Modelos de las relaciones sociedad-medio ambiente usando teoría de sistemas

AutorJuan José Zoreda Lozano
CargoDepartamento de Tecnología y Producción, CYAD/UAM-X
Páginas295-314

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El propósito de este trabajo es examinar las nociones de sistema concreto y sistema dinámico, las cuales surgen en la teorías matemáticas aplicadas de sistemas y procesos de mando, y sus aplicaciones al análisis crítico de las interacciones entre actividades socioeconómicas y medio biogeofísico. Se propone una aproximación teorética científica al estudio de tales interacciones, y se analizan sobre todo sus implicaciones lógico-formales y de contenido cognoscitivo. En ese contexto, el papel lógico de metáforas y analogíasPage 296 se menciona brevemente. Por lo tanto, debemos considerar el empleo de útiles matemáticos, particularmente las nociones de sistema concreto y sistema dinámico, como instrumentos formales en esas tareas. Después de un somero repaso de sus características generales, se bosqueja un esquema general para su inserción en el análisis de la relaciones sociedad-medio biogeofísico. Finalmente, se hacen apreciaciones sobre los temas tratados.

Las relaciones sociedad-medio ambiente

Las peculiaridades de uso del medio biogeofísico o biosfera1 -vegetación, fauna, atmósfera, suelo y subsuelo, y cuerpos de agua- que una sociedad establece en la forma de ciudades, sistemas agropecuarios, redes de transporte, etcétera, representan respuestas posibles a la necesidad absoluta de adaptación al mismo medio, garantizando así la permanencia cultural y biológica de nuestra especie. Ello implica la apropiación de elementos bióticos y abióticos del medio, su transformación en bienes y servicios, la distribución y consumo de éstos y, finalmente, el vertido de desechos resultantes -o el reciclaje de materiales en su caso- hacia el mismo medio. En esto incurrimos ineludiblemente en gastos y disipación de energía, alteración de los ciclos biogeoquímicos, y degradación progresiva de las sustancias naturales utilizadas; afectando así la calidad de la biósfera como sustento vital y por ende el mismo bienestar humano. Los usos del medio para satisfacer necesidades humanas responden en gran medida a la forma de integración económica implícita en el tipo de desarrollo técnico-cultural que nuestra sociedad posee.2

La relación sociedad-medio ambiente (biogeofísico) puede concebirse, espacial y temporalmente, como una serie de procesos dinámicos, altamente complejos y retroalimentados que involucran, por un lado: 1) a gran número de grupos sociales con relaciones de poder asimétricas y variados matices culturales, que interactuando enPage 297 múltiples situaciones persiguen sus propios intereses; y por otro: 2) los sistemas y componentes de la biósfera que son intervenidos y perturbados directa e indirectamente con diferentes intensidades, en tales múltiples situaciones y acciones recíprocas humanas. Asimismo, es posible observar que esos procesos derivan en: a) patrones de conducta social que establecen el acceso a menudo desigual de los distintos grupos sociales e individuos a los recursos naturales disponibles, y a los bienes y servicios producidos mediante sus acciones recíprocas; y b) alteraciones en las propiedades, estructura y comportamiento -de los sistemas y componentes del medio biogeofísicogeneradas por las acciones recíprocas humanas y por la propia dinámica interna de la biósfera.3

En esta perspectiva, cualquier discusión sensata (no reduccionista, consistente y completa) sobre el uso y contaminación humanos de la biosfera, así como de los estados de bienestar colectivo e individual que de ello resultan en nuestra sociedad, no puede separarse -como suele hacerse frecuentemente- de dos tipos de consideraciones (simultánea e igualmente importantes) sobre: i) las peculiaridades de la estructura y dinámica socio-económica, la historia, las ideologías, etcétera, característicos del grupo humano en cuestión; y ii) los fenómenos biogeofíscos, en el contexto de su propia dinámica interna, que irremediablemente afectan y son también afectados por las acciones humanas. Cualquier tratamiento de las relaciones sociedad-medio ambiente que soslaye estos aspectos bien pudiera considerarse no sólo incompleto sino gnoseológicamente inválido de principio.4

La gravedad de los problemas ambientales que nos rodean, semejantes al creciente deterioro del bienestar socio-económico, nos debieran impulsar al desarrollo de esquemas teóricos y prácticos que permitan abordamientos más significativos y eficaces sobre la problemática de la relación sociedad-medio biogeofísico. Lo que interesa es la permanencia humana a largo plazo basada en un desarrollo socio-económico sustentable, esto es, responder al uso de recursos naturales con miras a no dañar permanentemente ninguno de los procesos biogeofísicos que alimentan el flujo de recursos renovables y los servicios que nos proporcionan; asimismo, evitar el agotamiento de los recur-Page 298sos no renovables e impulsar continuamente las diversidades biológica y cultural. La intención principal es preservar y fomentar el potencial de la biósfera para satisfacer las necesidades y aspiraciones de generaciones actuales y futuras, por medio de arreglos socio-económicos equitativos a través de espacio y tiempo5

