero, se ha provocado
un crecimiento de la población penitenciaria que excede lo tolerable y que
conforme transcurre el tiempo, se hace más complejo y produce cada vez más
daños. Pero no son esos los objetos de análisis de este trabajo, que podemos
comentar en otra ocasión.
Por ahora, vamos a tratar de ubicar el comentario a cerca de las mujeres
en las prisiones y su situación, tratando de entenderla a partir de una visión
histórica en nuestro país, que no deja de ser semejante en otros países, desafortu-
nadamente.
Resulta necesario seguir enfrentando una realidad que no deja de
empeorar y que así, ha ido convenciendo a toda la población civil de que esa es
la mejor forma de tratar al delincuente, hombre, mujer o niño, con crueldad, con
una maldad que es peor que el delito cometido las mas de las veces, porque no
distingue sobre quién cae, porque arremete por igual a los peores y a los inocen-
tes que deberían tener mejores oportunidades.
De cualquier forma nadie quiere reconocer ya una verdad terrible, ellos
son producto de la sociedad donde han vivido. Quizá en algún gen profundo se
podría encontrar la raíz de la perversidad del delito cometido, pero un quizá que
en ningún momento se ha confirmado, solo abandono, malos tratos, falta de
amor y educación hemos visto con claridad en el origen del delito, pero patética-
mente cultivado con más profundidad en los casos de las mujeres delincuentes.
Es necesario leer cuidadosamente el Informe del Seminario - Taller
sobre la Violencia contra las Mujeres Privadas de la Libertad en América
Latina, promovido por la Fundación para el Debido Proceso Legal, publicado
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