Hay lugares...

AutorRoberto Reynoso Valenzuela
CargoLicenciado en Economía por el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM).

Licenciado en Economía por el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM).

Tiene estudios en la Universidad Pompeu Fabra (Barcelona, España); "Credit Markets and Financial Stability", Bank of England (Londres, Inglaterra); cursó el Diplomado "Estadística Aplicada" en el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM).

Graduado con Mención Honorífica de la Licenciatura en Economía por el ITAM. Becario del Instituto Tecnológico Autónomo de México (90 por ciento). Becario de la Fundación Esposos Rodríguez. Becario de la Fundación Telmex.

Se desempeñó como Investigador Financiero en el Banco de México. Su trabajo de investigación mantiene un énfasis especial en la regulación enfocada a promover la competencia entre las instituciones de banca múltiple del país.

Actualmente estudia la Maestría en Políticas Públicas en la Universidad de Harvard.

¡Súbale, Súbale... hay lugares! Se escucha cuando se va saliendo de metro en el slalom interminable necesario para evitar los puestos ambulantes que hacen el caminar en la ciudad un acto estresante de acrobacia. Pero es aún peor cuando se sube al microbús al ritmo de los ángeles azules a unos asientos improvisados y sobrepuestos, al igual que la carrocería. Sobra decir que la parada la está haciendo en doble fila, sin el menor remordimiento o prisa. El chofer decide cuando hay suficientes pasajeros para emprender su ruta, sin consideración alguna por el tiempo de las personas que están esperando esa señal divina para comenzar el recorrido. Esto me lleva a pensar: ¿Por qué no se hace nada al respecto? ¿Cómo es que el Gobierno del Distrito Federal no se ha dado cuenta del pésimo servicio y de los embotellamientos causados en cada paradero de camiones? ¿Nadie ha pensado poner una flotilla eficiente de autobuses para acaparar este mercado con un mejor servicio?

Probablemente alguien más ya lo pensó pero se topo con el Reglamento del Transporte Público. Este reglamento estipula, entre otras cosas, que para obtener una concesión la autoridad de transporte debe declarar la existencia de necesidad pública de transporte. Para lo anterior se lleva a cabo un estudio técnico que debe contener la densidad demográfica, centros educativos y culturales cercanos, descripción de las oficinas públicas existentes y "demás que la autoridad de transporte estime necesarias". Alguien podría considerar que es una buena oportunidad para hacer negocio, pero eso no lo decide él, lo decide la "autoridad de transporte". Los...

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