Cuestiones metodológicas

Asumiremos que el conocimiento científico es un conocimiento teorético confirmado (corroborado), formalmente explícito y cuyo contenido se ha reducido a conceptos como elementos de un lenguaje que expresa información proposicional semántica. En particular, el proceso teorético del conocimiento sobre las relaciones sociedadmedio (biogeofísico) se abocaría a lograr la representación abstracta (teoría científica) de los patrones de comportamiento que regularmente se perciben en los ámbitos de nuestro interés; según se desprende de lo discutido en la apartado anterior. Esto significa contar con un conjunto de enunciados hipotéticos sobre la clase de fenómenos que denominamos relaciones sociedad-medio; en el entendido que los enunciados hipotéticos debieran eventualmente ser puestos a prueba, atestiguados y confirmados a través de sus consecuencias.

Con mayor precisión lógica, siguiendo a H. Spinner, una teoría sobre las relaciones sociedad-medio debiera ser un sistema sintáctico-semántico con relevancia pragmática6 referido a esas relaciones concebidas como fenómenos (véase apartado anterior). Como tal, la teoría pudiera caracterizarse según su forma y según su contenido cognoscitivo. Según su forma tendríamos conjuntos de frases, esto es: 1) conjuntos de frases generales y especiales ordenados deductivamente; 2) estructuras formales lógico-matemáticas, representadas por frases (o funciones de frases) y fórmulas; 3) sistemas formalizados de tipoPage 299 axiomático-deductivo; y 4) cálculos (no interpretados formales, sintácticos). A la vez, correspondiendo biunívocamente a cada número anterior, tendríamos que según su contenido contaríamos con conjunto de enunciados, esto es: 1) complejos de conceptos y enunciados (interpretados semánticamente); 2) sistemas de enunciados con pretensión de validez real, los cuales son informativos y están dominados por enunciados momológicos,7 en principio son capaces de verdad y tienen carácter hipotético; 3) sistemas de hipótesis con carácter primariamente nomológico y con los siguientes componentes nomológicos principales -correspondiendo al número 4) arriba: {I} hallazgos empíricos (afirmaciones de hechos, constataciones empíricas); {II} generalizaciones de datos empíricos (generalizaciones empíricas); {III} enunciados-ley (hipótesis nomológicas); {IV} estipulaciones (convenciones, "definiciones" en sentido amplio); {V} principios metafíisicos universales. En esto, en general tendríamos constataciones hipotéticas con distinto grado de abstracción y universalidad, así como estipulaciones convencionales -brevemente hipótesis y convenciones.8

En suma, parafraseando a Abbagnano, una teoría científica sobre las relaciones sociedad-medio biogeofísico exhibiría las siguientes funciones: a) constituir un esquema de unificación sistemática para diferentes contenidos fenoménicos en el ámbito de las relaciones sociedad-medio. Este grado de comprensibilidad sería de vital importancia para juzgar su validez; b) ofrecer un conjunto de medios de representación conceptualy simbólica de los datos de observación (fenómenos de nuestros interés). Bajo este aspecto, aplicaríamos el criterio de la economía de los medios conceptuales (la célebre navaja de Occam), o sea, simplicidad lógica; c) constituir un conjunto de reglas de inferencia que permitan la previsión de los datos de hecho. Esto sería considerado como una de las tareas fundamentales de nuestra teoría en tanto su capacidad de previsión sería criterio fundamental para su valoración.9

En este punto, bien puede plantearse la cuestión sobre los medios diponibles para configurar una teoría científica viable. Por razón de nuestros propósitos, de entre ellos concentraremos nuestra atención brevemente sobre las metáforas y analogías.

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Actualmente se entiende la metáfora como un tropo que consiste en usar palabras con un sentido distinto del propio en virtud de una comparación tácita; aquí la palabra tropo designa una figura lingüística que consiste en usar palabras en un significado no habitual. Aristóteles dijo: "La metáfora consiste en dar a una cosa un nombre que pertenece a otra: transferencia que puede efectuarse del género a la especie, de la especie al género, de especie a especie o sobre las base de una analogía."10 Por otro lado, la analogía tiene un sentido propio y restringido, requerido por el uso matemático o lógico (para el que vale proporción) de igualdad de relaciones; o un sentido de extensión probable del conocimiento mediante el uso de semejanzas genéricas que se pueden aducir entre diferentes situaciones, tal como es usado en la literatura filosófica.11 Esto es, la analogía se puede tomar como...

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